Más de doce mil soldados dieron la vida en la isla de Peleliu durante la Segunda Guerra Mundial. La operación Stalemate II se cerraba así con una brutal victoria de las tropas estadounidenses frente a los japoneses que vendieron cara su rendición. Como en otros títulos de la serie Call of Duty, ésta será otra de esas grandes batallas históricas que los jugadores tendrán oportunidad de vivir en la nueva entrega de esta exitosa serie de títulos de acción, aunque como pudimos comprobar, en esta ocasión no será necesario hacerlo en solitario.
Mide tus pasos
Si anteriormente ya os comentamos algunas de las características más interesantes de Call of Duty World War, durante el evento Games Convention de Leipzig los desarrolladores de este nuevo capítulo de la serie, Treyarch, nos mostraron cómo se podía completar la espectacular operación Stalemate II junto a un amigo más mediante el juego cooperativo a través de Internet –con opción de jugar cuatro amigos a la vez, o dos a pantalla dividida-.
Como os podéis imaginar, este hecho dota al juego de un mayor grado de diversión ya que ahora por fin podemos contar con alguien que nos eche un cable a la hora de abatir a los enemigos, e incluso podemos plantear diferentes estrategias para vencer a los contrarios.
Si en anteriores juegos de la saga los aliados que combatían junto a nosotros no resultaban muy eficaces, ahora podemos correr por el entorno disparando a los rivales mientras nuestros compañeros, en este caso un único soldado, nos cubren con un rifle de precisión o fusiles. Igualmente, pudimos ver cómo mientras uno de los desarrolladores se encontraba en una trinchera disparando a un grupo de japoneses protegidos en un búnker, desde el que disparaban salvajemente e imposibilitaban el avance de las tropas, su aliado flanqueó su posición para, seguidamente, incinerar con el lanzallamas a todos los soldados enemigos que se encontraban en el interior del búnker.
Al respecto, el lanzallamas resulta un añadido realmente espectacular ya que en Treyarch han logrado captar a la perfección la fuerza destructora de este arma. Así, pudimos comprobar cómo se podía abrasar los árboles y maleza tras la que se ocultaban los japoneses, o cómo las lenguas de fuego se internaban en las estructuras enemigas haciendo salir a los japoneses envueltos en llamas. Estos enemigos, por otro lado, han sido recreados siguiendo las rutinas de ataque que mostraron en la realidad, por lo que no será nada raro ver cómo nos atacan por sorpresa saliendo de repente de túneles ocultos o tras la maleza –sus trajes usan elementos de la naturaleza para confundirnos-, e incluso encaramados en árboles –es espectacular ver cómo tras incinerarles, se quedan colgando en los árboles de una forma muy realista-.
Esta misión también nos sorprendió por su variedad y dimensiones. Empezamos el conflicto en medio de la selva, viviendo en ese punto combates más reducidos pero con unos enemigos que no dejaban de sorprendernos –incluso intentarán acuchillarnos con sus bayonetas-. Tras esto, salimos a una gran llanura en la que de repente, empezaron a aparecer japoneses desde todos los frentes. A partir de ese momento, recorrimos pequeñas aldeas, zonas selváticas, parajes desérticos machacados por el fuego de la aviación, que en muchos casos sobrevolaba nuestras cabezas con un ruido atronador… incluso varios tanques harán acto de presencia aumentando la espectacularidad de esta misión hasta cotas insospechadas.
En definitiva, este nuevo capítulo de la saga Call of Duty promete volver a sorprender a los aficionados a la misma alcanzando cotas de espectacularidad sorprendentes. El cambio de escenario bélico, así como la inclusión de la vertiente cooperativa o la llegada de armas como el lanzallamas prometen ofrecer una experiencia de juego lo suficientemente variada al resto de capítulos de la saga como para no aburrir a los más avezados en el género. Y precisamente por este detalle es por el que esperamos con tantas ganas el poder echarle el guante al juego lo antes posible, aunque habrá que esperar todavía unos meses.