En el stand de Sega durante esta Games Convention hemos tenido la oportunidad de disfrutar del nuevo juego de los creadores de Star Wars: El Imperio en Guerra, el estudio Petroglyph, en una intensa partida multijugador contra Jeff Jirsa, uno de los responsables de El Universo en Guerra.
Como nos explicó Jirsa a lo largo de esta partida multijugador, en su nuevo trabajo los tres bandos en liza serán totalmente distintos entre sí, algo que va mucho más allá del diseño y alguna que otra unidad exclusiva en cada facción. Como comprobamos por nosotros mismos al tomar el control de la Jerarquía (unas impresionantes máquinas de guerra alienígenas), lo vivido en esta batalla no tiene nada que ver con lo visto hasta ahora en otros títulos del género. Sobre todo porque esta facción en concreto contará con unas estructuras realmente asombrosas, no ya solo por su imponente tamaño, sino también porque hablamos de enormes máquinas andantes que podremos usar para aplastar a los enemigos mientras creamos más y más unidades de combate.
Lo mejor es que contamos con tres de estas moles mecánicas, cada una de ellas especializadas en un tipo de unidad (infantería o unidades aéreas, por ejemplo), que además podremos ir mejorando actualizando sus distintas partes: podemos equiparlas con torretas antiaéreas en las zonas superiores mientras que construimos también un radar, o cañones en las patas. Las opciones serán amplísimas, llegando al extremo de tener que escoger seis habilidades especiales de entre doce disponibles que además de otras mejoras seguirán ofreciéndonos nuevo equipamiento para actualizar estas fascinantes máquinas de guerra.
El bando contra el que combatimos era el de los defensores de la Tierra, los humanos, que contaban con una avanzada tecnología militar y sobre todo, un gran número de efectivos con los que frenaron nuestros ataques. En este sentido, Jirsa demostró lo efectivas que pueden ser las defensas bien planteadas en el juego, ya que fueron capaces de frenar en seco a dos de nuestras moles mecánicas y varias unidades aéreas y de infantería que las escoltaban. Del mismo modo, el aprovechar las habilidades especiales de nuestras tropas, como los espías o los ataques a distancia, también serán elementos muy a tener en cuenta en el transcurso de los combates. Por lo demás, estamos ante un juego de estrategia bastante clásico a nivel de jugabilidad en las batallas con los clásicos habituales recolectores de recursos, que varían dependiendo del bando seleccionado (en la Jerarquía recogíamos los restos de cualquier edificio, vehículo abandonado, o unidades mecánicas destrozadas), la construcción de campamentos para crear unidades, y la posibilidad de actualizar nuestra tecnología como comentábamos con anterioridad. Lo más destacable, como decíamos, serán las enormes diferencias entre los tres bandos en guerra y el modo en que esto afectará a nuestra forma de afrontar el juego.
Por otro lado, a nivel gráfico estamos ante un título realmente espectacular. En primer lugar destaca el fantástico diseño de todas las unidades y estructuras de los tres bandos, no ya solo porque son totalmente distintos entre sí, sino porque también nos encontraremos con unidades pocas veces vistas en juegos de este estilo. Y de nuevo os remitimos a los enormes robots mecánicos que controlaremos con la Jerarquía.
Además, resulta increíble el ver como con cada actualización, que activaremos de forma tremendamente sencilla gracias a un interfaz realmente bueno y claro (sobre las zonas que podemos modificar aparece un símbolo que al activar nos muestras las opciones de compra), modifica de forma considerable el aspecto de nuestra máquina de guerra, lo que al final logrará que dos jugadores con el mismo bando no tengan por qué tener el mismo tipo de unidad. Pero aparte de esta modificación del aspecto, también resulta genial el ver como todas estas partes se van destrozando con los ataques enemigos llegando a un apoteósico final con la mole mecánica cayendo lentamente sobre la superficie terrestre para seguidamente estallar a lo grande.
Tampoco podemos dejar de lado la interacción con el entorno, y de nuevo tenemos que poner como ejemplo las gigantescas unidades de la Jerarquía, que conforme vayan avanzando destrozarán todos los elementos del entorno como árboles, coches, y demás; y que podremos usar para aplastar literalmente las estructuras rivales. Por lo tanto, ésta es otra de las grandes diferencias entre las tres facciones: los humanos nos atacaban con sus naves, con ataques aéreos, o veloces carros de combate, mientras que nosotros usábamos este tipo de unidades junto al plus de los citados colosos metálicos.
Por último, cabe destacar también que éste será el primer juego procedente de una compañía ajena a Microsoft en ofrecer el juego cruzado entre los usuarios de PC y Xbox 360. Y aunque en principio pudiera parecer que los jugadores de compatibles tuvieran más ventaja, desde Sega se nos explicaba que ocurría todo lo contrario, obteniendo la victoria en un mayor número de veces los aficionados al género que usaban Xbox 360 como plataforma. Por desgracia, la versión de El Universo en Guerra para la máquina de Microsoft no se encontraba en el evento, por lo que no tuvimos la ocasión de probar el sistema de control en el que trabajan desde Petroglyph.
En definitiva, como vemos, estamos ante un prometedor juego de estrategia en tiempo real que toma como base el sistema de juego visto en el citado Star Wars: El Imperio en Guerra, pero lo lleva un paso adelante con nuevas opciones jugables, y sobre todo con una distinción entre los tres bandos en liza que resulta cuanto menos encomiable. A nivel gráfico estamos también ante un título notable, y la posibilidad de disfrutar de un modo en línea global o de combates contra los usuarios de otra plataforma son otras de las características más destacables de este prometedor juego.
Sega lanzará en nuestro país El Universo en Guerra para PC a lo largo de octubre, mientras que la versión del mismo para Xbox 360 lo hará a principios de 2008.