Siempre hay espacio para proponer cosas nuevas en el mundo de los videojuegos. En esta ocasión tenemos que hablar de una nueva producción por parte de Digixart, un estudio francés que ha destacado en sus videojuegos por una fuerte carga de decisiones y narrativa, metiendo al jugador en historias de lo más inmersivas. Fue el caso de Road 96 y 11-11: Memories Retold, dos títulos muy destacados y bastante únicos dentro del género de la aventura.
Ahora nos presentan Tides of Tomorrow, que sigue la estela de sus más recientes desarrollos, aunque en esta ocasión marcado por una atractiva componente online. Básicamente, estamos ante un multijugador asíncrono en que compartimos protagonismo con jugadores de todo el mundo. Nuestras decisiones importan, pero también estaremos muy influenciados por las que toman otros usuarios, de manera que podremos sacar provecho de ellas (o también sufrir sus consecuencias).
Una aventura de supervivencia marcada por las decisiones de la comunidad
Hemos tenido acceso a una breve demostración jugable en que hemos jugado los primeros compases de esta peculiar historia multijugador. Una vez seleccionado nuestro tidewalker, se nos arroja a un planeta acuático, Elynd, que ha quedado gravemente afectado tras una gran inundación.
Una plastificación letal (la plastemia) amenaza nuestra existencia y debemos colaborar para encontrar -junto a otros muchos jugadores- la solución a esta situación tan terrible. Somos la última esperanza de la humanidad.
En realidad, Tides of Tomorrow funciona en la práctica como una aventura single player, pero tiene una característica única que lo hace diferente y particularmente original. Se trata de que antes de comenzar cada partida debemos escoger el jugador al que deberemos seguir. En este caso, seguimos los pasos de otro usuario humano (aunque también se plantean bots) y lo interesante está no solamente en ver lo que ha ido haciendo en los eventos narrativos, sino en aprender de sus errores.
Por ejemplo, había una sección de sigilo en que podíamos ver aquellos escondites que no funcionaron con ese usuario que hemos escogido como guía. Así, aprendimos a usar otras estrategias y burlar a nuestros perseguidores. Aquí la comunidad de jugadores funciona como una ayuda a la hora de superar desafíos, y ese es el toque distintivo de una aventura que se podría decir que es cooperativa asíncrona, porque se sustenta en los pasos que ya dio un compañero en una partida anterior.
Pero hay más. En el juego hemos de tomar decisiones, y estas definirán nuestra personalidad. La propia aventura nos etiqueta como jugadores pacíficos, que buscan problemas, acaparadores o que son cooperativistas. Tú mismo podrás ver esta etiqueta antes de seleccionar el jugador que te servirá de guía. Tus acciones también harán que los que vengan detrás deban afrontar la acción de distintas maneras.
En nuestra partida, nos encontramos con un par de situaciones que ejemplifican a la perfección lo que es Tides of Tomorrow. Visitamos un escenario conocido como Mercadia para encontrar ozen, una sustancia útil para resistir los efectos de la plastemia. Debido a que decidimos quedarnos con todo el material, los que nos decidan seguirnos en sus partidas encontrarán el lugar cerrado y bien vigilado. Esto determina la forma en que progresan en su historia.
Por otro lado, también escogimos la opción de quedarnos todo el ozen y no compartirlo, aunque dejamos algunas unidades escondidas para aquellos que inspeccionen el lugar. Cuando lleguen, no encontrarán mucho, pero al menos podrán hacerse con parte de esta sustancia. Es decir, hay una acción y reacción a todo lo que vivimos, con lo que cada partida es realmente única dependiendo de la persona a la que decidamos seguir. El concepto es potente y francamente original.
La forma que adquiere el videojuego es la de un simulador en primera persona. En esta sección no teníamos mucha libertad de movimiento, con escenarios muy guiados, lineales, en que incluso acciones como escalar o deslizarnos estaban bastante predefinidas. Hay algo de exploración, usando chatarra para abrir nuevos caminos al estilo de arreglar un puente o una escalera (algo también con implicaciones para otros jugadores que vengan detrás). Sin embargo, no esperéis una aventura de acción como tal, sino algo mucho más centrado en la narrativa y las decisiones.
Un aspecto jugable importante reside en las visiones o mareas del tiempo. A medida que nos movemos por los escenarios encontramos determinados puntos que nos desvelan información clave, o bien aspectos curiosos sobre los tidewalkers que jugaron previamente. Podemos ver sus rastros, algo que nos ofrece pistas sobre lo que hicieron. Es una característica llamativa, que básicamente da justificación al enfoque de multijugador asíncrono en que se basa el juego.
Tides of Tomorrow es por tanto una experiencia para un jugador poco convencional, porque en realidad está muy apoyado en la formación de una comunidad que está destinada a cooperar. Las decisiones son la piedra angular de este curioso planteamiento jugable, aunque habrá que ver hasta qué punto es determinante y sobre todo estimulante. Lo comprobaremos relativamente pronto, cuando el juego llegue a PC, PlayStation 5 y Xbox Series el próximo 24 de febrero.
Hemos realizado estas impresiones con un código de prueba para PC que nos ha proporcionado Digixart.

























