Pro Evolution Soccer 2013 sigue su camino de evolución dentro de una generación en la que ha visto perdido su dominio en los juegos de fútbol ante la apuesta constante de Electronic Arts por FIFA. Konami es consciente de ello, lo ha reconocido y hasta ha pedido disculpas a sus todavía fieles fans por el desfase de su saga, y en los últimos años ha intentado ponerse las pilas para intentar aguantar el tirón de su rival. El resultado de tantos años de evolución no ha logrado invertir la tendencia pero, al menos, sí que los dos últimos PES no dejasen ese mal sabor de boca a sus fans y, manteniéndose fieles a su estilo, aguantasen el tipo. Esto no ha evitado que recibiesen críticas, incapaces de cumplir unas expectativas para las que habría hecho falta que Konami Tokyo se hubiese tomado en serio esta generación antes.
Ya en 2012, resulta claro que ese "Pro Evolution Soccer mesías" que equilibre la balanza no va a llegar en esta generación, y de hecho suenan rumores que indican que el famoso Fox Engine que prepara Konami será usado en un futuro en la saga de fútbol. Pero, por ahora, la temporada 2012/2013 está a unas semanas de comenzar y, tras probar el FIFA 13 en Vancouver hace unos días, ya tenemos en nuestras manos una versión preliminar, pero muy avanzada, de Pro Evolution Soccer 2013.
Una evolución natural
La versión del año pasado de Pro Evolution Soccer 2012 logró evolucionar muy bien los cambios de PES 2011, el giro más radical de la saga en los últimos años, consiguiendo al fin una entrega que dejó bastante contentos a sus exigentes aficionados. Esta versión 2013 construye varias novedades sobre la muy buena base del año anterior, y descarta precisamente lo que menos nos gustó. Ese sistema para manejar a un segundo jugador usando el joystick derecho y los dos hemisferios de nuestros cerebros ha pasado a mejor vida, y Konami ha "cambiado el chip". Si el año pasado intentaron darnos un "control total" sobre el equipo implementado esta opción, este año apuntan a algo que nos ha parecido mucho más útil y, sobre todo, decisivo: el control total de la pelota.
Bautizado como "Full Control", Konami ha integrado un sistema para ofrecer a los jugadores un control más preciso de sus acciones. Para ello ha implementado un nuevo modificador de acciones. Pulsando el gatillo izquierdo (L2 en PS3, LT en Xbox 360), el juego pasa a un modo completamente manual. Una flecha de color blanco se sitúa alrededor de nuestro jugador, indicándonos la dirección de nuestra acción (tiro, pase, centro, etc.), permitiéndonos hacerla de forma completamente manual: indicando la dirección y también la potencia. De ese modo, podemos lograr los pases con la máxima precisión o, al menos, con la que merece nuestra habilidad.
La compañía ha dicho que han integrado esta opción por las peticiones de los fans, y lo cierto es que es una decisión muy acertada. Funciona muy bien como recurso, ya que jugar con algún grado de pase automático es cómodo pero, como bien sabrán los veteranos de PES, éste a veces falla. No es fácil que la máquina adivine bien lo que queremos hacer pulsando una dirección y el botón con cierta potencia, pero al mismo tiempo es cómodo jugar en automático. Estos pases manuales son para, precisamente, esos momentos que requieren precisión; esas jugadas complicadas, con muchos jugadores de nuestro equipo, en el que una mala decisión del sistema automático puede arruinarlas. El nivel de precisión de este modo manual es total, como también su exigencia. Por suerte, la flecha blanca nos indica claramente la dirección, mientras que con la barra de potencia medimos la fuerza. Es fácil, al principio, fallar pases y, sobre todo, pasarnos de fuerza. Pero una vez dominado esto, se convierte en un recurso muy útil, especialmente en las jugadas con demasiados jugadores en el área.
La otra cara de este "control total" es el control al primer toque y el dribbling de precisión, para lo que se usa el gatillo R2/RT, un botón que en la historia de PES siempre ha servido para este tipo de cosas. En esta ocasión, Konami nos reta a que pulsemos el botón para controlar el balón al primer toque, o incluso para hacer filigranas o controles orientados. La clave está en la sincronización, un añadido muy interesante que recompensa a los jugadores con mayor habilidad. Es un sistema que requiere práctica y dominio, y de hecho el juego cuenta con un modo de entrenamiento para familiarizarnos tanto con esta nueva posibilidad como con otra faceta del juego que se beneficia también de la buena sincronización: la defensa. Pulsando el botón de entrada en el momento adecuado (dos veces el botón de defensa) tendremos muchas más posibilidades de robar el balón, eliminando los "superpoderes" que ciertos jugadores habían desarrollado en el anterior PES. El joystick derecho, una vez liberado del control sin la pelota, sirve para hacer regates y filigranas como bicicletas o rabonas.
Más allá de esto, el juego mantiene el estilo de la versión anterior. Se ha rebajado la velocidad del juego, haciendo que el ritmo sea menor y más pausado, quizás para incentivar esta faceta de habilidad, precisión y sincronización. Se ha mejorado también la inteligencia artificial, especialmente en el caso del comportamiento de los equipos en defensa, aunque todavía hemos jugado muy pocos partidos como para saber hasta dónde se ha depurado este aspecto del juego. Lo que sí llama la atención a primera vista es el comportamiento de los porteros. No solo son ahora más inteligentes, sino que cuentan con un número de animaciones considerablemente mayor que el año pasado.
En general, a nivel jugable, PES 2013 supone un decidido paso adelante de Konami por buscar un estilo propio que recuerda a aquellos PES de PS2 en el que la habilidad lo era todo. El nuevo sistema de pase manual, las entradas de precisión y los nuevos controles y regates buscan que los jugadores expriman el juego hasta dominarlo, obteniendo con ello una gran ventaja frente a sus rivales. No es un cambio radical, sino un paso adelante hacia una jugabilidad más profunda, que vemos muy acertado.
Más personalidad en los jugadores
Una de las cosas que más destacamos de Pro Evolution Soccer en cada análisis es cómo el juego de Konami, pese a sus carencias en animación, logra ofrecer una experiencia muy especial gracias a la atención al detalle. Es cierto que desde hace años les falla la tecnología, pero también que es una delicia que, al controlar a estrellas como Messi o Cristiano Ronaldo, el equipo haya hecho el esfuerzo de intentar que no solo se parezcan a ellos en la cara, sino también en la forma de moverse. Esto es algo que ha caracterizado a PES desde siempre, y en la pasada generación juego tras juego descubríamos como el repertorio de jugadores "especiales" se ampliaba, viendo cómo Zidane hacía sus espectaculares ruletas o Ronaldinho jugaba con el balón pegado al pie.
Esta faceta se ha acentuado todavía más en esta versión de PES, elevando a más de 50 el número de jugadores con esa atención al detalle especial; incluso le han puesto un nombre: Player ID. Estrellas como Messi, CR7, Ribery o Rooney cuentan con una forma de correr, tirar o celebrar los goles especial, para resultar ellos mismos en el juego. No sabríamos decir cuántos jugadores hemos visto con este tratamiento, pero hasta en los equipos clásicos estrellas como Maradona (Malgani) o Pelé (Palm) cuentan con ese algo que los hace ser ellos.
Esto compensa en parte la permanente carencia de PES durante los últimos años, un sistema de animaciones que no se ha puesto al día en esta generación y cuyas limitaciones a veces llaman la atención. Aun así, los fans de PES que hayan disfrutado del juego anterior se sorprenderán con lo mucho que se notan estos detalles del "Player ID". A fin de cuentas, el juego incluye doscientos equipos, pero los más utilizados son siempre la veintena donde están las mayores estrellas, por lo que este sobreesfuerzo y atención al detalle en estas decenas de "jugadores especiales" brilla constantemente.
Sin grandes cambios en los equipos
Esta versión preliminar parece tener ya la práctica totalidad de los equipos disponibles. No hay grandes novedades en este aspecto. Contamos con la Liga BBVA, la Ligue 1 francesa y la Eredivisie holandesa al completo, con licencia oficial. La liga italiana está también al completo, pero sin el nombre oficial, mientras que la inglesa y la portuguesa solo tienen algunos equipos reales (Manchester United y los tres grandes portugueses, Porto, Benfica y Sporting). La liga alemana sigue sin aparecer (y no parece que lo vaya a hacer a corto plazo), pero el Bayern de Munich está entre el resto de equipos europeos, donde podemos ver a ilustres como el Anderlecht o equipos pujantes de los últimos años como el Zenit de San Petersburgo, entre otros. No están en la pantalla de exhibición general los equipos de la Copa Libertadores, sino en su propio apartado de exhibición, probablemente por extrañas consecuencias de los procesos de licencia.
Lo único que nos ha llamado la atención de la selección de equipos es la aparición de las selecciones nacionales clásicas sin necesidad de desbloquearlas. No sabemos si esto se mantendrá en la versión final o no, pero sería un detalle. Quizás haya gente que ni sabe que puede jugar con los combinados de ensueño de la historia de países como Holanda, Argentina, Brasil, Inglaterra, Francia, Italia o Alemania, y la "inclusión directa" se lo descubrirá. Como es de esperar, los nombres siguen siendo ficticios (pero los mismos de siempre), y no se ha ampliado el plantel a otras selecciones con su huequito en la historia del fútbol como Uruguay, Portugal, Rusia, Hungría, Checoslovaquia y, por supuesto, España. Por nuestros recientes méritos, nos imaginamos que dentro de unos años podremos disfrutar de un "Classic Spain" juntando a leyendas como Camacho, Butragueño, Gento, Zamora o Santillana con los ya entrados en años Raúl, Xavi, Casillas o Puyol. Por pedir, nos preguntamos qué complicados tejemanejes de licencias habría que hacer para poder tener a algún "Classic Real Madrid" o "Classic Barcelona".
Finalmente, los estadios son otra faceta del juego que ha recibido un gran protagonismo. Konami ha confirmado que el día de lanzamiento del juego contaremos con un contenido descargable que nos permitirá instalar, gratuitamente, todos los estadios de Primera División. En esta versión preliminar solo hay unos cuantos como el Vicente Calderón, San Mamés, Sánchez Pizjuán o el Bernabeu, entre otros, pero lo que destaca es que hay numerosos otros estadios, hasta hacer un total de 37. Considerando los que faltan de Primera, el número de estadios en el lanzamiento del juego se elevará a cerca de 50.
Aguantando el tipo hasta la próxima generación
Los primeros partidos a esta versión tempranera de PES 2013 nos han dejado el mismo buen sabor de boca que en el pasado E3. No es la revolución que todo el mundo espera que se produzca en la saga, algo que probablemente ya no pase hasta que las próximas consolas lleguen al mercado, pero sí una evolución acertada de lo mostrado el año pasado, un PES que ya dejó contentos a muchos de sus seguidores. Se han corregido sus errores, y la apuesta por el control de jugadores sin la pelota se ha desechado, cambiándola por otra idea muy diferente: la de la precisión en el control. Habrá a quien no le gusten estas nuevas opciones, sobre todo por la cantidad de recursos que ofrecen a los jugadores más expertos, pero a nosotros nos parece una muy buena forma de diferenciarse y de innovar siendo fiel a su estilo.
Aquéllos que hayan "cambiado de chaqueta" durante los últimos años y se hayan convertido en adeptos a FIFA difícilmente desandarán el camino, pero PES 2013 aguanta el tipo y tiene una marcada personalidad propia que recuerda a las mejores épocas de la saga, unos laureles que Konami sigue teniendo la obligación de intentar reverdecer, aunque tengamos que esperar un tiempo más para ello.
