Avance Soul Calibur 2

Cuenta la leyenda que en los tiempos antiguos existía una espada de poder inconmensurable, capaz de dividir océanos y de curar enfermedades; una espada con un poder sobrenatural propio del Más Allá. Pese a que nadie conocía ni sabía nada de la espada, los rumores se extendieron como un reguero de pólvora a través de toda Europa, y la espada se convirtió en el objeto preciado más buscado por innumerables guerreros. Las Soul Blade en realidad no eran una sino dos espadas gemelas que se alimentaban de las almas de aquellos que mataban, y consumían poco a poco el alma y la vida del portador, transportándolo a una espiral de locura, como sucedió con Cervantes, el antiguo portador. En la segunda mitad del siglo XVI, un guerrero en misión divina para el dios antiguo de la fragua rompió con éxito una de las Soul Blade. Desgraciadamente, al romper la espada sucedió lo contrario de lo deseado: el equilibrio de la energía entre las espadas fue destruido, y el mal de las espadas quebró la espiral de energía que las controlaba. La espada restante poseyó el cuerpo de un hombre que tomó la Soul Balde en sus manos, y emprendió una matanza a través de Europa. Macabros cuentos de masacres sin piedad sembraron el miedo a través del continente entero. Con todo, las masacres cesaron después de tres años. Pasaron 4 años más y los horrores de destrucción y muerte se convirtieron en una memoria distante, a la par que la gente volvía a sentirse segura. 4 años antes y como contestando a la llamada de la Soul Blade apareció una nueva espada de poderes sobrenaturales, la Soul Calibur. En una cruenta batalla los poseedores de ambas espadas se enfrentaron, siendo de nuevo destruida la restante Soul Blade y quedando la Soul Calibur como guardiana de las energías maléficas de la Soul Blade. Desgraciadamente, la paz fue breve. La espada maligna comenzó a mostrar su influencia, de nuevo a través del mundo entero. La gente transportó involuntariamente la espada a cada esquina del mundo en la forma de cascos del metal. Estos pedazos de la Soul Blade aún contenían energías malignas. Con la Soul Calibur perdida en el vacío, era solamente una cuestión de tiempo que las energías oscuras de la espada maligna infectaran el mundo entero. Las siguientes historias de espadas y de almas son de aquellos que persiguieron la Soul Blade por sus propios motivos y razones. Esta es, a grandes rasgos, la trama del beat ´em up más esperado de los últimos años: Soul Calibur 2. Soul Calibur II es, pese a lo que su nombre da a sospechar, la tercera parte de una saga de juegos de lucha con armas blancas. El primero de ellos, Soul Blade, apareció por primera vez en la System 11 de Namco en 1995, contando con una versión B y C con pingües novedades sobre la misma placa arcade en 1996. A esto le siguió una espléndida conversión a PSX, que mejoraba incluso en varios aspectos al arcade original, con una increíble intro y unos modos de juegos extra que aseguraban una longevidad en este tipo de juegos, hasta la fecha, desconocida. En 1998 y sobre una System 12 apareció Soul Calibur, lógica continuación de Soul Blade que aportaba unos gráficos ligeramente mejorados y nuevos personajes. Tras una rumoreada conversión a PSX que ocupó incluso las paginas de algunas revistas británicas, Namco nos sorprendió a todos con el primer título que dejó patente de lo que eran capaces los 128 bits: la versión Dreamcast de Soul Calibur. Hasta entonces, ningún otro juego había cosechado críticas tan unánimes dentro de este género, y su espectacularidad gráfica despertó infinitos elogios sin parangón. Ya en el 2002 y sobre la System 246 (una PS2 con el doble de Ram) apareció Soul Calibur 2 a la par que se anunciaban versiones domésticas para las 3 principales consolas de 128 bits: Xbox, GC, y la que aquí nos ocupa, PS2. El juego no deja de ser básicamente lo mismo de las anteriores entregas con un buen lavado de cara y algunas cosillas extras. La jugabilidad sigue siendo marca de la casa, fácilmente reconocible por su velocidad y por la vistosidad sin igual de sus combates. Los combates son uno contra uno en los que los personajes llevan armas (excepción hecha del convidado Heiachi Mishima) sobre un escenario tridimensional en el que te puedes mover a tu antojo, delimitado en ocasiones por limites sólidos (paredes, muros, vallas) o por los propios límites del ring cuya salida de los mismos penalizará con la pérdida del combate.

Soul Calibur 2 trae varias novedades con respecto a la versión arcade: En primer lugar y lo que llama la atención es la inclusión de personajes que no se encontraban en recreativa. Por un lado y como exclusivo de PS2 frente a los Link y Spawn de GC y Xbox respectivamente nos encontramos a un viejo conocido, Heihachi Mishima, personaje provinente de los Tekken de la propia Namco y que es la estrella invitada de esta versión combatiendo como siempre sin armas y a puño descubierto. Por otro lado, también encontramos la inclusión de un personaje exclusivo diseñado por Todd McFarlane. Gracias a las buenas relaciones de McFarlane Toys y Namco (McFarlane Toys hace los muñecos de Soul Calibur y Namco Usa está preparando un nuevo videojuego sobre Spawn, personaje estrella de la factoría McFarlane) se ha creado a Necrid, una especie de alienígena que también ambiciona la Soul Blade y que es capaz de usar las armas de todos los personajes (algo no muy novedoso dentro de la saga), aunque con la salvedad de ir cambiándolas ¡incluso dentro de cada round! El resto de personajes son los clásicos como Kilik, Mitsurugi, Ivy, Voldo, Nigthmare, Astaroth, Taki, Maxi, etc., con las consabidas incorporaciones de nuevos personajes ya en la recreativa como Kalim, Raphael, o Yunsung (que ocupa el sitio del fallecido Hwang en Soul Calibur).

Una de las cosas que más llama la atención al ponerse a jugar es que técnicamente sigue siendo increíblemente vistoso. Probablemente la buena dirección artística tenga gran parte de la culpa, muy superior a otros como VF4 o Tekken, ya que pese a que el juego resulta enormemente atractivo no representa un exagerado avance sobre la versión DC de Soul Calibur, que recordemos maravilló a todo el mundo hace casi 4 años. La animación es más fluida, se han incorporado límites sólidos a los escenarios, aumentado el detalle de los personajes y mejorado la iluminación, pero este Soul Calibur 2 carece de la capacidad de sorpresa que tenía el otro. También es cierto que era una época muy acostumbrados a los 32 bits de Sony aún, mientras que SC2 ha tenido que lidiar con bestias del calibre de VF4 Evolution y, sobre todo, DoA3, pero aún así sabe plantar cara muy dignamente.

A primera vista la jugabilidad del juego permanece intacta con respecto a anteriores entregas, una mezcla de velocidad, habilidad e intuición que quizás los más puritanos fans de los Virtua Figther tilden de simple o poco profunda pero que sin duda es rápidamente asequible para todo tipo de jugadores. Mientras que en VF 4 o cualquier Tekken cuesta un poco más de esfuerzo o entrenamiento hacerse con el juego, en Soul Calibur 2 es asombrosamente vertiginoso ver como un machabotones puede vencer y hacer combos frente a un jugador medio… Obviamente los jugadores más experimentados darán buena cuenta de los otros dos tipos con suma facilidad, por lo que podríamos decir que Soul Calibur 2 es el tipo de juego con una curva de aprendizaje vertiginosa en su inicio pero con un salto muy abrupto para llegar a ser un maestro.

Los modos de juego son los clásicos de la saga, con un modo Arcade, Versus, Survival, Team Battle y la estrella de todos, el Weapon Master, modo en el que vas haciendo sucesivas misiones a la usanza del Mission Battle del Soul Calibur de DreamCast, y que sirve junto con el modo arcade para desbloquear los jugosísimos extras que contiene el juego, tales como nuevos escenarios, personajes ocultos, embus (demostraciones de artes marciales), ilustraciones, y más de 12 armas por personaje.

Por lo demás comentar que la salida del juego PAL en Europa ha sido anunciada incomprensiblemente para septiembre, y que a buen seguro será esperada con impaciencia por los fans de la lucha ya que este juego vendrá a dar grandes dosis de diversión a un género que esta algo alicaído últimamente.