El primer Kane & Lynch fue un título que gustó por la personalidad que desprendía, dentro del siempre genérico hasta la náusea terreno de la acción, aunque es bien cierto que su personalidad se quedaba en el dúo protagonista, pues la jugabilidad, como tal, no logró brillar con suficiente intensidad, lo que no por eso lo convirtió en un mal juego, sino, simplemente, en uno que necesitaba revisarse, localizar qué había hecho peor, y mejorarlo para lograr una calidad general superior.
Esta segunda parte está apuntando muy claramente en esa dirección, como hemos podido comprobar con la última versión de prueba que nos ha facilitado Square Enix Europe, una completa demo con cuatro secciones diferenciadas en la que hemos podido constatar que los desarrolladores del título están dando un buen paso adelante en su concepción del juego.
El cambio de aires, llevándonos hasta Shanghái, una de las urbes más populosas del mundo, y con ese toque exótico pero agobiantemente metropolitano que la caracteriza, es lo primero que nota el jugador. La ambientación parece ser uno de los puntos en los que más cuidado se ha puesto para esta segunda parte, titulada Kane & Lynch 2: Dog Days, y está claro que la decisión se demuestra como más que correcta.
Esta ambientación bien lograda es importante, porque el juego promete apostar por una acción muy intensa con pocos momentos para relajarse, pero eso, precisamente, hace que el jugador necesite ser consciente también del mundo que le rodea. No es lo mismo liarse a tiros en una ciudad desierta, en mitad del campo, o en el espacio exterior, que en una ciudad con millones de ciudadanos, un sitio que se percibe realmente vivo, y en ocasiones peligroso, algo que se logra gracias a esa combinación de ciudad descarnada, pero exóticamente asiática.
Habrá que ver, con la versión final, si tenemos luego tiempo real para disfrutar de esos entornos, pues lo cierto es que las secciones de prueba ofrecidas en esta demostración no daban apenas tiempo para nada. El título inyecta un ritmo de juego muy intenso en el que no se puede uno despistar ni un momento. La acción es, simplemente, continua, sin dar tregua en momento alguno, en una concepción cinemática que sirve para reforzar -y mucho- esta sensación, sobre todo cuando la cámara se mueve, como si estuviésemos en una escena grabada con cámara al hombro.
Es uno de esos pequeños trucos cinemáticos que van ganando presencia en los videojuegos, adoptando ese lenguaje del cine más allá de los cambios de plano. El uso de las cámaras es cada vez más importante, pues refuerza sensaciones, y está claro que se ha realizado un trabajo especialmente elaborado en este terreno para conseguir que los momentos de acción más intensa sean, también, agobiantes. Nos referimos, por ejemplo, a situaciones en las que los callejones son estrechos, sucios, asfixiantes, y la cámara, además, se agita nerviosa mientras la acción no se detiene ni un instante.
La sensación general, por tanto, es que IO Interactive, el grupo que firma la saga, ha conseguido mejorar la consistencia de la acción de este juego, en buena medida gracias a la inclusión de un muy eficiente sistema de cobertura, y un control que responde muy bien, apostando por el uso de las dos palancas analógicas del mando, que permite un paso muy dinámico de zonas de cobertura a acción abierta, haciendo mucho más fácil apuntar y disparar con fiabilidad.
Del mismo modo, hemos notado que los escenarios son mucho más interactivos, en la medida en que hay una física mucho más desarrollada a la hora de destruir los entornos, lo que les dota de un cierto dinamismo, que en este momento del juego, todavía con camino por recorrer en su desarrollo, no ha presentado fallos destacables. Igualmente, los enemigos se perciben mucho más astutos: son capaces de protegerse, y en muchas ocasiones no nos quedará más remedio que realizar una buena sesión de fuego de supresión para debilitar la estructura tras la que se protegen. Por supuesto, esconderse tras una columna es una buena idea, pero hacerlo tras mobiliario, por ejemplo, nos protegerá (y les protegerá) de unos disparos, pero tarde o temprano acabará hecho un colador sin función alguna.
Esto hace que dentro de la acción desenfrenada que se busca se encuentre un cierto componente estratégico para, en las situaciones más peliagudas, forzar que los enemigos vayan quedándose sin cobertura, o bien obligarles a emplear las menos útiles de la zona.
Pero claro, no nos vamos a engañar: tal y como sucedía con la primera entrega, esto mismo que se nos ofrece en Kane & Lynch 2 es el pan nuestro de cada día en este género… aunque en esta ocasión parece que se está logrando que la personalidad del juego destaque no sólo por su guión y su peculiar dúo protagonista, sino también con elementos distintivos en el terreno jugable.
Habrá que ver cómo cuajan en el conjunto global del desarrollo del juego, pero en las secuencias que hemos podido disfrutar en la demo los elementos novedosos experimentados ofrecen un buen resultado. Por ejemplo, se introduce una mecánica en la que nuestro personaje recupera energía por sí solo tras haber recibido una buena tunda, por lo que no dependemos absolutamente del compañero. Si conseguimos sobrevivir, ese momento será tenso, pero servirá como último resorte. No es, cierto, lo más fresco del género, pero es una inclusión jugable que funciona muy bien.
Hay que tener en cuenta, ante todo, que el título rehuye del realismo para apostar por un sistema de disparos rápido, muy eficiente, un sistema de salud muy generoso, y una acción arcade sin complejos que se aleja lo máximo posible del realismo. Además, los puntos de control para retomar la partida tras morir son abundantes, pero esto es algo que podría cambiar mucho en el diseño final de los niveles, así que habrá que esperar para ver si esta tendencia se mantiene. Quizás por esto hay una cantidad enorme de enemigos que salen a chorro ante el jugador, imprimiéndose de este modo buena parte del desarrollo intenso de las partidas.
Uno de los aspectos negativos que pueden derivarse de eso es que, precisamente, el juego puede terminar demasiado centrado en ese tipo de acción, descuidando una cierta variedad en su desarrollo. Las fases presentadas en la demo eran muy similares en su concepción, y es aquí donde puede verse uno de los potenciales puntos flojos de Kane & Lynch 2. Esperamos que, con la versión completa, la narración de los hechos, y todo el desarrollo de las fases, el juego gane en variedad, y corrija así uno de los aspectos que menos convencieron al público en su primera entrega, pues lo cierto es que en las fases ofrecidas para la demostración no nos podíamos hacer una buena idea de cómo será el conjunto final.
A nivel visual, está claro que los desarrolladores han realizado un buen trabajo a la hora de mejorar el aspecto técnico, con unos filtros visuales y un diseño de la ciudad que consigue transportarnos a todo el imaginario asiático asociado a una población como Shanghái. Al cuidado aspecto artístico se debe añadir también un sólido aspecto técnico que muestra una firme estabilidad en la tasa de imágenes por segundo y, del mismo modo, ausencia de fallos como baile de texturas o errores en la geometría de los modelados, por lo que confiamos en que el nivel técnico se mantenga, y quizás incluso mejore, de cara a su comercialización. Del mismo modo, el aspecto sonoro es contundente, y promete deleitarnos con los mismos diálogos estrambóticos que la primera parte.
Todo esto, unido a una apuesta por el multijugador que promete ser muy potente, con varios modos nuevos tanto en vertiente competitiva como cooperativa, parece apuntar a que Kane & Lynch 2 será un sucesor que logrará superar sin problemas a la primera parte. Habrá que ver, con todo, qué tal anda de variedad de situaciones, y si la historia está a la altura de sus protagonistas. En cualquier caso, será a finales de agosto cuando la versión definitiva del juego esté lista para ser mostrada, y esperamos que las buenas sensaciones se confirmen entonces.
