Darksiders ha descubierto algunas de sus bazas con un demo que muestra una fase que transcurre en una cueva. Tal vez no sea el escenario más idóneo para hacerse una idea de cómo serán los escenarios imaginados por Joe Madureira, pero sí para hacerse una idea de cómo será la jugabilidad del título.
War ("Guerra"), uno de los cuatro jinetes del apocalipsis, es el protagonista de este juego que mezcla la acción con elementos de rol. War tiene múltiples opciones para atacar a los enemigos. Cuando está a cierta distancia puede disparar su pistola Mercy ("Piedad"), al más puro estilo Devil May Cry, y para el cuerpo a cuerpo dispone de múltiples tipos de ataque con la espada. Los combos se realizan con X para el arma primaria y con Y para la secundaria, aunque en algunos interviene algún otro botón. Si quieres disparar la pistola cuando el enemigo está muy cerca puedes hacerlo con el gatillo derecho.
Una vez que has golpeado en varias ocasiones a un enemigo puedes rematarlo cuando aparece el botón B sobre su cabeza. Los golpes finales los parten por la mitad o los mutilan antes de arrancarles lo que les queda de vida. Son movimientos de belleza visual en los que War muestra su fiereza transmitiendo la sensación de que es poderoso pero no pesado ni torpe.
Chaoseater se suma a las espadas más míticas
El menú tiene un toque rolero. Por un lado tienes a tu personaje, para que veas con qué habilidades y armas vas equipado y sus características. La demo indica que una de las habilidades de War será la de ralentizar el tiempo. Entre las armas está Chaoseater, la inmensa espada que lleva War y que podría por sus características y su atractivo estar entre las espadas más conocidas de los videojuegos, y también se ve el guantelete seísmo, que provoca ondas sísmicas cuando está cargado.
La cámara de Darksiders es uno de los aspectos en los que cabe esperar que está trabajando Virgil Games. En este tipo de juegos con tan alto componente hack’n’slash se agradece que la cámara haga su trabajo, de forma que no tengas que estar pendiente de girar la cámara cuando estás enfrentándote a cuatro enemigos a la vez. Claro que en este caso hay que combinar ese tipo de acción con las posibilidades de exploración de los escenarios, que es la que condiciona el control de los movimientos. En Darksiders la cámara se controla como en un shooter, avanzando y moviéndola con los sticks. No plantea ningún problema irresoluble ni lo hace injugable ni mucho menos, pero es uno de esos detalles que el desarrollador aún puede mejorar.
Antes de avanzar un gruñido indica que por detrás se aproxima un enemigo, más potente y que lleva un gran cañón en la mano. Por suerte su ataque es muy lento y a base de esquivarlo y atacar con la pistola o la Chaoseater no tardas en liquidarlo y puedes hacerte con su arma: el cañón Fracture.
Hay juegos que te obligan a doblegarte a sus normas y son inflexibles, y otros más permisivos que te dan libertad para juguetear con diversas posibilidades según tus gustos. Darksiders pertenece a esta segunda categoría. Algunos de los periodistas que probaron la demo siguieron atacando con la espada o con Mercy, pero convertir al cañón Fracture en tu compañero durante un rato permite vivir una experiencia diferente. De hack´n´slash el juego pasa a tener un aire a lo shooter. Pero como Darksiders no es un juego de disparos, tendrás que esquivar a los enemigos y estar muy pendiente de los que surgen a tu espalda.
Fracture lanza unos pinchos que se clavan en el objetivo y que puedes hacer estallar –si no lo haces explotan al cabo de un rato-. Como arma a distancia no tiene precio. Los pinchos explosivos tardan un poco en recargarse, de ahí la lentitud del ataque.
Esta parte de la demo consiste en avanzar linealmente entre grupos de enemigos "normales" y otros armados con cañones Fracture y unas inmensas hachas de mano para los ataques cuerpo a cuerpo con las que pueden quitarte una de las tres barras de vida que tienes si te dan de lleno. Para agarrar el cañón pulsas A, y lo mismo para dejarlo. No obstante, esto puede suponer un problema cuando quieres pasar de Fracture al ataque cuerpo a cuerpo porque estás rodeado de enemigos, ya que se superponen dos funciones para dicho botón: coger/dejar el cañón y realizar un movimiento final para acabar con un enemigo.
Lucha con un minijefe a caballo y a pie
Tras dejar atrás el cañón para poder saltar un precipicio llegamos a la lucha con el minijefe de nivel. Se trata de una arena al más puro estilo circo romano. Por la puerta asoma un jinete sobre un corcel que deja ver sus entrañas y que galopa provocando una estela de fuego a su paso. Aunque sólo debes apuntar con el punto de mira cuando llevas el inmenso cañón, la demo nos enseña en este momento cómo hacer focus con el gatillo izquierdo en un enemigo, y hay que practicarlo con este enemigo, no sin antes deshacerse de los esbirros. La lucha es larga pero no muy difícil comparando la dificultad media de la demo, y se agradece que en este caso sí aparezca la barra de vida del enemigo.
Pero, en la mejor tradición de los juegos de rol, una vez que has terminado con tu enemigo el alivio dura sólo lo que tardas en ver un vídeo que te dice que tienes que volver a empezar la lucha, esta vez con el enemigo a pie.
La sensación general de esta toma de contacto con Darksiders es satisfactoria, aunque hay algunas cuestiones manifiestamente mejorables de las que siempre es difícil hablar cuando se trata de un juego al que le falta tiempo de desarrollo.
El aspecto gráfico en general es muy bueno; no podía ser de otra forma cuando el talento de Joe Madureira está al frente, aunque en ocasiones es algo abigarrado. Los personajes tienen personalidad y fuerza. La jugabilidad es ambiciosa, pero parece que encajan todos los elementos que Virgil Games quiere incluir, aunque en la demo faltan por engrasar bien los mecanismos para evitar que chirríe.
Darksiders llegará a las estanterías españolas para 360 y PS3 el 5 de enero de 2010.