Vaqueros y demonios. Cartuchos de escopeta volando desde el balcón de un saloon hasta el suelo repleto de arena. Escenarios repletos de pinchos contra los que triturar a criaturas infernales. Puñetazos, patadas, embestidas y golpetazos de distinto tipo que producen borbotones de sangre en los adversarios. Evil West es el juego más frenético que hemos jugado en gamescom 2022, algo esperable teniendo en cuenta el estudio que está detrás: Flying Wild Hog, los responsables del reboot de Shadow Warrior y sus secuelas, Hard Reset y codesarrolladores del reciente Trek to Yomi. La demo que jugamos de este shooter en tercera persona mezclado con beat’em up nos dejó con la miel en los labios por seguir jugando cuando se estrene el 22 de noviembre en PC, PlayStation y Xbox; a continuación os explicamos por qué.
Acción frenética a tiros y sopapos
En su estructura, Evil West es una aventura de acción tradicional: avanzamos por escenarios lineales que no tienen pérdida, al interactuar con algunos elementos del entorno descubrimos caminos alternativos que nos llevan a recursos y documentos que abundan en el contexto argumental, de cuando en cuando nos encontramos algún puzle de entorno que resolver a tiros, y está muy claro cuándo vamos a entrar a un área en el que los enemigos saldrán por doquier como si se tratara de una arena de DOOM.
Donde brilla Evil West es en su acción desenfrenada, donde mezcla con soltura y eficiencia el shooter en tercera persona con el combate cuerpo a cuerpo, y teniendo buenas ideas en ambas vertientes de los enfrentamientos. Quizá sea más tradicional en las mecánicas de disparo (aunque no faltan los tiros electrificantes y otros poderes que desbloquear), aunque apretar el gatillo en el momento justo sirve para detener ataques cargados de los enemigos, y al apuntar durante un momento a un adversario débil el disparo lo ejecutará inmediatamente (con su correspondiente lluvia de hemoglobina) y hará más daño a los demonios más poderosos.
El cuerpo a cuerpo, nos explicó un representante de Flying Wild Hog mientras jugábamos, está inspirado en juegos de lucha como Street Fighter, pero haciéndolo más accesible. Es decir, tenemos a nuestra disposición una variedad de movimientos que se ejecutan con distintas combinaciones sencillas de botones y con la posibilidad de realizar combos. Así, con un control ágil y preciso, lanzamos lluvias de puñetazos, cargamos potentes ganchos que elevan en el aire a los enemigos, realizamos embestidas contra el suelo, ejecutamos contraataques, damos patadas voladoras, esquivamos y ejecutamos a los enemigos con poca vida para obtener recursos al estilo (otra vez la referencia) de DOOM.
Con estas mecánicas sobre la mesa se da forma a un sistema de combate divertidísimo y frenético en el que constantemente estamos mezclando nuestros puños con nuestros cañones, haciendo que nuestros dedos bailen sobre el mando del mismo modo que el protagonista y los demonios a los que tritura lo hacen en la pantalla. Si bien el diseño de los niveles no es lo mejor de Evil West, la cantidad de enemigos, la manera en la que están mezclados (forajidos con poca puntería, demonios pequeños y ágiles, criaturas explosivas, seres voladores, mastodontes que pisotean en área…) y los elementos interactivos del entorno (pinchos, barriles explosivos, etc.) hacen que la acción sea tensa, creativa y un poco caótica, algo que no puede hacer más que ir a más si se juega en el cooperativo online para dos jugadores.
Con la obtención de experiencia, oro y otros materiales el sistema de combate se hará más y más profundo gracias a los inevitables sistemas de progresión con aroma RPG. Cada una de las armas tiene distintas mejoras, como ampliar la capacidad de su cardador y añadirles habilidades elementales; además, se irán obteniendo nuevas armas, como ese lanzallamas que hemos visto en los tráileres y que no estaba en nuestra demo. Además, el protagonista tiene su propio árbol de talentos, mucho más extenso, con el que desbloquear movimientos y construir builds de personaje basadas en distintos estilos de juego; ya os adelantamos que algunos de esos poderes dejan entrever combos espectaculares, aunque los más potentes requieren de energía que se obtiene al ejecutar a enemigos.
Un tono pulp marcado por el gore
Es curioso que el weird west, el subgénero de cómics que mezcla las historias y la estética del western con el terror, los monstruos, lo sobrenatural y cierto toque de gótico sureño, nunca haya tenido mucha representación en el videojuego y justo este año se vayan a estrenar dos obras de este género pulp: el juego que nos ocupa y el immersive sim Weird West, lanzado a mediados de año.
Así, la estética argumental (el objetivo es salvar a América de las hordas de criatura sobrenaturales encarnando a un superhéroe armado hasta los dientes) y visual de Evil West mezcla los sombreros planos y los cinturones de balas alrededor de la gabardina con los fusiles incandescentes y los puños mecánicos, las iglesias de madera de un pequeño pueblo del Lejano Oeste con las noches de Luna llena, los personajes silenciosos movidos por la violencia con las uñas largas y los dientes puntiagudos, y los revólveres inmaculados con los borbotones de sangre.
Es, sin duda, un estilo que llamará la atención a los fans del terror y de lo sobrenatural. Además, sin ser ningún prodigio en lo técnico y contando con que los escenarios un poco sosos, es destacable el detalle puesto en el modelado de las armas, de los personajes y sus vestimentas (que se podrán personalizar), y sobre todo, en el de las criaturas y monstruos más horripilantes. Por si fuera poco, se mueve muy estable, y eso que estamos a meses del estreno y la optimización suele ser uno de los últimos pasos en el proceso de desarrollo.
Flying Wild Hog se ha convertido en un referente en los juegos de acción directos, frenéticos y violentos desde que en 2011 lanzaron aquel Hard Reset y demostraran con cada entrega de Shadow Warrior que el shooter tradicional más descarnado se les da de lujo. Ahora, combinan ese buen hacer en los tiros con un sistema de combate cuerpo a cuerpo espectacular, divertidísimo y aparentemente versátil. Probablemente no aspire a ser el Juego del Año de nadie, pero quizá sí sea una de las sorpresas de 2022 para los fans del género.
Hemos realizado estas impresiones tras probar una demo para PC en Gamescom 2022.
