Los juegos de Dragon Ball han sido una tónica durante años. Desde el estreno de la serie en televisión, a mediados de los años 80, han salido infinidad de juegos basados en la obra de Akira Toriyama, considerada unánimemente la introductora del comic japonés, el manga, en occidente. Desde juegos de lucha, los más numerosos, hasta otros géneros como la aventura o el rol, Goky y compañía han protagonizado una enorme cantidad de juegos, en prácticamente todas las plataformas, de variada calidad. Los últimos han sido todos de lucha, distribuidos por Atari en Europa, y siguen vendiendo muchísimo pese a que hace más de 10 años que ya ha terminado la serie. Tras el éxito de los Budokai, que tendrán su continuación este año, la compañía y Bandai, su partner japonés, lanzan ahora un nuevo juego de lucha, diferente a los Budokai, y de una nueva compañía de uno de los creadores de Street Fighter 2, Noritaka Funamizu.
Aunque el género siga siendo la lucha, en esta ocasión estamos en un juego diferente a los Budokai, como Atari y Bandai y han dicho en varias ocasiones y como de hecho tuvimos oportunidad de comprobar en el E3 cuando lo pudimos probar. Super Dragon Ball Z procede del arcade y eso se nota, por su estilo de juego rápido y accesible, y esta conversión a PS2 mantiene la mayoría de los elementos de la versión para recreativa, aunque elimina la opción de las "cartas", que los usuarios podían obtener y usar en todas las recreativas.
El sistema de juego de Super Dragon Ball Z combina ciertos elementos de los Budokai con otros clásicos de los Street Fighter. Por ejemplo, los botones están asignados a funciones típicas en los juegos de Dragon Ball, como salto, bloqueo, golpe y ataque de energía, y el movimiento es en tres dimensiones, pero los ataques especiales se realizan como en un juego de lucha habitual, usando giros de 90 grados para las "ondas vitales", y otras combinaciones más complicadas, como un giro de 180 grados, para maniobras más avanzadas como transformarse en super saiyan.
El juego también incluye movimientos de esquivar a un lado u otro, y todo tipo de ataques corriendo, para así sorprender al enemigo cuando esté intentando hacernos un super ataque. En este sentido el juego es mucho más rápido, y menos pausado que los Budokai, especialmente el Budokai Tenkaichi lanzado el año pasado. Si en este último podíamos volar por todo el escenario libremente, escondiéndonos del enemigo y preparando grandes ataques para cogerlos desprevenidos o sin defensa, en Super Dragon Ball Z no habrá demasiados momentos de pausa, o para planificar movimientos.
El combate es frenético, y el enemigo, o al menos el que está controlado por la inteligencia artificial, no dará descanso, constantemente intentando movimientos mortíferos contra nosotros; además, los movimientos de ataque corriendo, o volando, son lo suficientemente rápidos para que no podamos estar "pasando el rato" pensando qué superataque hacer. Esto diferencia al juego de los últimos títulos de Dragon Ball, centrados en intentar simular esos combates lentos de la serie, y lo acerca a otros títulos de la saga como los Butoden de Super Nintendo o los más criticados Ultimate Battle 22 o Final Bout para PS One.
Uno de los apartados más importantes en un juego de Dragon Ball es, naturalmente, el de los personajes. Los juegos de Dragon Ball siempre han destacado por incluir un gran plantel de personajes de la serie, comenzando siempre por los habituales como Goku, Vegeta, Piccolo, Gohan, Krilin, Trunks y los más importantes "malvados" como Freezer, Célula o Boo, e incluyendo también a otros personajes más o menos secundarios como los diferentes androides, las fuerzas especiales de Freezer o diferentes versiones de los personajes. Este nuevo Super Dragon Ball Z incluye 18 personajes, aunque en la demo solo estaban disponible 4 o 5, entre ellos Chichí. Cada personaje tiene una puntuación en cada apartado, como vida, ataque o defensa, y unas posibilidades de configuración por parte del jugador que incluyen la posibilidad de aprender hasta dos nuevas técnicas de otros luchadores.
Además de las habituales barras de vida y energía, esta última creciendo a medida que ataquemos, recibamos golpes o acumulemos energía, hay también unas barras de acción en la parta inferior de la pantalla, que medirá el uso que hagamos de habilidades como volar, correr o movernos hacia los lados. Además de la ondas de energía normales o los ataques especiales, habrá también movimientos definitivos que harán pararse el juego durante una décima de segundo, sin llegar a los niveles de dramatismo de Budokai, pero sí para darle a esos movimientos una importancia "cinemática" que refleje la cantidad de daño que pueden llegar a hacer.
A nivel gráfico Super Dragon Ball Z está en la línea de los últimos juegos de Dragon Ball, mostrando unos gráficos en Cell Shading que le dan a los personajes un aspecto manga muy acusado, aunque eso no ocurre con los escenarios que son en tres dimensiones "normales". A nivel gráfico no está tan avanzado, ni en detalle ni en número de animaciones, como Budokai Tenkaichi, aunque los gráficos cumplen a la perfección con su cometido.
Con un sistema de juego interesante, más orientado a la lucha frenética que los Budokai y los Budokai Tenkaichi, Super Dragon Ball Z llegará a las tiendas a finales del mes de junio. Por el momento no se sabe qué modos de juego incluirá aparte de los versus y etcétera, esperemos que algo con tanta profundidad y duración como los de la saga Tenkaichi. Pese a la "edad", Goku y sus amigos parecen incombustibles, pues cuatro meses después de este Super DBZ llegará Tenkaichi 2.
