Frostpunk fue uno de los juegos de estrategia que más han sorprendido al que os escribe durante los últimos años. La combinación de gestión con atender las necesidades de la población o tomar decisiones morales controvertidas por el simple hecho de sobrevivir fue un cóctel interesantísimo que, en su momento, disfrutamos mucho.
El próximo julio llegará su secuela, Frostpunk 2, un juego esperadísimo que ya hemos podido probar durante unas horas gracias a su beta cerrada y que. aunque conserva las raíces de su primera entrega, evoluciona para ofrecernos una entrega en la que debemos pensar a lo grande como "alcaldes" de una gran ciudad y en la que los tejemanejes políticos y la diplomacia serán muy protagonistas.
Tomando el control de una gran urbe en un helado territorio hostil
En Frostpunk 2 volvemos a Tierrahelada, 30 años después de la Gran Tormenta que congeló el mundo y que ya sufrimos en la primera entrega de la saga. Seguimos teniendo un hielo perpetuo, un clima gélido y duro y volvemos a ser los líderes, alcaldes, mandatarios o como queráis llamarlo, de una metrópolis que debemos mejorar y hacer crecer mientras luchamos contra los peligros naturales... y contra las dificultades que nos pondrán los diferentes grupos de ciudadanos de nuestra ciudad (os hablaremos de esto más adelante).
Si nos centramos en la parte más propia de gestión de recursos y exploración, podemos decir que pasamos de niveles "micro" a "macro". En Frostpunk 2 en lugar de construir casas para que vivan nuestros ciudadanos o una pequeña mina para extraer recursos lo que tenemos que hacer es levantar barrios enteros, dividiendo la ciudad en zonas residenciales, industriales, agrícolas o dedicados a la exploración exterior.
Para construirlos utilizamos un sistema de hexágonos bastante interesante centrando el barrio en, por ejemplo, la zona de recursos que queramos explotar o, en el caso de los barrios residenciales, lo más cerca posible del núcleo central para estar lo más caliente posible. Además, ya no tenemos que crear esas carreteras que con conductos para trasladar el calor ya que este proceso se automatiza en Frostpunk 2.
Luego, dentro de estos barrios también podemos realizar modificaciones o construir edificios específicos para mejorar las posibilidades de esa parte de la metrópolis en concreto, siempre a un nivel mucho más grande que en la primera entrega.
El hombre, el mayor enemigo
Pero además de pasar de esa pequeña a la gran escala, otro de los cambios más significativos que hemos podido experimentar con la beta de Frostpunk 2 es lo que ha crecido el juego en sus mecánicas de diplomacia y política que se convierten en parte fundamental de la partida en esta nueva entrega.
A medida que la ciudad crece son varias las facciones que aparecen en ella, los tecnócratas, conservadores, cultistas y otros grupos irán cogiendo peso en la sociedad y ganándose el favor o el temor del pueblo.
Lo interesante es que en Frostpunk 2 cada ley debe votarse en un "consejo" o ayuntamiento y para sacarla adelante tenemos que negociar con estas facciones para conseguir los votos que necesitamos para sacarla adelante. Al principio muchas de las leyes más básicas no necesitan de ninguna negociación y las podemos sacar adelante de forma tranquila pero, a medida que avanza la partida, vamos a tener que interactuar con estas facciones si queremos ganar sus votos, quizás prometiéndoles la investigación de una nueva tecnología, la derogación de otra ley o que aprobaremos en el futuro una que a ellos les satisfaga. Si no cumplimos nuestra promesa perderemos la confianza de esa facción y, sin aprobar leyes, no podemos evolucionar la ciudad y sobrevivir, así que estaremos en un buen aprieto.
Tenemos que probar durante más horas todo este sistema de politiqueo pero en estas primeras impresiones nos ha parecido una mecánica muy interesante y divertida que nos va a obligar a estar haciendo un "baile" de influencias todo el rato, sopesando pros y contras e intentando contentar a todo el mundo por igual para que nadie decida revelarse, entrar al ayuntamiento y pedir nuestra cabeza... de forma bastante literal. De hecho, los mayores peligros de Frostpunk 2 en nuestra partida vinieron del hombre, no del planeta.
Un rendimiento y un acabado técnico muy sólidos
Faltan algo más de tres meses para el lanzamiento de Frostpunk 2 pero en esta primera prueba ya hemos podido hacernos una idea de cómo se verá el título que se mueve gracias a Unreal Engine 5, ofreciéndonos animaciones bastante bonitas y un paraje helado que luce sencillamente espectacular y que contrasta con el colorido de la ciudad y todos sus efectos y sus haces de luces.
Además, nos ha sorprendido positivamente la estabilidad a nivel técnico de la prueba. Con nuestro ordenador equipado con una NVIDIA GeForce RTX 4080 hemos podido jugar al máximo a 1400p y a 60 FPS estables. Quizás el rendimiento podría ser un poco superior pero aún puede mejorarse de cara al lanzamiento y lo realmente destacable es que no hemos tenido caídas de frames ni fallo alguno durante nuestras horas de juego.
House of Ice
Frostpunk nos sedujo en su momento y Frostpunk 2, tras probarlo por primera vez, ya nos ha dejado con ganas de invertir unas cuantas horas más en esta secuela que conserva la esencia del original pero que lo evoluciona para ofrecer a la vez una experiencia a una escala diferente en lo que a la parte de gestión de ciudad se refiere, además de alcanzar una nueva dimensión con la importancia del sistema político que han introducido y que puede hacer que bailemos al son de las facciones intentando aprovecharlas a nuestro favor sintiéndonos dentro de un capítulo de House of Cards en Netflix o del Ala Oeste de la Casa Blanca por todo el entramado en este sentido.
Desde luego, el que os escribe tiene muchas ganas de que llegue el 25 de julio para poder hincar el diente a Frostpunk 2 ya sea en PC, PS5, XSX o con Game Pass.
*Hemos realizado estas impresiones gracias a un código para PC proporcionado por 11 bit studios.