Que el yo contra el barrio vuelva a estar de actualidad, sobre todo gracias a los videojuegos editados por Dotemu, es una fantástica noticia. No solo porque en los últimos años estén apareciendo algunos de los mejores exponentes de un género que parecía olvidado y que se presuponía destinado solo a quienes peinan canas. También lo es porque son títulos que casi cualquiera puede disfrutar y en los que es muy fácil jugar en cooperativo local.
Tribute Games son los responsables de uno de los más geniales beat’em up modernos, Teenage Mutant Ninja Turtles: Shredder's Revenge, y del recién anunciado Scott Pilgrim EX. El equipo de Montreal tiene en su ADN diseñar juegos bajo los estándares clásicos y con gráficos pixel-art, pero con las tecnologías y los conocimientos modernos. Así, Marvel Cosmic Invasion es una pasada, un videojuego divertidísimo y directo con un espíritu retro, pero con una filosofía de diseño que recoge lo aprendido con el título de las Tortugas Ninja, a la vez que lo hacen aún más accesible.
De Nueva York a la Zona negativa
La excusa para llevarnos de una fase a la siguiente dando palos a todo lo que se cruce en nuestro camino es una historia inspirada en una serie de cómics de Marvel publicados a principios de los 2000 (¿se puede considerar esto ya retro?): Annihilation. En aquellos tebeos, diferentes superhéroes de la Casa de las Ideas vivían aventuras en el espacio exterior para salvar el Universo Marvel. En Cosmic Invasion, el supervillano es el insectoide Annihilus, a quien habrá que derrotar, junto a sus huestes de bichos humanoides y otros enemigos, a lo largo de niveles que nos harán viajar de las calles de Nueva York a la Zona negativa.
No habrá insecto, soldado, máquina ni cualquier otro adversario que sea capaz de plantarle cara (lo cierto es que los primeros niveles no han parecido demasiado facilones) al amplio y diverso equipo de protagonistas: 15 superhéroes y antihéroes de la factoría Marvel.
Están los que se podrían predecir en un juego de la marca en 2025: Spider-Man, Capitán América, Lobezno… Pero también otros como Nova y Phyla-Vell.
Manejarlos y dar tortazos con ellos es genial porque los controles, incluso aunque aún le queda desarrollo, están muy pulidos: los golpes son satisfactorios gracias a que los enemigos reaccionan a ellos como cabría esperar, a los efectos de sonido y a las animaciones de los ataques. El juego de Tribute luce bien en imágenes estáticas, pero en movimiento es otra cosa: con un pixel colorido y gordo, los fondos están repletos de detalles, los ataques son fluidos, y los movimientos especiales son espectaculares, con mención especial a las animaciones de los golpes de Venom, cuyas deformaciones llenan la pantalla de manera muy vistosa.
Equipos de superhéroes para salvar el Universo
Por supuesto, la gracia no está en cómo se ve o cómo se oye, o al menos no solo en eso. Su seña de identidad es una mecánica que denominan Cosmic Swap. Al principio de la partida cada jugador elige dos superhéroes. Es recomendable escoger al menos uno que tenga la capacidad de volar, como Tormenta o Phyla-Vell, porque habrá momentos en los que los insectos alienígenas salgan de las ventanas superiores de un piso neoyorquino o en los que aparezcan soldados con mochilas propulsoras. Cada personaje tiene su propia barra de vida y una barra de energía que se recarga conforme damos mamporros. Una vez llena, podemos utilizar su habilidad especial, poderosa, vistosa, y según el personaje, un poco situacional; un movimiento que complementa los dos ataques, con dos botones, de cada personaje.
Si parece un control muy simple es porque lo es, porque la gracia de Cosmic Invasion, según la sensación que nos ha quedado tras jugarlo poco más de 20 minutos, es que la chicha no está en ejecutar combos complejos, sino en dominar el Cosmic Swap. Además de poder cambiar entre un personaje y otro en cualquier momento, si pulsamos uno de los dos botones de ataque junto al de cambiar de héroe, el personaje en reserva entrará rápida y momentáneamente atacando.
Por tanto, al escoger los dos héroes al principio de la partida no solo hay que tener en cuenta la forma de moverse y los ataques de cada uno, sino también sus habilidades Cosmic Swap. Las posibilidades aumentan exponencialmente al jugar en el cooperativo local o en línea para hasta cuatro jugadores, pues puede haber hasta ocho superhéroes participando en las refriegas. Eso sí, da la sensación de que estas decisiones estratégicas se quedarán para los niveles de dificultad más alto, porque jugando en cooperativo a dos, las dos primeras fases nos resultaron muy facilitas.
Porque ni los distintos tipos de insectos extraplanetarios que combatimos en Nueva York, ni la variada amalgama de humanoides armados (con armas que nos podían paralizar o prender fuego) contra los que luchamos en una gran nave voladora, resistían mucho a los ataques de Lobezno cuando se abalanzaba sobre ellos y los retenía mientras clavaba sus cuchillas, ni cuando el escudo de Capitán América comenzaba a rebotar de un adversario a otro, ni tampoco cuando las magias de Nova les impactaban desde la distancia. Ni siquiera el Escarabajo, el jefe de la primera fase, duró mucho cuando Tormenta lanzó una ídem o cuando los tentáculos de Venom llenaron la pantalla (reiteramos que sus animaciones son espectaculares).
La única preocupación que nos deja estas primeras partidas de Marvel Cosmic Invasion es que quizá pueda ser un poco facilón para los experimentados en los yo contra el barrio. Por lo demás, es un beat’em up con variedad de personajes, con chicha gracias el Cosmic Swap, que se ve fantásticamente y se mueve mejor todavía, y que en cooperativo será una opción genial tanto para echar unas partiditas con los jugones más veteranos y con los fans de Marvel. Lamentablemente, aún no tiene fecha: solo sabemos que saldrá en 2025 para PC, PS5, Xbox Series, Switch, PS4 y Xbox One.
Hemos realizado estas impresiones tras jugar a una versión preliminar para PC en el Summer Game Fest - Play Days.