A pesar de no ser perfecto, Steam Greenlight se está convirtiendo en un genial sistema para que muchos pequeños estudios puedan dar a conocer sus juegos y así intentar convertirse algún día en parte del catálogo de la exitosa tienda digital de Valve, ya que, en el mercado de PC de hoy en día, si no estás en Steam es casi como si no existieras. Entre esos juegos que han conseguido la aprobación de los usuarios y han obtenido la ansiada luz verde nos encontramos con Mayan Death Robots.
Su "historia" (por llamarla de alguna forma), nos cuenta cómo unos gigantescos robots alienígenas llegaron a la tierra hace 600 años y se convirtieron en los dioses de las diferentes tribus mayas para guerrear entre ellos en un programa de televisión de duelos a muerte que disfruta de muchísimo éxito en toda la galaxia. Este alocado punto de partida se traduce en un juego exclusivamente multijugador local (no hay posibilidad de jugar contra una IA o contra otros jugadores a través de internet) en el que tendremos que competir para destruir el núcleo de nuestro rival usando las armas del personaje que hayamos escogido.
A nivel jugable estamos ante un título que nos ha recordado inevitablemente a la veterana saga Worms, aunque con un planteamiento mucho más directo, rápido, ágil y sencillo que el de los gusanos de Team17, ya que ni hay tantísimas armas, ni tendremos que preocuparnos de un grupo completo, ni existen modificadores como el viento para modificar la trayectoria de nuestros proyectiles, etcétera.
El desarrollo de las partidas es por turnos, pero a la hora de actuar ambos contendientes atacarán a la vez. En cada ronda nos darán unos instantes para escoger un arma de entre las que tengamos disponibles y una vez la hayamos seleccionado, aparecerá un contador de cinco segundos, tiempo que tendremos que aprovechar para apuntar antes de que se produzca la ofensiva, independientemente de lo bien o mal que hayamos afinado. Pasado esto, vuelta a repetir una y otra vez hasta que alguien consiga destruir el núcleo de su enemigo.
Evidentemente, en Sileni Studios saben que limitarse a esto sería demasiado básico, así que han añadido un buen número de características que nos obligarán a medir muy bien lo que queremos hacer en cada turno. Para empezar, la única forma que tendremos para movernos por el mapa será saltando, pero esto cuenta como acción, por lo nos tocará decidir si preferimos recolocarnos o atacar con algunas de las dos armas básicas del dios que hayamos escogido.
Los escenarios son totalmente destruibles, por lo que el terreno será cada vez menor a medida que se desarrolle la partida y la fuerza de los impactos pueden hacernos caer a sitios que nos compliquen bastante las cosas, incluso al vacío. Por suerte, otra de las opciones que podremos escoger en cada turno será generar terreno, así que cuando lo necesitemos tendremos la posibilidad de crear muros y plataformas para protegernos o para fastidiar al contrario, aunque mucho ojo con esto que podéis acabar por obstaculizaros a vosotros mismos si no construís bien.
Para darle algo más de vida a estos enfrentamientos, cada cierto número de turnos aparecerá una ruleta. Dependiendo de lo que salga en ella, ambos contendientes ganaremos un arma adicional que suele ser más poderosa de lo normal y que podremos usar en el turno que queramos, aunque solo tendrá un único uso.
Otro aspecto a tener en cuenta será nuestro medidor de explosiones. Mientras más porcentaje tengamos, mayor será el alcance y el radio de nuestros impactos. Para rellenarlo tendremos que acabar con los diminutos mayas que adoran a nuestro rival, destruir los ídolos y tótems que construyen o acabar destruir sus catapultas. Dependiendo de lo que aplastemos, nos llevaremos más o menos porcentaje, aunque existe una última forma de aumentarlo que nos ha parecido que ofrece los momentos más divertidos del juego.
Si rompemos unos artefactos especiales que hay repartidos por el mapa, desencadenaremos la ira de un auténtico dios maya que aparecerá en el escenario para vengarse de nosotros, momento en el que ambos jugadores tendremos que colaborar para acabar con él, ya que durante este evento los núcleos desaparecerán y no los podremos golpear. Estas deidades provocan un auténtico caos en pantalla, reconstruyendo y destruyendo el escenario a toda velocidad, a la vez que lanzan devastadores ataques en todas direcciones, por lo que más nos vale ser rápidos escogiendo armas para acelerar los turnos y derrotarle lo antes posible.
La cuestión está en que esto es un juego competitivo, así que no solo colaboraremos para vencerle, ya que dependiendo de la vida que le quitemos nuestro porcentaje de explosiones aumentará en consecuencia, por lo que también lucharemos por ser los que más daño le hagamos. Una vez acabe el evento, los núcleos reaparecerán y podremos seguir dándonos de tortas. Un detalle importante es que aquí la muerte no es permanente. Sí, nuestros robots pueden morir si reciben el suficiente daño, aunque resucitarán a los pocos turnos siempre y cuando su núcleo siga con vida, por lo que matar al enemigo cuando aparecen estos dioses nos puede dar muchísima ventaja si planificamos bien nuestra estrategia.
En general, la propuesta jugable de Mayan Death Robots nos ha parecido muy divertida, especialmente para echarnos unas partidas rápidas con nuestros amigos, ya que ofrece entretenimiento directo e inmediato. Además, si no tenemos mandos podremos configurar el teclado para que ambos podamos jugar usando el mismo, por lo que no tendréis problemas de ningún tipo en este sentido.
La mayor pega que le hemos encontrado en este primer contacto ha sido su aparente falta de contenidos. Existen poquísimos modos de juego: una campaña que en realidad es un tutorial encubierto de muy escasos niveles, un modo para partidas rápidas y dos posibilidades de torneo: cortos y largos (lo que varía es el número de rondas que tendremos que ganar para hacernos con la victoria). Esta modalidad es la que más interesantes nos ha parecido, ya que entre combate y combate podremos personalizar a nuestro robot para mejorarlo y hacerlo más poderoso, lo que añade un toque de variedad a los enfrentamientos.
Continuando con sus pocos contenidos, el hecho de que no exista un modo para un jugador y que no tengamos la posibilidad de jugar online limita mucho su utilidad, ya que siempre dependeremos de que haya alguien cerca que esté interesado en vérselas con nosotros para poderle sacar partido, ya que solos no vamos a poder (a menos que nos guste jugar contra nosotros mismos...). Además, hay muy pocos personajes y mapas entre los que escoger, por lo que su diversión a medio y largo plazo puede peligrar si no amplían contenidos de cara a su lanzamiento final.
Gráficamente tampoco os esperéis una maravilla técnica que explote vuestros equipos más actuales, ya que se trata de un juego bastante discreto en este sentido, con unos gráficos 2D muy sencillos y sin grandes alardes, aunque con cierto encanto gracias al diseño de sus personajes y elementos. Por otra parte, decir que la banda sonora se nos ha hecho bastante repetitiva y machacona, con una falta de inspiración alarmante, y los efectos cumplen sin más.
Como dijimos al principio del texto, Mayan Death Robots promete ofrecernos diversión y piques junto a nuestros amigos con una propuesta jugable sencilla, pero muy directa y con una sorprendente capacidad para entretener. Su falta de contenidos pueden acabar por dinamitar muchísimo su atractivo, así que esperamos que sea algo que se corrija antes de su estreno. Mientras tanto, como no hay mejor forma para hacerse una idea de lo que nos parece un juego que jugarlo por nosotros mismos, os animamos a que visitéis su web oficial y os descarguéis la versión alfa gratuita que el estudio ha hecho pública para que podáis comprobar de primera mano lo que tiene que ofrecer.