World of Warcraft va a convertirse este 2022 en "mayor de edad", cumpliendo 18 años desde su lanzamiento un ya emblemático 23 de noviembre de 2004 que cambió para siempre el género y la importancia de los MMORPG que ha dominado el juego de Blizzard durante casi una década en la que apenas ha tenido rivalidad alguna.
En este momento, sin embargo, es todo muy distinto y con propuestas de tanto éxito como Final Fantasy XIV, es más importante para Blizzard intentar dar en el clavo, pisar un poco el acelerador y ofrecer nuevo contenido de forma más habitual, nuevo contenido que este año llegará en forma de una novena expansión llamada World of Warcraft: Dragonflight que ya hemos podido jugar durante unas pocas horas para tener un breve anticipo de lo que está por venir al MMO.
Evocador Dracthyr, una combinación de raza y clase muy interesante para los amantes de los lanzamientos de hechizos
Como acabamos de decir, ya hemos podido probar durante unas pocas horas Dragonflight. Es poco tiempo para darnos una idea profunda de esta expansión (además de que en la alfa a la que hemos tenido acceso no estaban todas las zonas disponibles) pero sí que ha sido una prueba totalmente válida para ver y probar por primera vez algunas de las novedades más importantes que llegarán a World of Warcraft comenzando por el Evocador Dracthyr, una nueva combinación de raza y clase jugable que la propia Blizzard denomina como "clase avanzada" cuando queremos seleccionarla a la hora de crear nuestro personaje y que, por cierto, es la raza con más detalle y profundidad a la hora de elegir su personalización pudiendo escoger nuestro aspecto "humano" y también nuestra apariencia dracónica.
A nivel jugable los Dracthyr evocadores (recordemos que es una raza que de solo puede escoger esta clase inaccesible a su vez a las demás razas) son unos lanzadores de conjuros muy completos con dos especialidades, Devastación (para el daño a distancia) y Preservación (que nos permite curar y dar apoyo a nuestros aliados).
Nosotros decidimos jugar con la especialidad de DPS que nos permite liberar magia de fuego roja o magia arcana azul (pudiendo escoger en el árbol de talentos entre ambos caminos así que podríamos decir que en realidad es una especialidad de daño "doble" con dos caminos diferentes) bañando el campo de batalla de destrucción en una clase que nos ha dado la sensación de que va a ser muy interesante a la hora de hacer daño a masas, ya que muchos de sus conjuros son de área, apostando en muchas ocasiones por hechizos en forma de cono al estilo "aliento de dragón" algo que tiene bastante sentido ya que, a fin de cuentas, estamos ante unos herederos de dragones. Además, tened en cuenta que el alcance de estos hechizos no es excesivamente largo, estando ante una clase de daño a distancia, sí, pero a media distancia.
Por otro lado tenemos la especialidad Preservación, centrada en proteger y curar a los aliados gracias a la magia del Sueño Esmeralda y a las arenas de bronce del tiempo con poderes como Flor Esmeralda que nos permite curar en área hasta a tres aliados. En ambos casos el hechizo "básico" sobre el que se construye todo parece ser "Llama viva" un encantamiento que inflige 6166 p. de daño de fuego a un enemigo o sana 8152 puntos de vida a un aliado y que con sus críticos activa lanzamientos instantáneos o potenciados de otros sortilegios ofensivos o defensivos.
Nos falta profundizar mucho en el uso de los Dracthyr para aprender la rotación más interesante de ambas especialidades pero de entrada sus sortilegios de área, alternar entre la forma humana o dracónica dependiendo de las habilidades que vayamos a utilizar o su polivalencia nos ha gustado bastante y creemos que va a ser una clase muy interesante para aquellos a los que les guste el lanzamiento de hechizos a media distancia (sus ataques tienen menos rango que los de un mago, por ejemplo) y, sobre todo, para los que hasta ahora habéis disfrutado jugando a World of Warcraft con un sacerdote.
Un nuevo árbol de talentos que sobre el papel nos va a dar más libertad y va a ser muy polivalente
Otra de las cosas que más van a marcar la expansión y que ya hemos podido ver es el nuevo árbol de talentos que se divide en dos, teniendo por un lado un árbol con habilidades generales de la clase y, por el otro, uno propio de la especialidad, dividiéndose "a medias" a la hora de repartir puntos, al menos a nivel 60, con 26 de los 51 puntos disponibles para repartir en esta alfa para el árbol "general" y los otros 25 para el de nuestra propia especialidad.
La parte del árbol dedicada a nuestra clase, al menos con el Evocador y con el Caballero de la Muerte, se divide en tres caminos o rutas diferentes de las cuales podemos ir cogiendo ciertos poderes y habilidades propias de la clase como, en el caso del DK, Cadenas de Hielo, Golpe Letal o Levantar Muerto que son las tres "habilidades" que inician los caminos propios de la clase, mientras que el árbol de la especialidad se divide en dos "caminos" con múltiples opciones.
Este árbol de habilidades nos recuerda a su manera al árbol más clásico de World of Warcraft, aunque con un toque más avanzado y profundo que el de los inicios del juego. Sobre el papel nos va a dar mucha más libertad a la hora de crear nuestro personaje y de elegir qué queremos incorporar para él a la hora de jugarlo, siendo algo muy jugoso, sobre todo, para aquellos que tengáis mucha experiencia con una clase y queráis personalizar mucho más lo que puede hacer en el campo de batalla aunque habrá que ver si Blizzard con este giro va a conseguir que los jugadores realmente aprovechen esta polivalencia o si va a ocurrir como casi siempre, que la mayoría va a llevar los mismos talentos copiados de su guía o jugador de referencia para maximizar el daño o poder de su clase.
Una nueva interfaz, los jinetes del dragón y una nueva tierra que explorar
Un factor clave de esta expansión va a ser una nueva interfaz totalmente personalizable a la que ya hemos podido tener acceso y con la que Blizzard quiere, lo primero, adaptarse a los tiempos que corren con unos menús que no abandonan el toque clásico pero que vemos mucho más redondeados, finos y con más resolución y; lo segundo, reducir al mínimo el uso de addons por parte de la comunidad, algo que lleva haciendo años.
Al poder probar el juego durante no demasiado tiempo no nos quisimos pararnos a trastear demasiado con los cambios de interfaz, pero sí pudimos ver unos cuantos menús y opciones de personalización para recolocar o cambiar de tamaño, posición y/o aspecto las barras de acceso rápido a las habilidades o distintos marcadores, aunque el propio juego ya nos deja claro en la alfa que esta nueva interfaz es uno de los puntos en los que aún están trabajando por lo que es no sería raro que estas herramientas sufran modificaciones en el futuro.
También pudimos hacer unos cuantos vuelos con las nuevas monturas y habilidad de Jinete de dragones, pudiendo planear, hacer picados y avanzar a una velocidad mucho más rápida que con una montura normal si controlamos bien sus mecánicas y con ciertos límites de agotamiento de nuestro dragón a la hora de utilizar estas habilidades potenciadas como la caída en picado para sorprender al enemigo.
Por último, en esta prueba pudimos visitar las Tierras Azures, la tercera zona de las Islas Dragón presentes esta nueva expansión que combina unos bosques de aspecto otoñal con ciertas zonas nevadas muy atractivas para la vista, y que nos pareció una zona bastante bonita a nivel visual aunque, en este caso, poco sorprendente y nada que no hayamos visto ya en otras regiones de Azeroth, algo que, por otro lado, es difícil de conseguir en un juego que tiene tantos años a sus espaldas.
Los dragones vuelven para salvar Azeroth
En un tiempo en el que World of Warcraft parece estar "amenazado" por rivales como Final Fantasy XIV o Elder Scrolls Online (dos MMORPG al alza aunque a ritmos diferentes), Blizzard ha decidido jugar la carta del retorno de los dragones con una expansión que aún no sabemos cómo va a funcionar, ya que en esta prueba solo hemos podido ver una fracción de todo el contenido que traerá bajo el brazo.
Lo que sí podemos deciros es que la nueva combinación de raza y clase, Evocador Dracthyr, tiene pinta de ser muy divertida en cuanto dominamos su rotación, apostando por el daño o la curación de masas con muchos sortilegios que casan perfectamente con una raza dracónica y que los nuevos árboles de talentos y su división entre talentos de clase y especialización, sobre el papel, nos van a dar mucha variedad, polivalencia y libertad a la hora de crearnos un personaje a medida, aunque habrá que ver si no acaba siendo víctima una vez más de las guías y caminos muy marcados que hacen mucho más daño, aguantan mucho más o curan de forma más efectiva que el resto.
*Hemos realizado estas impresiones tras probar la alfa de World of Warcraft: Dragonflight gracias a un código proporcionado por Blizzard.
