De todos es bien sabido que el género de los RPG no está en su mejor momento, sobre todo si comparamos el catálogo de juegos actual con el de pasadas generaciones. Los costes y tiempo de desarrollo en un mercado tan competitivo como el de los videojuegos ha obligado a muchas desarrolladoras a pausar o retrasar sus proyectos más de lo previsto o incluso a cancelarlos, como ha sucedido recientemente con el tercer título de Mistwalker para Xbox 360: Cry On.
Nippon Ichi, compañía japonesa vinculada a los juegos de rol -especialmente tácticos- y que ya nos trajo títulos a Europa como La Pucelle Tactics o Atelier Iris vuelve a la carga con la tercera parte de Disgaea, saga que nació en Playstation 2 y que cuenta además con una adaptación para Playstation Portable.
Una escuela muy peculiar
La historia nos pondrá en la piel de Mao, uno de los estudiantes más brillantes de la Netherworld Evil Academy, que no se rige precisamente por lo que todo el mundo conoce, sino que premia a los estudiantes más perezosos y castiga a los más trabajadores. Nuestro protagonista, que ni siquiera se ha dignado a pisar la escuela desde su apertura, en uno de sus delirios por derrocar a su padre -quien accidentalmente borró una partida de un videojuego al protagonista- decide tildarse de héroe para llevar a cabo su cometido. Así pues, con un cociente maligno de 1,8 millones y un buen puñado de compañeros, nuestro demonio particular emprende una de las aventuras más divertidas e hilarantes que podemos encontrar en el mundo de los videojuegos, incluyendo risas, personajes carismáticos y un sentido del humor un tanto especial.
Como todo buen juego de rol táctico, gran parte de nuestras operaciones estarán acompañadas de los menús, donde asignar las tropas de ataque, decidir estrategias acordes con nuestras necesidades, abastecer a nuestros compañeros con las mejores armas y armaduras de las tiendas, etc. Cualquier jugador de las anteriores entregas contemplará que el sistema de juego sigue siendo exactamente el mismo, con alguna que otra novedad destacable en las batallas.
Tortas cuadradas
A simple vista, el sistema de combate de Disgaea 3 parece idéntico al de sus predecesores, sin embargo, Nippon Ichi ha incluido una serie de mejoras para profundizar todavía más, si cabe, en este peculiar sistema que hará las delicias de los más acérrimos al rol táctico.
Antes de entrar en el belicoso mundo estratégico, pasaremos por un aula de la escuela que nos servirá para decidir cómo se ubicarán nuestras unidades y quién se queda en el banquillo. Aquellos quienes estén sentados juntos, serán más propensos a realizar ataques combinados, generando mucho más daño a los enemigos y facilitando las cosas en la batalla.
Una vez ultimados los preparativos comenzaremos las batallas desplegando nuestras unidades por el mapa bélico, que como viene siendo habitual en el género, estará dividido por cuadrados al más puro estilo tablero de ajedrez. Nuestro objetivo será avanzar y acabar con la amenaza enemiga antes que ésta acabe con nosotros, empleando numerosos ataques y habilidades que iremos aprendiendo a lo largo del juego y que dependen, claramente, de la clase del personaje que estemos controlando en ese preciso instante. Contaremos también con las conocidas torres humanas, que emplearemos tanto para generar un ataque a distancia lanzando un personaje contra el enemigo como para ayudar a una unidad a alcanzar un sitio elevado. La cosa no acaba ahí, ya que también tendremos la posibilidad de lanzar y recibir compañeros al más puro estilo béisbol, aunque sin el bate.
Además, se han especializado en esta entrega las armas, teniendo cada una ataques exclusivos que solo podrán ejecutarse si es el arma principal de nuestro personaje. Sin embargo, si queremos tener un equipo poderoso, nos interesará contar con el mayor rango de armas y especialistas posibles, por lo que si queremos desbloquear las habilidades de las armas para un personaje concreto, tendremos que gastar un poco de maná -que conseguiremos en el campo de batalla- para la transacción de poderes.
Los monstruos también tendrán un papel fundamental a la hora de luchar en las batallas, pues éstos podrán convertirse en valiosas armas para nuestros personajes y así acabar con los enemigos restantes, sin embargo, la transformación no durará eternamente, sino que a los dos turnos desaparecerá completamente.
Por otro lado seremos testigos de los efectos que suponen las piezas geo, que son unos cubos de colores que cubrirán gran parte del campo de batalla y que afectarán tanto positiva como negativamente a quienes osen colocarse encima. Emplear bien estos bloques es indispensable para hacer un buen papel en la batalla, aunque si lo preferimos, también podemos destruirlos -o modificarlos- para evitar que los enemigos se apoderen de los beneficios.
Conseguir nuevos objetos y mejoras para nuestros personajes en Disgaea no es igual de fácil que en los juegos de rol convencionales, en este Netherworld tendremos que vérnoslas con el Item World, que no son más que una sucesión de batallas en las que encontraremos los preciados objetos, no sin antes luchar con los monstruos que veremos en pantalla. Aquí no hay tregua para los nuestros, por lo que si queremos ser los más fuertes, tendremos que merecerlo en vez de pagar por ello.
Éste último punto también está aplicado para aumentar los atributos de nuestras clases de personajes, pues a partir del tercer nivel de juego tendremos acceso al Class World donde nos permitirán ganar movimientos, poder de salto y demás características para hacer que nuestro equipo sea lo más fuerte posible. Class World es uno de los modos más importantes a la hora de avanzar en el juego, y más teniendo en cuenta que el nivel máximo del juego no es 99, como en la mayoría de juegos de rol, sino que es 9999, una barbaridad.
Juego para rato
Si el desarrollo del juego nos parece corto -algo que a buen seguro no lo hará- siempre podremos hacer uso de las descargas propuestas por la filial japonesa, entre las que veremos personajes de anteriores entregas (como Mid-Boss o Aramis) e incluso de otros videojuegos de la compañía, como son el jefe supremo Priere -de La Pucelle: Tactics- o Marjoly de Rhapsody: A Musical Adventure. No obstante para acceder a según qué descargas tendremos que lograr primero una serie de objetivos en el juego original, como por ejemplo completar 150 pisos en el modo Survival.
Como ocurrió en el título original, una vez que hayamos derrotado al jefe final de la zona tendremos la posibilidad de volver a repetir los niveles con los personajes más fuertes o acceder a nuevos mapas extras a modo de epílogo. Aquí es donde precisamente Disgaea se desmarca de la competencia, pues hay muchísimas cosas por descubrir si queremos hacernos con el 100% del juego.
Además, hay que tener en cuenta que la obra de Nippon Ichi no está concebida para jugarla deprisa y corriendo, buscando las rutas fáciles para acabarnos el modo historia en un santiamén. Disgaea no va por ese camino, pues si es cierto que somos libres de hacerlo, pero si nuestras decisión es esa debemos avisar de que os cansaréis de ver un buen Game Over en la pantalla al no estar lo suficientemente preparados para los retos. Quedáis advertidos.
Desarrollo de la antigua generación
Si bien es cierto que los desarrolladores han puesto todos sus esfuerzos en conseguir una historia redonda y un sistema de combate que enganche -algo que ya consiguieron con la primera entrega-, emplear el mismo motor gráfico que sus anteriores entregas parece algo descabellado teniendo en cuenta, además, que estamos en la generación de la alta definición. Quizá sí que tendrían que haber mejorado algo los gráficos más allá de un par de efectos nuevos pasando a sprites de alta calidad como Braid, sin embargo, todos aquellos quienes dejen los prejuicios visuales aparcados y le den una oportunidad, entenderán por qué los gráficos pasan a un segundo plano.
La música por otro lado volverá a mostrarnos el placer de la batalla con unas melodías de lo más pegadizas y épicas, muy al estilo de las anteriores entregas. Los doblajes -tanto en inglés como en japonés, según prefiera el jugador- gozan de una gran calidad, aunque los más puritanos de buen seguro que seleccionan el audio nipón.
A la venta en febrero
A día de hoy son pocas las desarrolladoras que apuestan por un género tan peculiar como lo es el rol táctico, Valkyria Chronicles de Sega y esta tercera parte de Disgaea son claros ejemplos de que estos juegos todavía tiene cabida en el mercado de nueva generación. Lamentablemente, uno de los aspectos que se juzgan a primera vista son los gráficos, y éstos precisamente no lucen tan bien como deberían, por lo que más de uno se lo pensará dos veces antes de hacerse con el título; graso error, pues la obra de Nippon Ichi tiene todos los ingredientes para convertirse en una de de las grandes del género.
El 20 de febrero es la fecha elegida para que Mao comience sus aventuras en Playstation 3. Deseamos que la larga espera haya merecido la pena, y que todas las novedades con las que contará esta entrega de Disgaea resulten satisfactorias.