Hace casi un año vimos por primera vez el nuevo God of War, y fuimos los primeros sorprendidos al conocer su modo multijugador, una característica inédita hasta el momento en la saga, y que ya todos podéis probar gracias a la beta disponible en PlayStation Network. Es divertido, elaborado y razonablemente original, pero como amantes de la saga nos quedamos con ganas de ver lo verdaderamente importante en la serie, la campaña para un jugador.
En el pasado E3 vimos por primera vez a Kratos en acción en su nueva aventura, una demo en la que mostraban una de las nuevas características de esta entrega, el poder modificar el paso del tiempo, algo que parece estará principalmente relacionado con los aunque también servirá para congelar a los enemigos.
Una demo breve, muy espectacular pero que nos supo a poco, y que no hizo sino crearnos más ganas de echarle el guante al juego. Hace escasas horas en Los Angeles hemos podido volver a jugar a la campaña para un jugador, y este vez desde el inicio de la aventura, los primeros minutos.
Por si hay algún despistado que todavía no lo sepa, God of War: Ascension es una precuela, principal motivo por el que no se le considera la cuarta entrega, y transcurre seis meses después de que Kratos acabara con la vida de su esposa y su hija, tras ser traicionado y engañado por Ares. Tras esto Kratos rompe su pacto de sangre con Ares, por lo que es condenado eternamente a una peculiar prisión. Y en este alucinante lugar, un titán llamado Hecatonchires convertido por las Furias en una cárcel, donde comienza la aventura, con un Kratos encadenado al que tenemos que liberar.
Al ser los primeros minutos, nos refrescan las memoria con los movimientos básicos, aunque cualquier fan de la saga se encontrará como en casa, ya que la base de la jugabilidad no se ha modificado un ápice, y pronto ponemos en práctica los clásicos combos que todos conocemos, tan contundentes y sencillos como siempre, gracias a las Espadas del caos. Si bien el inicio de la aventura no es tan espectacular como el de God of War III, que es casi insuperable en este aspecto, Ascension también ofrece momentos e imágenes de mucho impacto, ya que la prisión de la que intentamos escapar es un enorme titán, aparentemente sin vida, que tiene guardadas algunas sorpresas.
En estos primeros compases perseguimos a Megera, una criatura mitad mujer mitad araña, una de la tres furias, las grandes antagonistas de esta entrega, que no dudaran en ir a por Kratos tras haberse liberado. Nos va lanzando unos insectos no muy difíciles de derrotar pero sí muy numerosos, que nos demuestran que, entre otras cosas, son capaces de poseer a los humanos, algunos de los muchos presos que se encuentran en esta prisión, transformándolos en peligrosos seres mutantes. Al poco de que acabar con algún que otro grupo de este tipo de criaturas, nos enseñan una de las nuevas mecánicas de la jugabilidad, el hecho poder coger armas enemigas, y utilizarlas como arma secundaria, en combinación con las Espadas del caos.
El botón asignado para esta acción es el círculo, y hace que el sistema de combate sea ahora más completo y profundo, al poder realizar combos con las Espadas del caos junto con el arma secundaria que hayamos recogido del suelo. En este arranque cogíamos una gran espada, pero también habrá otras como lanzas, martillos o tridentes. El sistema de agarre se ha mejorado y vuelto más complejo, y si enganchamos a un enemigo podemos hacer varias cosas con él, como golpear a otros enemigos o arrojarle, ya sea contra sus compañeros o al vacío, deshaciéndonos de él. También gracias al arma secundaria, mientras tenemos agarrado con las Espadas del caos a un rival, con el botón de círculo podemos estar realizando otro tipo de golpes sin soltarle. Los controles son tan buenos como siempre, precisos y ágiles, se mantiene el sistema de esquivar con el stick derecho, y acciones clásicas como el doble salto.
Tras perseguir a la huidiza Megera durante buen un rato, un grupo de insectos se introducen en el brazo aparentemente inerte del enorme titán sobre el que está construida la prisión. Este brazo se convierte en un nuevo ser, un jefe al que tendremos que combatir en varios momentos hasta acabar definitivamente con él. Se mantiene la clásica mecánica de debilitarle hasta que podamos iniciar un espectacular quick time event, pero una de las partes de este combate nos pareció bastante curiosa, al desarrollarse con una jugabilidad casi en dos dimensiones y con un toque plataformero, ya que para poder esquivar ciertos ataques nos teníamos que introducir en unos huecos en el suelo.
Vencimos al jefe en un primer combate, ya que no sería el único, y el escenario comenzaba a derrumbarse, iniciándose una sección de plataformas en la que Kratos se deslizaba por el suelo y teníamos que moverle hacia los lados para seguir por el camino correcto, mientras esquivábamos todo tipo de peligros. Acabamos en un foso del alcantarillado de la cárcel, y es cuando comprobamos cómo se ha mejorado el sistema de escalada, mucho más dinámico, libre y realista, similar a lo visto en la saga Uncharted. En general, respecto a la tercera entrega hay muchas más animaciones, y ya no da esa sensación de God of War III, que reciclaba algunos movimientos de los juegos de PlayStation 2.
Como bien sabéis es un clásico en la serie el intentar el más difícil todavía, sorprendernos con nuevas situaciones cuando ya creemos que no podemos ver nada más espectacular, y eso ocurre varias veces solo en la primera hora de God of War: Ascension, por lo que no queremos ni imaginar lo que nos deparará más adelante. En una entrevista que publicaremos en los próximos días a Mark Simon, diseñador jefe, este nos dijo que aunque parezca increíble, han conseguido subir el listón de combates como el de Cronos en la tercera parte, y no lo dudamos tras lo poco que hemos visto en el arranque de la aventura.
Avanzando por un pasillo lleno de celdas, en una escena muy cinematográfica, un juego que cuida mucho el movimiento de la cámara y los planos, de repente un enorme brazo arranca medio edificio, y combatimos dentro de este pedazo entre las manos del titán Hecatonchires, una especie de cubo que gira a su antojo, con nosotros y sucesivos grupos de enemigos dentro. Al escapar luchamos contra un cíclope, que gráficamente se ve mejor que nunca, con la clásica resolución de subirnos a su espalda y controlarle para golpear a otros enemigos. Después de esta escena, combatimos por última vez con el brazo del titán convertido en monstruo, y acababa la demo, que se hacía muy corta como siempre que jugamos a este juego, tan entretenido y espectacular como es.
También es muy continuista la verdad, y aunque con pequeños cambios jugables, al menos en el arranque no deja de parecer que jugamos a una extensión de God of War III, y sentimos curiosidad por ver cómo evoluciona más adelante, y si es capaz de sorprendernos en el plano jugable. Si realmente son relevantes nuevos elementos como modificar el paso del tiempo, o si lo de coger y utilizar armas secundarias es tan interesante como nos ha parecido en los primeros minutos. En cualquier caso los fans de la serie van a disfrutar de lo lindo.
Visualmente es impecable, partía de una base sobresaliente, y no han hecho más que mejorarla, con cambios más o menos sutiles como la mejorada iluminación o las animaciones en general. Es cierto que técnicamente ya no sorprende tanto como God of War III, han pasado varios años y aquel era un juego difícilmente superable en PlayStation 3, que ya no da mucho más de sí. Pero no todo es técnica, y en cuanto a trabajo en el diseño artístico, en escenarios bellos y espectaculares, criaturas a cada cual más horrenda y sorprendente, es sobresaliente, y promete convertirse en uno de los referentes gráficos de la consola.
La ascensión del guerrero
Parece que en lo que se refiere a novedades en esta entrega de God of War, han puesto toda la carne el asador en el modo multijugador, lo más revolucionario y fresco de Ascension. El modo para un jugador es "más de lo mismo", una frase que puede sonar despectiva, pero no en este caso, cuando más de lo mismo se refiere a una saga que en sus tres entregas de sobremesa ha sido sobresaliente. Estamos hablando de más acción, espectáculo, diversión y en definitiva, más Kratos repartiendo leña, lo que a todos nos encanta. Queda ya muy poco para que salga, el 13 marzo, y se va a convertir sin demasiados problemas en uno de los mejores juegos del año.