Larga ha sido sin duda la espera para los enamorados de la saga tras vivir las emocionantes aventuras en el Japón feudal de Jubei y de Eikichi Samanosuke desbaratando los maléficos planes de Nobunaga y Fortinbras. Y por fin ha llegado el momento de finalizar lo que desde el principio el señor Kenji Inafume concibió como una trilogía, si no tenemos en cuenta esos spin-offs que son el Onimusha Tactics de GBA y el Onmisha Buraiden en la misma PS2. El juego en esta ocasión, tras ser en Onimusha Warlords Eikichi Samanosuke y en Onimusha 2 Samurai´s Destiny el joven principe Jubei, en el papel no de un personaje, sino de dos , uno de ellos el ya conocido Eikichi Samanosuke , encarnado por el celebre actor japonés Takeshi Kanechiro , que en esta ocasión vuelve ya corvertido en leyenda , respetado por sus aliados y temido por sus enemigos y con el guante oni por bandera , junto a Jacques , nuevo personaje encarnado ni más ni menos por el famoso actor frances que se diera a conocer en "El gran azul" de Luc Besson , y evidentemente estoy hablando de Jean Reno.
Si las intros de los juegos precedentes ya eran apoteósicas, ésta es para un servidor sin duda la mejor intro de la historia. Por lo menos la mejor en CGs. No recuerdo nunca haber visto nada tan espectacular visual ni en el apartado musical, con uno de los más bellos fragmentos del Requiem de Mozart, el Dies Irae que ya había sido usado en anterioridad en otros juegos como en el escenario de Wolfang Krauser, el Final Boss de Fatal Fury 2.
Una sonora bofetada a George Lucas que debería verla para enterarse de cómo hacer un duelo de espadas, un derroche de imaginación y medios increíble que te va a dejar pegado al sofá y que te pone en situación: con Samanosuke invadiendo un castillo "viviente" en medio de una colosal batalla con un gran ‘deja vu’ a El Retorno del Rey, y que concluye con increíble combate contra un enemigo demoníaco, Garuganto. El nivel de calidad es tan alucinante que supera lo visto incluso en el trailer de FFVII Advent Children. Desde luego un 10 para Robot, compañía que se ha encargado del Opening. Se está preparando una película de Onimsuha por eso, y esperemos que sea Robot la encargada de hacerlo, porque tras ver todas las intros que ha realizado estamos en condiciones de afirmar que sería un auténtico bombazo.
El juego en esencia es el mismo de siempre, con la particularidad de que se han desechado los escenarios prerenderizados y ahora es todo tiempo real, lo cual personalmente no puedo decir que lo considere un acierto. Mientras las cámaras sigan siendo fijas y la interactuación con el entorno siga siendo mínima prefiero los escenarios renders por la sencilla razón de que liberan de carga poligonal a la consola y ésta puede dedicarse a exprimir todo su potencial en los personajes.
Así pues, en mi opinión Onimusha 2 contaba con unos enemigos y personaje más detallados, a la par de unos escenarios soberbios y la mejor recreación del agua que jamás haya visto, que era FMV. Habrá quienes prefieran las dosis de libertad, pequeñas dosis, que han aportado las 3D al global del juego, pero en mi opinión la perdida de brillantez es bastante notoria, y la interactividad con el escenario muy reducida como para justificar esa perdida. No me malinterpretéis, los gráficos de Onimusha 3 son espectaculares, con algunas estampas como la del castillo bellísimas y a años luz de de otros juegos recientes del mismo genero como Castlevania, solo que quizás un pelín de libertad de cámara hubiese estado mejor.
Mientras en Onimusha 2 teníamos la oportunidad de controlar al Oni mestizo Jubei y a 4 personajes más, en este controlaremos solo tres: Eikichi Samanosuke, Jacques y mínimamente Michelle. Jugar con Jacques y Sam es bastante alterno, cada poco la acción irá cambiando de lugar, e incluso en ocasiones deberemos alternarlos a voluntad, puesto que el desarrollo de la acción necesita de la colaboración de ambos. Porque muchos os preguntaréis qué pinta Jean Reno en el Japón feudal de 1582 en plena reunificación nacional, y que hace Sam en Paris en el 2004, ¿verdad?.
La historia tiene lugar en 1582. El primer Onimusha Warlords estaba ambientado en 1560 cuando Samanosuke tenía 24 años, por lo que en esta tercera parte tiene 46 (47 según el manual de juego), y la verdad que aunque está en plenitud de facultades físicas, el Sam de 47 años es más poderoso que el de 24, se nota la edad por la jerarquía. El enemigo a batir vuelve a ser Nobunaga, tras serlo en el Onimusha 2 y tras aparecer como nuevo demonio en el 1 gracias a la ayuda de Guidelstein que lo resucitó tras morir con una flecha atravesando su garganta y en un segundo plano tras el señor de los infiernos (Genma King) Fortinbras, enemigo final de Warlords. Es muy curiosa la mentalidad japonesa, capaces de demonizar a uno de sus mayores lideres militares de la historia y uno de los 3 grandes Shoguns que ha tenido nunca Japón. Aunque lo cierto es que Oda Nobunaga históricamente nunca fue recordado por ser pusilánime o magnánimo en sus acciones, más bien todo lo contrario. Quizás el hecho de que fuese cristiano, haciendo honor a la más sanguinaria de las inquisiciones, ayuda a demonizarlo.
Hay un poema que resume así los caracteres de los 3 grandes shoguns:
Oda Nobunaga: Si el pájaro no quiere cantar, mátalo inmediatamente.
Hideyoshi Tokichiro: Si el pájaro no quiere cantar, oblígalo a que cante.
Ieyasu Tokugawa: Si el pájaro no quiere cantar, espera a que cante.
Como podéis ver, tres maneras bastante diferentes de aproximarse a un mismo problema y toda una declaración de principios y filosofía. Pero volvamos al juego…
En el primer juego, Sam era un samurai más, en éste es toda una leyenda, respetado por las tropas aliadas y temido y reconocido por sus enemigos. Por lo que se ve, 22 años de guerra contra Nobunaga le han valido un gran reputación. Pues tras la invasión del castillo de Nobunaga por Tokichiro, tras un extraño incidente se ve trasportado temporalmente a Paris en 2004, donde Guilderstern, ese demonio con cabeza de Alien (o de marciano de Mars Attack) que creaba criaturas maléficas tanto para Fortinbras como para Nobunaga, está sembrando el caos con sus tropas del más allá y donde incluso la policía y fuerzas especiales francesas se ven incapaces de contener el ataque. Hasta que llega Sam, claro, que por el camino pierde todas las armas que tanto le costó ganar en Onimusha 1, para salvar el pellejo de Jacques, el ínclito Jean Reno. Tras un breve dialogo de besugos francés/japonés, es Jacques el que se ve envuelto en una misteriosa circunferencia de luz y viaja al pasado, donde cruzará y unirá armas con un joven Samanosuke de 24 años y con otro formidable guerrero llamado Heihachi.
A partir de este punto las aventuras de ambos se entrelazan para ir ayudándose mutuamente, y el Sam viejo contará con la inestimable ayuda de Michelle, novia de Jacques y personaje controlable durante breves pasajes del juego, y Henry, hijo de Jacques bastante insoportable. Por lo tanto las acciones de ambos irán por caminos diferentes hasta que en determinados momentos del juego convergen y necesitan de la colaboración de ambos para superar las trabas del escenario. Por ejemplo, Jacques deberá plantar un brote de enredadera en el pasado para que Sam 5 siglos después pueda bajar por ella. La interactuación temporal va más allá, así Sam deberá derrotar a algún enemigo en su forma humana Mori Ranmaru en el siglo XVI, y en su forma demoníaca tras ser resucitado por Guidelrstein en el XXI, lo cual da un pequeño toque de originalidad y le permite a Capcom ahorrar en la nómina de personajes.
En el juego y como menciono antes, los personaje empiezan con un gran problema en forma de barrera idiomática, que prontamente se resulve gracias a Ako, una especie de Campanilla de alas negras que acompañara a los protagonistas allá donde fueran, teniendo la capacidad de viajar en el tiempo a voluntad y con el don de hacer de traductor simultáneo. Así pues desde que aparece Ako, Jacques, Michelle y Henry aprenden japonés en cuestión de segundos, y japonés clásico del siglo XVI, poca broma. Aparte, Ako cumplirá ciertas funciones de ayuda durante el juego. Gracias a ella podremos conseguir ítems de cofres aparentemente inaccesibles ya que ella los abrirá y traerá para nosotros, así como cualquier ítem que se halle desperdigado por el escenario y en el que no hayamos reparado, amén de que dependiendo de su traje, de los cuales hay un total de 8 y resultará muy interesante recolectarlos todos, y siempre que lo hayamos equipado con las gemas necesarias cumplirá una función dependiendo de su color, ya sea rellenarnos la vida poco a poco, ayudarnos a capturar almas, ayudarnos a efectuar los Issen que son los demoledores counters, etc.
Los enemigos del juego la verdad no brillan por su calidad en comparación con Onimusha 2, para mí espectacular cumbre tanto dentro de la saga como dentro del catalogo de PS2. El paso a las 3D de los escenarios ha restado recursos a una consola a estas alturas ya no muy sobrada de ellos, y así los enemigos, sin ser malos, no son lo brillantes que eran en Onimusha 2. Su nivel de detalle es menor y hay que decir que sus diseños no son tan inspirados. Esto se nota sobremanera en los jefazos a lo largo del juego. Los de Oni 2 eran soberbios, con la mujer sapo y demás, mientras que los de este juego aparte de ser menos carismáticos son menos detallados. Genma Ranmaru o Guilderstern no pueden competir con el carisma de Gorgandantes.
El sistema de juego sigue muy similar, solo que los controles han sufrido una abismal mejora con respecto a los anteriores capítulos de la saga. Ahora podemos manejar el stick analógico y los controles vienen a ser como los de DMC, en contraposición a los robotizados movimientos de los anteriores capítulos que seguían más el modelo de los vetustos Resident Evil, que parece que por fin Capsule Computers ha desechado incluso para esa misma saga. Los ataques se realizan básicamente con un botón el cuadrado, mientras que los otros sirven para absorber almas, lanzar en ataque especial que cada arma y el círculo junto a R2 con Jubei lanzaremos flechas y con Jacques usaremos el látigo cual Tarzán, amén de que el botón principal servirá también para rematar a los enemigos que estén el juego, ya sea con la katana de Sam o pisándolos mientras les clavamos tres tiros en la frente con Jacques. Lo del látigo es una de las cosas más novedosas de esta entrega. En ocasiones y ante escollos aparentemente insalvables Jacques podrá usar una especie de aros flotantes para impulsarse con su arma sobre ellos, y no solo el látigo, sino también la lanza y la bola de pinchos, y así acceder a lugares hasta ahora insospechados. En ocasiones esos aros serán totalmente visibles y en otras deberás buscarlos, bien rompiendo objetos del escenario, bien interactuando con el mismo.
Si bien la variedad de ataques no es el punto fuerte del juego, sí lo es la variedad de armas y cada arma contara con su especial, que podrá ser potenciado subiendo el rama de nivel en el menú del juego. Pese a que Sam empieza el juego con las 3 armas mágicas con las que devolvía al más profundo de los abismos a Fortinbrás, tras viajar en el tiempo se queda solo con la katana clásica de su clan. Sí, Jacques viaja al pasado con una simple beretta, pero pronto ambos van recibiendo nuevas armas. Tres nuevas armas mágicas Sam, unas espadas gemelas, una espada de dos manos y una lanza pesada, mientras que Jacques primero recibe un látigo simple, luego el látigo de fuego, una lanza ligera y una arma pesada con bola de pinchos. Habrán más armas secretas , las que se puedan obtener completando esas arenas especiales de enemigos que ya existían en Onimusha 2, lso Phantom Realms, una especial para Samanosuke, la Bishamon y otra para Jacques, así como una pequeña sorpresa en forma de dos nuevas y demoledoras armas para Sam justo al final del juego. Michelle, por su parte, no cuenta con armas mágicas, pero sí un completo arsenal compuesto por ametralladora, escopeta, escopeta con mira laser y lanzagranadas.
Si bien a primera vista la jugabilidad de Onimusha 3 es bastante sencilla, por no decir simple, para los buenos jugadores tiene una curva de aprendizaje lo suficientemente exigente y con numerosos modos de dificultad que sabrá satisfacer desde a los menos hábiles a los más expertos. Ya que aparte de golpear con el combo clásico y los ataques especiales tenemos movimientos de cubrirsos, los clásicos counters, los issens, devastadores pero realmente complicados de ejecutar, movimientos de esquive, etcétera. Y luego están las estadísticas de final de partida y los muchos niveles de dificultad. Para empezar, el juego premia al acabar la partida el qué tal lo has hecho, hierbas has utilizado, veces has continuado y grabado, combos has ejecutado, etc., lo cual determina un ranking además de que cada vez que terminemos el juego se nos da acceso a un nuevo nivel de dificultad con algunos extras, hasta 4 niveles extra; y los extras son del estilo de trajes secretos o empezar con armas especiales la nueva partida.
Aparte hay extras en forma de minijuegos, como una galería de tiro con Sam y Jacques, un escenario extra, que cumple las funciones de ver qué pasó en determinado momento del juego con Heihachi, un modo de entrenamiento extra y un modo de puzzle extras, todos desbloqueables cumpliendo ciertos requisitos.
El juego sigue con su mecánica de matar a todo lo que se menee con una pequeñas dosis, gotas, de puzzle. Al estilo clásico Silent Hill o Biohazard, se trata meramente de utilizar el objeto encontrado en el punto A en el lugar B, ningún alarde de complicación, adornado con unos simpáticos puzzles en los puzzle chest que ya aparecían en Onimusha 2 y que nos darán acceso normalmente a joyas que aumentan nuestra capacidad mágica o nuestra barra de energía. Por lo demás sigue siendo un juego orientado muy fuertemente a la acción, cosa muy de agradecer y que lo hace tremendamente divertido. En Japón, además de vender casi medio millón de copias en su primera semana y contar con un evento presentación por todo lo alto con la presencia de Takeshi Kanechiro y Jean Reno, el juego ha venido acompañado de un curioso mando en forma de katana, el Soul Controller. Pese a su espectacularidad y bonito diseño, no es más que un mando corriente que tiene cruceta, stick y botones en el mango y el cual blandiéndolo y dando espadazos hace las veces de ataque. Curioso aunque anecdótico.
Poco más puedo añadir del juego, este magnífico juego que cierra la trilogía... ¿pero en realidad la cierra?.
Lo cierto es que Inafume ha confirmado que éste es el último Onimusha con estos protagonistas y este nombre, así que parece imposible que volvamos a ver tanto a Samanosuke como a Nobunaga. Sin embargo, no es menos cierto que el juego deja una posibilidad muy abierta y real a su continuación, eso es evidente tras ver la última escena del mismo. Y por eso mismo Inafume comentó que si este juego cumple las expectativas existe la posibilidad de crear una nueva serie en un nuevo periodo histórico, con un nuevo Gemna King (rey de los demonios, probablemente Hideyoshi Tokichiro, y con un nuevo protagonista, pero dándole a la vez un nuevo enfoque más fresco a la serie. Habrá que estar atento a los nuevos proyectos del Studio 2 de Capcom, autora por otro lado del recientemente anunciado Shadows of Rome y también de los Megaman, pero no creo que esto se produzca antes de las consolas de nueva generación. También está en proceso una película de Onimusha de la que se desconoce la trama, pero como tenga la calidad de la intro de este juego puede ser apocalíptica. En definitiva uno de los juegos del año que me ha dejado una impresiones muy positivas.