La feria alemana que se celebra cada año en el mes de agosto no está habituada a grandes anuncios, aunque Sony en su conferencia previa nos sorprendió a todos presentando varios juegos nuevos. Entre todos ellos, además de lo nuevo de Media Molecule para PS Vita que pinta fenomenal, nos llamó la atención Puppeteer, un juego para PS3 con un aspecto gráfico sensacional, aunque en la conferencia no nos acabó de quedar muy claro de qué tipo de juego se trataba.
Un par de días después ya salimos de dudas al presenciar una demostración jugable, capitaneada por el carismático Gavin Moore, director de arte de SCE Worldwide Studios, y quien está al frente de este proyecto.
Con más de 20 años de experiencia en el sector del videojuego trabajando especialmente en el apartado de animación, en 1998 participó en la saga exclusiva de Sony, The Getaway, que vendió más de cuatro millones de copias.
En los últimos nueve años Gavin ha vivido y trabajado en Japón, inmerso en la cultura japonesa y la creación de videojuegos, y este Puppeteer va a ser su gran obra, un producto muy personal al que Sony ha dado luz verde y que promete dar mucho que hablar, desarrollado por SCE Japan Studio. Antes de nada aclarar que no estamos ante un título descargable de PlayStation Network, es un juego en formato físico, lo que no quita que seguro también acabará estando disponible en PSN. Esta confusión quizás se ha producido porque no somos pocos los que relacionamos automáticamente juego de plataformas en dos dimensiones con título descargable.
Para nosotros ha sido todo un flechazo, amor a primera vista. Ha bastado una demostración de apenas media hora para que se convierta en uno de nuestros juegos más esperados. Destila personalidad, carisma, buen gusto, arte y pasión por los videojuegos por sus cuatro costados, todo con un apartado gráfico impresionante, hacía mucho que no nos sorprendía tanto un juego en dos dimensiones, y bueno, incluso tridimensional. Una plataformas en 2D que podríamos calificar de sucesor espiritual del mítico Dynamite Headdy de Treasure.
¿Por qué? Bueno, no son pocas las coincidencias e inspiraciones. Como en el juego de Mega Drive de 1994 aquí el protagonista también cambia de cabeza, para diferentes fines, y toda la acción se desarrolla como si estuviéramos en una obra de teatro, con el telón a los lados siempre presente, y la transición entre las diferentes pantallas como si fueran cambios de escena en una obra teatral. Claro que el paso de los años se nota, y Puppeteer aprovecha todos los avances tecnológicos de nuestros días para llevar la gran idea de Dynamite Headdy un paso más allá, con resultados visualmente sorprendentes.
El público aplaude, ríe, se sorprende, se asusta, el narrador nos va contando la historia, y la mezcla de la audiencia, luces, los distintos escenarios que se cambian en tiempo real, la música y la narración crean una experiencia fascinante, de una belleza única. En el plano jugable puede que no sea tan arriesgado, una plataformas en dos dimensiones más, pero basta con verlo para que te entren unas ganas tremendas de jugarlo, parece muy divertido.
Puppeteer tiene lugar en un mágico teatro de marionetas, cuyo dueño y principal encargado es el excéntrico pero a la vez encantador profesor Gregorious T. Oswald. Su última producción es el extrañamente titulado El peligroso viaje de un chico llamado Kutaro. "En una noche oscura y de luna llena, la estrella de show, un joven llamado Kutaro, es raptado por el malvado Moon Bear King y llevado a un oscuro castillo donde el desafortunado muchacho es transformado en una marioneta. Kutaro entonces contraría al terrible tirano, que devora la cabeza de madera del chico y arroja su cuerpo. Pero el héroe sin cabeza no está solo, ya que él descubre un par de Tijeras mágicas muy especiales para ayudarle en su terrible misión para encontrar su cabeza, y el camino de vuelta a casa".
Perder la cabeza, literalmente, será una de las mecánicas básicas del juego. Cada vez que la pierdas te quedarás sin una vida, aunque la jugabilidad se basa en pequeñas y numerosas escenas, por lo que esto no parece que vaya a ser un gran problema. Tú no te desplazarás por un mundo o nivel hacia adelante, será el mundo el que se mueva a tu alrededor, teniendo la acción lugar en el mismo escenario. Los decorados están continuamente moviéndose y cambiando, llevándote a una aventura con sorpresas en cada escena. Situaciones extrañas, sorprendentes, que pondrán a prueba tanto nuestra habilidad como inteligencia.
Con el stick izquierdo mueves a Kutaro, y con el derecho una especie de hada-gato-volador que nos acompaña. Con el primero saltamos y realizamos las acciones básicas de una plataformas, con el segundo podemos movernos por todo el escenario, e interactuar con cualquier objeto. Trastear, interactuar con el entorno, es una de las acciones básicas, ya que descubres secretos y recoges una especie de monedas. Tocar un armario, ventana, jarrón, etcétera, cualquier objeto del escenario es interactuable, y casi siempre se esconde algo tras él, por lo que nos convendrá tocar todo lo que veamos.
Con R2 rodamos con Kutaro, una acción muy útil para esquivar enemigos o trampas, ya que al principio de la aventura no tienes ningún tipo de ataque. El arranque es muy sencillo, pequeñas secciones de saltos y algún que otro puzle bastante sencillo. Con una temática de cocina en las primeras pantallas, llegamos a una escena en la que hay un enorme sándwich, y nos tenemos que cambiar de cabeza y poner una de hamburguesa, para que al saltar sobre el sándwich este se convierta en una hamburguesa, y nos permite saltar más alto y salir de la escena.
Cada pantalla tiene un sencillo objetivo, llegar a la salida, una meta en forma de circunferencia dorada, que a veces será más o menos complicado alcanzar. Habrá en las escenas escondidos no solo objetos coleccionables, sino incluso salas ocultas y minijuegos. En una pantalla ya diferente en desarrollo Kutaro ascendía por las escaleras de una torre sorteando diversos peligros, nunca sin salir del plano, del teatro, pero el desplazamiento en esta fase se podía considerar tradicional, de cualquier plataformas 2D moviéndote hacia adelante por una fase, solo cambiaba la manera de mostrarlo.
El protagonista consiguió ponerse la cabeza de una araña, y al saltar en una telaraña un monstruo más grande llegaba y te cogía, llevándote a un minijuego. Por desgracia la persona que jugaba por accidente se cayó nada más empezar y no pudimos ver en qué consistía, pero sí nos quedó bien claro que habrá cantidad de secretos y caminos ocultos, cosas que podremos pasar desapercibidos en el avance de la aventura si no exploramos con el suficiente cuidado.
Ya pasado un rato, tras varias secuencias en las que se nos narra la extraña historia, Kutaro consiguió las tijeras mágicas, lo que nos dejó claro que hasta el momento habíamos presenciado el inicio del juego, ya que esta arma-herramienta parece que será una de las claves de la jugabilidad. Nada más hacerte con ella te obligan a utilizarla para que aprendas sus particulares usos. Con el botón cuadrado puedes cortar en cualquier dirección, vertical, horizontal e incluso en diagonal, haciendo al protagonista suspenderse en el aire.
Se usarán tanto para vencer enemigos como para resolver puzles, como vimos en una escena en la que había que realizar determinados cortes a un telón para seguir avanzando. Hacia arriba, de derecha a izquierda, incluso en forma de uve, eres totalmente libre para cortar cómo quieras, hasta en círculos puedes cortar. Esto seguro se usarán intensivamente en la jugabilidad, ya que es la única arma y herramienta del protagonista, además de su capacidad para cambiar de cabeza, y ese extraño ser volador que nos acompaña, con el que interactuamos con el escenario. La demo acababa justo antes de enfrentarnos a un espectacular jefe, lo que nos dejó con la miel en los labios.
Gráficamente poco más podemos decir, basta que veáis un vídeo para disfrutar de su particular aspecto gráfico, que derrocha carisma y personalidad, aunque ya os adelantamos que los vídeos e imágenes que circulan por internet no le terminan de hacer justicia, y verlo en directo impresiona más. No solo es pura magia artísticamente, sino que en el apartado técnico nos parece un portento. Decenas de elementos en pantalla, efectos de iluminación en tiempo real, unas grandes texturas y modelados, sorprendentes efectos de partículas o humo, el constante cambio de escenarios con una enorme rapidez, sin ningún tiempo de carga, se mueve siempre fluido, etcétera, todo es espectacular. Hacía tiempo que no veíamos un juego en 2D tan bestia técnicamente, y tan bonito.
Magia en estado puro
Nos ha encantado Puppeteer, lo más sorprendente de esta Gamescom. Parece divertidísimo, visualmente es alucinante, no hay un segundo de respiro, te intenta sorprender a cada rato con nuevas situaciones jugable y visuales, y la mezcla de plataformas y puzles de la vieja escuela parece irresistible. Queda mucho que ver y conocer de este nuevo exclusivo de PlayStation 3, que llegará a lo largo de 2013, pero no podemos estar más entusiasmados ante lo que vimos, desde ya uno de nuestros juegos más esperados para los próximos meses.
