Mannfred von Carstein, el último y más peligroso de los Condes Vampiro, se dispone a asediar el castillo de Templehof, en las tierras sombrías de Sylvania, hogar de los No Muertos. Un inmenso ejército de zombis y esqueletos forma la vanguardia, escoltado por una bandada de murciélagos que, desde al aire, hostigan sin tregua las líneas enemigas. Desde la retaguardia, manadas de huargos y Varghulfs cargan contra las últimas tropas en pie. Los No Muertos se hacen con el control del castillo, que pasa a formar parte del clan de los von Carstein, y todas las unidades enemigas caídas son revividas para unirse a sus tropas. Y es que cuando un Conde Vampiro está cerca, las reglas del juego cambian: su influencia vampírica afecta todo lo que esté cerca, retornando a los muertos a la vida y corrompiendo el entorno, volviéndolo mortífero para toda criatura viva.
La primera toma de contacto con la campaña de los Condes Vampiro de Total War: Warhammer no podía dejarnos con mejores sensaciones. Tras jugar varias horas pudimos confirmar lo que ya intuíamos: Total War Warhammer será épico, será masivo, y será, probablemente, el Total War más complejo y completo hasta la fecha. Y, sin duda, también el más novedoso y diferente. Todo el rico universo Warhammer, su historia, sus personajes, su ambientación, sólo podía ser plasmado en un lienzo hecho por los veteranos The Creative Assembly con su aclamada saga de estrategia.
Será la primera vez que el estudio inglés ambienta la saga en un mundo fantástico, y lo ha hecho con el rigor y el mimo que han caracterizado sus anteriores trabajos. "Ha sido un proyecto titánico" nos cuenta Scott Pitkethly, Lead Programmer de Creative Assembly, "Puede que trabajar sobre una ambientación fantástica en vez de real parezca más fácil y te dé mucha más libertad, pero lo cierto es que el mundo de Warhammer es tan rico y tan profundo, que casi tiene más historia que la propia Historia".
Total War: Warhammer, de hecho, no dejará de ser un juego de estrategia histórica, aunque ésta no sea real. En vez de Napoleón o Atila, manejaremos a Karl Franz, Emperador de los Humanos, o a Thorgrim, el Gran Rey de los Enanos, y en vez de cañones y caballería, volaremos a lomos de grifos y dragones y dirigiremos ejércitos de gigantescos monstruos. Esto le dará un dinamismo y una versatilidad asombrosas, haciendo posible las batallas más épicas que hayamos visto en un Total War.
Las facciones serán la gran novedad del título, con cuatro razas iniciales luchando por la supremacía en el Viejo Mundo: el Imperio (la nación humana), los Enanos, los Pieles Verdes (Orcos y Goblins), y los Vampiros. Cada facción tendrá sus propias fortalezas y debilidades, lo que le otorgará el toque de rol que no habíamos experimentado antes en la saga, que se basaba más en conseguir el mejor ejército posible y en ser más o menos diestros en la estrategia. En este caso para ganar las batallas no sólo tendremos que hacernos con un ejército numeroso, sino adaptarlo a nuestros enemigos o a nuestras propias preferencias: los Humanos y los Enanos serán razas orientadas al combate con armas de fuego y a la tecnología, los Pieles Verdes tendrán un estilo de combate más primitivo y preferirán las armas afiladas, mientras que los Vampiros harán uso de su magia.
A su vez, la inclusión de los Lores Legendarios y los Héroes aportará un grado de personalización que lo convertirá en un título muy rejugable, ya que la experiencia cambiará mucho dependiendo de con qué personaje juguemos. Los Lores Legendarios serán personajes míticos del universo Warhammer y el núcleo de nuestros ejércitos. Tendremos ocho entre los que elegir (dos por cada raza) y cada uno de ellos tendrá su propia jugabilidad, historias individuales y atributos, basados en el folclore de Warhammer. Todos ellos dispondrán de un árbol de habilidades bastante variado y para todos los gustos, y misiones secundarias exclusivas con las que conseguiremos objetos y armas legendarias, e incluso monturas especiales que mejorarán notablemente nuestra eficacia en combate.
La función de los Lores Legendarios, a grandes rasgos, será la misma que los Generales en los juegos anteriores, es decir, guiar a las tropas a través del mapa e inspirar y fortalecer la moral de los ejércitos. Los Héroes, por su parte, serán el equivalente a reclutas de alto rango y los segundos al mando, justo por debajo de los Lores. Una de las grandes diferencias entre Total War: Warhammer y las anteriores entregas es que los Lores Legendarios serán personajes más orientados al combate, tanto físico como mágico, por lo que no será raro verlos en el lugar de la acción, dado el hecho de que son inmortales. De este modo, conseguiremos un vínculo mucho más estrecho con los personajes, lo cual es un gran acierto porque nos permitirá adentrarnos más en la historia y que la experiencia sea mucho más personal.
La diplomacia, que era uno de los puntos que más dudas suscitaba, seguirá siendo un pilar importante en el juego, aunque con algunas variaciones y complicaciones. Será mejor, y mucho más fácil, formar alianzas entre facciones de la misma raza, pero no todas ellas tendrán interés en el politiqueo: Humanos y Enanos se mostrarán más abiertos a formar alianzas y tratados, al contrario que los Orcos y Goblins, que preferirán solucionar los problemas a base de fuerza bruta y baños de sangre.
Aun así, todo el mundo tendrá la capacidad de desarrollar la diplomacia y, aunque no lo parezca, también será posible formar una alianza entre distintas razas, aunque evidentemente tendremos que andar un largo camino y cumplir muchos requisitos para que esto ocurra. No será raro, al mismo tiempo, ser traicionado por nuestros aliados, pues no sólo existirán asperezas entre razas, sino también entre facciones (irónicamente, será un rasgo bastante distintivo de los Humanos). A pesar de todas estas complicaciones y retos, y lejos de volverse tediosa, la diplomacia se nos antoja más profunda e interesante.
Jugar como Condes Vampiro será una experiencia completamente nueva y muy interesante debido a su jugabilidad basada en el uso de magia, tanto en combate como de "moneda de cambio": a parte de lanzar poderosos ataques y hechizos, los Condes utilizarán su magia para reclutar tropas, revivir a los muertos y desplegar toda clase de criaturas monstruosas, incluyendo algunas de las mejores unidades aéreas del título. La Corrupción Vampírica, la mecánica clave de esta raza, será la influencia que ejercerán algunos Condes en el mapa de juego.
Allí dónde estén se creará una atmósfera oscura que cambiará el aspecto de las provincias cercanas y fortalecerá los ejércitos de No Muertos, debilitando a su vez a las demás razas. Del mismo modo, si se encuentran en tierras no corrompidas, tanto ellos como sus tropas se debilitarán con cada turno que pase (como ocurría en los anteriores Total War con las condiciones meteorológicas). La Corrupción Vampírica también tendrá un efecto desestabilizador en los pueblos cercanos, reduciendo el orden público y desencadenando rebeliones vampíricas que nos serán muy útiles para garantizar nuestra expansión.
Los ejércitos bajo el mando de los Condes Vampiro incluirán unidades de zombis, esqueletos e incluso seres etéreos, capaces de acabar con grandes criaturas y muy difíciles de eliminar sin algún tipo de ataque mágico. Contarán con unidades pesadas, como lobos huargo y Varghulfs, con una gran potencia de ataque y muy resistentes, y devastadoras unidades aéreas como Dragones, Fell Bats y Terrorgheists. Habrá cuatro tipos de Héroes Vampiro distintos, con un estilo de combate enfocado a la magia, al cuerpo a cuerpo o una combinación de ambas, y con bonificaciones que pueden ir desde dañar los campamentos enemigos cercanos, hasta asesinar a sus Lores y Héroes.
En cuanto al apartado gráfico, éste no representará un gran salto respecto a la última entrega, pero su cuidada ambientación hará que luzca mejor y que sea más espectacular. La interfaz ha sido renovada y será más clara y accesible, y el sistema de construcción más variado y con más posibilidades. Todas estas mejoras, junto con la introducción del combate aéreo, serán la guinda que harán este título aún más apetitoso.
Con todo, Total War: Warhammer parece que será otra demostración más del buen hacer de The Creative Assembly y el perfecto homenaje para todo un hito de los juegos de rol. ¿Por qué ha tardado tanto en llegar? Uno no puede evitar preguntárselo. Era como una historia de amor predestinada, y aún así han tenido que pasar muchos años, y muchas entregas de la saga, para que acabara haciéndose realidad. A los que el universo Warhammer no les atraiga, seguirán encontrándose con un título de estrategia de primer nivel, más profundo, y con una ambientación espectacular; para los fans de Warhammer, este será el juego que siempre han estado esperado. Total War: Warhammer se pondrá a la venta en PC el 24 de mayo.
Fuimos invitados por SEGA a un evento celebrado en Chichester (Inglaterra) donde pudimos probar el juego.