El estudio de desarrollo Infinity Ward lanzaba a finales de 2003 Call of Duty para PC, un juego de acción en primera persona ambientado en la Segunda Guerra Mundial que fue capaz de hacer sombra al hasta entonces inmejorable Medal of Honor: Allied Assault. Su sistema de juego, muy parecido al visto en el título de Electronic Arts, nos obligaba a colaborar con el resto de soldados de nuestro ejército para salir con vida de los distintos enfrentamientos en los que nos veríamos involucrados. También, la posibilidad de controlar a tres protagonistas distintos, cada uno perteneciente a un bando diferente –Estados Unidos, Reino Unido y Unión Soviética-, dotaba al título de una variedad muy pocas veces vista en este tipo de juegos.
Y es que aunque la mecánica de juego fuera siempre la misma, avanzar y disparar, a la hora de la verdad veríamos como no era lo mismo atacar siendo un soldado estadounidense, que hacerlo como un soldado soviético: los norteamericanos avanzaban sobre las posiciones enemigas con una buena cobertura aérea, buenas armas, y sobre todo, una gran cantidad de soldados bien equipados y entrenados listos para guerrear. Por el contrario, los soviéticos combatían contra el enemigo a veces sin armas, otras muchas en solitario, y casi siempre con una clara desventaja tanto estratégica como técnica. Por eso, la experiencia de juego variaba lo suficiente como para no hacer repetitivo nuestro avance hacia Berlín.
Un año después nos llegaba la expansión del juego, esta vez desarrollada por Gray Matter, pero manteniendo las mismas señas de identidad que han convertido a esta breve, pero exitosa serie en uno de los referentes de la acción bélica. Sus tres protagonistas combatirían en algunas de las batallas más importantes del conflicto, sufriendo todo tipo de imprevistos tales como bombardeos o ataques por sorpresa, que hacían que la experiencia de juego fuera todavía más espectacular y cinematográfica. Ahora, Infinity Ward promete mejorar todo lo visto en las dos entregas anteriores, mejorando la inteligencia artificial de los soldados, empleando un potente motor gráfico capaz de recrear a la perfección las batallas, y con la misma intensidad y emotividad de siempre.
El deber nos llama
Serán muy pocas las novedades jugables con las que nos encontraremos en este Call of Duty 2, pues sus desarrolladores han optado por mantener y mejorar una fórmula que les ha funcionado muy bien en las dos entregas anteriores. Así, de nuevo encarnaremos a tres soldados distintos que lucharán en diversos frentes junto a sus compañeros de armas: los estadounidenses tendrán que trepar por el acantilado de Pointe-du-Hoc en Normandía, los británicos se enfrentarán a los "África Corps" de Rommel en el norte de África, y los soviéticos continuarán con su imparable avance en tierras rusas. Por supuesto estas tres campañas, que podremos vivir en el orden que queramos, estarán basadas en una serie de hechos reales que los desarrolladores han recreado a la perfección gracias al potente motor gráfico con el que se está trabajando, y a la intensa labor de documentación que está sirviendo para conseguir una gran fidelidad tanto en escenarios como en las armas y equipos que llevarán los soldados.
Así, en Pointe-du-Hoc, por ejemplo, asistiremos a un desembarco sobre la costa de Normandía bien protegida por los nazis, que se encontraban sobre la cima de un acantilado, en el que los aliados tuvieron que ascender un muro vertical mientras los enemigos les disparaban con la artillería pesada. En este lugar, situado a siete kilómetros de la playa de Omaha, supuestamente se encontraban cinco cañones de 155 mm capaces de disparar a los buques de guerra en Omaha y Utah, lo que habría terminado rápidamente con la ofensiva aliada. Nuestra misión, lógicamente, consistirá en escalar el muro y encontrar los cañones en el búnker enemigo tal y como hicieron hace más de sesenta años los soldados estadounidenses. Pero no será una tarea fácil.
La serie Call of Duty se ha caracterizado siempre por ofrecer combates masivos en los que las batallas las ganan los soldados, y no un único héroe, por lo que este seguirá siendo uno de los puntos más a tener en cuenta en esta secuela. Para conseguir este objetivo, Infinity Ward trabaja en mejorar la inteligencia artificial de nuestros aliados para que reaccionen tal y como lo harían los soldados en la realidad, y no cometan los errores tontos que pudimos ver en el original –avanzar sin matar a los enemigos, no acertar a un blanco a pocos metros, etc.-. Así pues, en esta secuela dependeremos en muchos casos de las acciones que realicen nuestros compañeros, teniendo que esperar junto a ellos al mejor momento para atacar a los enemigos todos a la vez, o pudiendo diversificar las fuerzas para conseguir sorprender a los enemigos con un ataque desde varios frentes.
Aparte, sus avisos serán de vital importancia ya que pueden advertirnos del lanzamiento de una granada que ha caído cerca de nosotros, o de la situación de los enemigos en el escenario. No obstante, no hay que caer en el error de pensar que en Call of Duty 2 nos encontraremos con un juego táctico o un simulador de guerra. Nuestras acciones decantarán la balanza siempre a favor de los aliados y serán decisivas a la hora de darles el golpe de gracia a los enemigos. También aguantaremos estoicamente los disparos enemigos en los niveles de dificultad más bajos, lo que lo alejará completamente del realismo de otros títulos del género. Aún así, como decimos, dependeremos siempre del apoyo que puedan ofrecernos los soldados de nuestro bando, y en muy pocas ocasiones conseguiremos vencer a los enemigos realizando siempre acciones en solitario.
Otro de los puntos que se mantendrá, e incluso mejorará, lo encontraremos en la variedad de entornos en los que combatiremos. Los norteamericanos se enfrentarán a los alemanes en Europa, contando como siempre con un gran apoyo logístico. Los británicos se desplazarán al norte de África y combatirán allí a las temibles "Ratas del Desierto" de Rommel, lo que implica que las batallas entre acorazados en escenarios desérticos y urbanos serán una constante. Por último, los soviéticos tendrán que sobrevivir al fuego de francotiradores en Stalingrado y aguantar el intenso fuego de la aviación alemana. Por eso, en Infinity Ward no solo han conseguido recrear tres entornos distintos con sumo detalle, sino que encima la manera de jugarlos será bastante diferente a la del resto.
El motor gráfico, como decíamos, permitirá a los desarrolladores mostrar todos estos entornos con un gran nivel de detalles; lo que hará que las batallas en ellos sean si cabe más espectaculares. También, los escenarios serán mucho más grandes y complejos, lo que evitará que tengamos la sensación de estar avanzando en línea recta todo el rato. Las unidades y los vehículos, así como el arsenal que llevaremos, estarán perfectamente modelados, mostrando todo tipo de detalles tales como insignias o marcas identificativas. Por supuesto, las secuencias con ese marcado estilo cinematográfico serán una constante en el desarrollo de los niveles, lo que aumentará significativamente la espectacularidad del conjunto. Así pues, será de lo más normal ver como un avión estalla sobre nosotros y se estrella contra un edificio; o ver como los tanques enemigos son capaces de derribar elevadas torres mientras los escombros caen sobre nuestros aliados. Por último, nos encontraremos con un apartado sonoro que mantendrá las altas cotas de calidad vistas en los anteriores capítulos de la serie. El sonido de las armas y las explosiones será de lo más real, lo que unido a las melodías épicas que nos acompañarán a lo largo de las batallas aumentará todavía más el marcado estilo cinematográfico que pretenden los desarrolladores.
En definitiva, Call of Duty 2 promete mejorar todo lo visto hasta ahora en la serie. Las batallas serán mucho más intensas y épicas, con una mejor inteligencia artificial en los aliados y enemigos que harán que de verdad sintamos estar dentro de la guerra. El motor gráfico mostrará unos entornos espectaculares en los que viviremos algunas de las batallas más cruentas de la Segunda Guerra Mundial. También, el juego online promete ofrecer muchas horas de juego, permitiendo a los usuarios batallar contra los amigos por equipos, o todos contra todos. El 2 de diciembre los usuarios de Xbox 360 podrán comprobar si todas estas promesas se cumplen o no, disfrutando del que será el primer Call of Duty en el mundo de las consolas –obviando la serie paralela que desarrolla otro equipo de Activision-. En noviembre serán los usuarios de PC los que disfrutarán de esta creación de Infinity Ward. Esperemos que no decepcione.
