Se ha hecho de rogar desde su anuncio en 2019, cuando su estilo visual anime y su apuesta por la acción captaron la atención de muchos, pero Blue Protocol, el MMO de acción desarrollado por Bandai Namco Online y Bandai Namco Studios está más cerca que nunca. Tras su exitoso lanzamiento en Japón, donde se estrenó la versión para ordenador consiguiendo 600.000 jugadores en una semana (y más de 200.000 simultáneamente), será en 2024 cuando Amazon Games lo traiga a Occidente para PC, PS5 y Xbox Series.
Es esta edición occidental con ligeros cambios la que pudimos probar durante una media hora en el Play Days del Summer Game Fest el pasado junio.
Lo que nos encontramos fue un juego de rol multijugador masivo que se diferencia de lo que es habitual en el género: se puede disfrutar perfectamente en solitario, el online se centra en el cooperativo con matchmaking, y el sistema de combate es más parecido al de un hack and slash que al de un MMORPG.
Un mundo de fantasía y sci-fi con un destino aciago
El arranque es capaz de engatusar a cualquiera que le atraiga la propuesta gracias a que hace otra cosa más poco habitual en este tipo de juegos: dejarnos jugar pocos segundos después de arrancar el programa, controlando a un desconocido ser etéreo mientras nos liamos a espadazos con unos monstruos mecánicos, hasta que llega otro tipo que tampoco conocemos y acaba con nosotros. En ese momento empieza un opening que nos presenta el mundo y a algunos de los personajes más importantes de la historia; no será la única cinemática anime de un título donde no faltarán los vídeos cel-shading y los completamente animados, según con contó Mike Zadorojny, franchise lead de Blue Protocol en Amazon Games.
Es decir, no nos enteramos de nada con esta introducción, pero a poco que a uno le guste su estética anime, la mezcla de ciencia ficción y fantasía que propone, y/o la acción directa de su combate, cuando se llega al editor de personajes es fácil estar dentro del barco, dispuesto a cualquier cosa que Blue Protocol te eche encima. Ese editor, por cierto, no es amplísimo, pero sí que tiene las opciones suficientes para que los avatares sean diferentes, y es muy sencillo de usar. Tras pasar unos minutos trasteando con la herramienta y ver otra cinemática que generó más incógnitas todavía, se terminó esta primera parte de la demo: ahora tocaba explorar su mundo, profundizar en el combate y colaborar con otros.
Regna es el mundo por el que viajaremos conforme se va desarrollando una historia con bastantes lugares comunes: no falta el protagonista amnésico (nosotros), la criatura ancestral que se ha despertado dos milenios tras su cautiverio y amenaza con destruir el mundo, la muchacha viajera del tiempo que intenta evitar que eso ocurra, y extraños fenómenos causados por distorsiones espaciotemporales generadas por el uso excesivo de la tecnología. Con esas bases se desarrolla una trama muy focalizada en sus personajes y, como decíamos, donde se mezcla la ciencia ficción y la fantasía, los dragones mecánicos y los espadachines, los paisajes naturales espectaculares y los edificios futuristas.
En estos entornos exploramos, a pie o sobre una de las muchas monturas que habrá, llanuras, valles y desiertos, pequeños pueblos que sirven como punto de encuentro y de viaje rápido, urbes medianas como la rural Sahramzad o grandes ciudades como Asterliese, llena de transeúntes, tiendas, edificios de cuento y publicidad digital. Más allá de los núcleos poblacionales, el mundo se percibe vacío, vasto, inexplorado, donde solo vemos fauna con la que terminar, flora que recolectar y algún otro jugador aquí y allá; no es un mundo abierto sin fisuras, sino dividido en zonas estanciadas con los suficientes usuarios para que puedan hacer frente a los eventos públicos que aparezcan.
Una variedad de retos centrados en el combate
Por supuesto, en un MMO los eventos públicos son una parte ínfima de la experiencia, pero Blue Protocol también es diferente en esto, presentando una variedad de modos con matchmaking que demuestran su apuesta por la acción. Además de las misiones principales y secundarias (ambas se pueden jugar en grupo con otros usuarios), hay mazmorras y mazmorras avanzadas, batallas contra jefes de dos dificultades, pruebas contrarreloj, pruebas de puntos y una torre infinita, que promete ser una de las actividades estrellas del endgame: se va ascendiendo por niveles en los que cumplir distintos objetivos (matar a todas las criaturas o a una concreta, evitar las trampas hasta la salida…) mientras se compite con otro grupo de jugadores que está haciendo lo mismo.
En nuestra sesión pudimos probar una de las mazmorras junto a otros cinco usuarios. Las dungeons, que aquí se llaman survey, son breves, de entre 10 y 15 minutos, y aunque quizá se deba a que era una de bajo nivel y de la dificultad básica, el diseño de la misma era muy simple. A pesar de que Mike Zadorojny de Amazon Games comentó que en ellas habrá puzles, probablemente sea en las más avanzadas, porque aquí nos encontramos con un nivel lineal donde superar una serie de arenas de combate contra enemigos muy simples y enfrentarnos a un jefe final que, si bien no era difícil, sí requería cierta habilidad para evitar que un compañero nos tuviera que revivir. Todo ello, por cierto, en contrarreloj.
Una aproximación innovadora a las clases
Precisamente eso es lo que más nos ha gustado de Blue Protocol: el combate y cómo funcionan sus clases. Aquí no hay clases habituales centradas en el DPS, el tanque o el apoyo, sino que todas ellas pueden dedicarse a cualquier función dependiendo de las habilidades que uno se equipe y de los modificadores que le ponga a las mismas. Así, las clases vienen determinadas por el arma: el Guarda Férreo utiliza espada y escudo, el Guerrero Dual lleva un arma en cada mano, el Andarín Sagaz destaca por su arco, el Hechicero elemental usa su bastón mágico como si fuera un arma a distancia y el Devastador Letal golpea con un contendiente martillo que también dispara a media distancia.
Es un combate hack and slash ágil con controles sencillos pero, al menos al principio, algo simple. Tenemos un ataque básico y la acción de clase, multiplicadores de combo, la esquiva y el salto (que gastan resistencia en la batalla) cuatro habilidades tácticas, la habilidad definitiva y dos ecos de combate, espectros de criaturas que nos ayudan en la batalla y que conseguimos en las misiones o creándolos con materiales. Cada clase, es decir, cada arma, tiene sus patrones de ataque, su ritmo, su peso y su energía; están muy diferenciadas. En nuestro caso elegimos a la Devastadora Letal, que ejecutaba movimientos pesados y fulminantes, y una serie de proyectiles con distintos efectos que gastan energía representada en cartuchos, que se regeneran muy lentamente y solo se pueden recargar fuera de la batalla, lo que obliga a administrarlos con cabeza.
No pudimos trastear con ello, pero los desarrolladores prometen cientos de combinaciones de habilidades. Al subir de nivel desbloqueamos más habilidades y mejoras para las que ya tenemos. Esa personalización, unida a la creación de armas y de equipamiento, permitirá diseñar personajes que se adapten a nuestro estilo de juego, a la situación a la que nos vayamos a enfrentar y/o a los compañeros con los que vayamos a adentrarnos en los retos de mayor nivel, como las raids cooperativas, que también las habrá y se centrarán en derrotar poderosos jefes finales.
Todo esto se podrá disfrutar totalmente gratis. El franchise lead de Blue Protocol en Amazon Games admite que todavía están ultimando los planes para la monetización en Occidente, pero habrá un pase de batalla con nuevos contenidos en dos modalidades, gratuito y de pago, aunque la versión premium no incluirá más que cosméticos, al igual que ocurrirá con las cajas de botín. El objetivo, explica Zadorojny, es no ofrecer nada de pago que otorgue una ventaja competitiva respecto a otros jugadores y que puedas jugar desde el principio hasta el final sin gastar nada. Es una promesa admirable, pero la hemos oído muchas veces y casi siempre hay letra pequeña, aunque hay que monetizar de algún modo los parches mensuales de contenido y las actualizaciones que ampliarán la historia cada cuatro meses.
Habrá beta cerrada para PC este año
Tampoco está cerrado cómo funcionará el online. Cuando el título llegue en 2024 lo hará para PC, PlayStation 5 y Xbox Series X/S: aunque la experiencia será la misma en todas las plataformas en cuanto a fluidez y contenidos, aún no se sabe si habrá juego cruzado y progreso cruzado. Pero lo que sí está claro es que Blue Protocol tiene los mimbres para llamar la atención no solo de los aficionados a los MMO, sino también de aquellos que no son habituales de este tipo de juegos, y no solo por su estética atractiva, sino por su apuesta por la acción más directa y por una estructura que deja entrever que requerirá menos dedicación que otros MMORPG. Sin duda, es un título diferente a lo habitual en su género, y por eso no nos aguantamos las ganas de probarlo en la beta cerrada que habrá este 2023 en ordenador, y a la que os podéis apuntar aquí mismo.
Hemos realizado estas impresiones tras probar una versión preliminar para PC en Summer Game Fest - Play Days, donde acudimos invitados por Amazon Games.
