Dune es un conocidísimo universo de ciencia ficción creado en los años 60 por Fank Herbert, un universo que primero triunfó como novela y que posteriormente también llegó al cine, la televisión, los cómics y, por supuesto, el mundo de los videojuegos con una primera entrega creada por Virgin en 1990 que apostaba por un cruce interesante entre aventura gráfica y estrategia.
Sin embargo, Dune parecía haber pasado a un segundo plano desde el inicio del presente milenio, algo que, por suerte, ha cambiado durante el último año con el estreno de la película de Dune y, ahora, con el videojuego Dune: Spice Wars, un título que vuelve a apostar por la estrategia y que se estrenará durante la próxima primavera como juego de acceso anticipado de Steam de la mano de Funcom y Shiro Games, creadores de títulos tan interesantes como Northgard o Wartales.
En Vandal hemos podido ver por adelantado parte del gameplay de este nuevo juego y, durante las próximas líneas, vamos a contaros los puntos clave que va a tener esta entrega según sus propios desarrolladores ya que, por ahora, no hemos podido probarlo ni ver demasiado sobre este título.
Luchando por el control de la especia y Arrakis
Como podéis esperar, en Dune tendremos que controlar a alguna de las facciones disponibles (en la primera versión del Acceso Anticipado tendremos a la Casa Atreides y a la Casa Harkonnen) para hacernos con el control de Arrakis, un planeta desértico que es vital para nuestro destino dado que es el único lugar en el que encontramos la melange, más conocida como especia, una sustancia creada por unos gigantescos gusanos de arena que habitan estos desiertos y gracias a la cual podemos prolongar nuestra vida, expandir nuestra mente y realizar viajes interestelares.
Exploración, diplomacia, economía... o guerra
Estamos, en un principio, ante un juego de estrategia 4X (podéis tener Civilization como referencia aunque sea por turnos) en tiempo real con mecánicas sandbox en el que podremos crear nuestra historia y expandir el dominio de cualquiera de las facciones de la forma en que queramos, explorando, comerciando o combatiendo de diversas formas para acabar controlando la mayor parte de Dune.
Precisamente uno de los primeros elementos que captaron nuestra atención en el primer vistazo del gameplay fueron las mecánicas de exploración. Tras asentarnos en Arrakis podremos utilizar una especie de sondas para explorar los cientos de kilómetros de dunas que nos rodean y, cuando esta sonda detecte que hay algo interesante en un lugar en concreto, lo marcará con un icono que nos advertirá de la presencia de algún elemento importante. Tras esto podremos ordenar a esta sonda que se quede investigando durante un tiempo para descubrir lo que esconde el desierto. Quizás sea un poblado, una mina o, lo que es más importante, un punto en el que se encuentra la melange o especie que tendremos que recolectar de forma casi inmediata ya que es el recurso más importante para ganar poder y desarrollar nuestra casa.
Otra mecánica que fue de nuestro agrado tenía más que ver con el subterfugio, pudiendo usar agentes secretos, espías o como prefiráis llamarlos para interferir en los planes de la facción enemiga, pudiendo sabotear sus instalaciones para mermar su capacidad política, económica o militar para sacar ventaja.
Por supuesto, también encontramos elementos de combate típicos de los juegos 4X gracias a las cuales podemos enfrentarnos por la vía bélica con otros ejércitos. En este caso a primera vista el combate apuesta por una fórmula sencilla en la que se calcularán las probabilidades de éxito de nuestro conjunto de unidades en función de las que tenga el rival, aunque probablemente cuando podamos jugarlo le podremos rascar algo más de chicha a la parte más bélica.
Todo esto evidentemente lo aderezamos con todo tipo de opciones a la hora de expandir nuestra facción con distintos edificios, mejorarla con un amplio abanico tecnológico, varias opciones de diplomacia, ciclos de día y noche con impacto a nivel jugable, la expansión económica y comercial que parece que van a ser cruciales y un largo etcétera de funciones clásicas en este género.
Un Acceso anticipado con planes de futuro... y un juego de supervivencia en ciernes
Como os hemos dicho hace unas líneas, Dune: Spice Wars es un juego de estrategia 4X que se estrenará durante la próxima primavera en Steam a través de la plataforma de acceso anticipado, contando ya con planes de actualizaciones en las que nos llegarán, al menos, dos nuevas facciones así como nuevos modos de juego y todo tipo de cambios basados en los comentarios de la comunidad.
Además Funcom también nos anunció durante la presentación que esta no será la única entrega del universo Dune en los videojuegos durante los próximos años, ya que están desarrollando un título de supervivencia de mundo abierto basado en esta IP y, además, tienen los derechos exclusivos para desarrollar títulos de Dune para PC y consolas durante los próximos años.
Dune regresa a la estrategia
Dune es uno de los universos de ciencia ficción más importantes de la historia y probablemente uno de los menos explotados en el mundo de los videojuegos, más aún si tenemos en cuenta el éxito de los dos primeros títulos que se lanzaron en la década de los 90.
Por suerte parece que Funcom quiere revivir la saga en nuestros ordenadores primero con este Dune: Spice Wars del que tenemos aún que ver mucho más para sacar conclusiones, pero que de entrada tiene ingredientes para convertirse en otro robavidas del género de la estrategia 4X gracias a todos sus elementos de exploración, tecnología, diplomacia y combate, en una campaña estilo sandbox que nos llevará a intentar controlar Arrakis.
Hemos realizado estas impresiones tras acudir a un evento virtual de presentación de Dune: Spice Wars invitados por Funcom.