El primer Nioh fue un juego que recogió los frutos de las semillas de algunos juegos que le precedieron, como el reinicio de Ninja Gaiden por parte de los mismos creadores, el Team Ninja, o el hecho de que la saga Dark Souls, nipona, se adentrase más bien en una visión medieval europea.
A pesar de tener un protagonista europeo, el primer Nioh nos adentraba en las batallas del periodo Sengoku y en la mitología de los yokai, con lo que su ambientación puramente japonesa respondió una necesidad que muchos tenían en su momento, y que en la actualidad o futuro compite con otros títulos importantes con una ambientación muy semejante, como Sekiro: Shadows Die Twice o Ghost of Tsushima.
Como otros juegos anteriormente mencionados, tenía un nivel de dificultad muy alto, y curiosamente el inicio de su desarrollo fue bastante anterior a algunos de estos títulos, ya que desde 2004 la empresa Tecmo (ahora Koei Tecmo) llevaba planeando realizar este título basado en una historia real (y también en una historia inconclusa de Kurosawa), pero las diferentes pruebas que hicieron durante este tiempo no acabaron de dejarles satisfechos hasta la versión final.
Probando el nuevo Nioh en el Tokyo Game Show
Este segundo Nioh que hemos podido probar en el Tokyo Game Show de 2019 es, de hecho, una precuela. La historia empieza algo antes de lo ocurrido en el primero, y de hecho desde el inicio ya encontramos una diferencia importante. Y es que si bien en Nioh el protagonista era un samurái irlandés llamado William, en este nosotros elegimos crear al personaje que manejaremos, y hay una buena cantidad de opciones para que perdamos el tiempo eligiendo diferentes posibilidades, y una de las que más sorprende es que incluso podemos modificar el aspecto que tengamos cuando nuestro personaje se convierta en yokai (o acepte partes de yokai, que sería lo más correcto).
Porque sí, otra de las novedades es que podemos usar los poderes yokai, y por ejemplo en el personaje que llevábamos eso hacía que le saliesen unos fantasmagóricos cuernos y tuviese cierta incidencia en el ataque, además que otra de las novedades es que podemos entrar en el mundo espiritual, y allí no sólamente son más fuertes los enemigos, sino que es conveniente convertirse en yokai ya que es una manera de poder contrarrestar la ventaja enemiga.
Por lo demás, los controles del juego os serán familiares a los que ya jugasteis al primero, pudiéndose esquivar con la X y atacando con cuadrado (flojo) y triángulo (fuerte). Con uno de los gatillos cambiamos la posición del samurái (la baja para esquivar, la del medio para defender y la alta para atacar), con otro defendemos, y finalmente los otros dos nos sirven para atacar a distancia. Para convertirse en yokai (parcialmente) tenemos que apretar uno de los gatillos más el botón de ataque fuerte.
Una ambientación más fantástica y demoníaca
Una vez ya metidos en faena, nos encontramos con que a diferencia de lo visto en el primer Nioh, en esta demo los enemigos son principalmente yokais y no humanos. El personaje que nos dejaron en la demo tiene un montón de armas en el inventario, pero lo cierto es que con la katana normal funcionaba relativamente bien, y se podía avanzar sin problemas hasta llegar a los enemigos relativamente poderosos.
Pero hasta entonces, nos enfrentamos a pequeños yokais (los Gaki o fantasmas hambrientos, que casualmente han aparecido poco en otra saga muy dada a la mitología como es Persona , mientras que veremos restos de otros bien conocidos del juego de Atlus, como los Ippon Datara), enemigos que nos durarán dos o tres espadazos si no tenemos a bien darles la espalda y que nos muerdan, porque en ese momento crecerán notablemente y serán mucho más duros.
Tras dar cuenta a varios de ellos, pudimos explorar un poco la zona, y encontrar que además de todo el inventario que tenemos hay bastantes objetos a recolectar, y una vez los derrotemos (o de los restos de otros personajes) también podemos conseguir unas bolas de los yokai que nos permiten usar movimientos de los enemigos, lo que puede resultar muy interesante de cara a ampliar la cantidad de acciones a realizar por nuestro personaje.
Y así, poco a poco, acabamos llegando a una serie de enemigos bastante más poderosos que los anteriores, pero en ningún caso invencibles. Si nos derrotan podemos volver desde la última tumba que hayamos visitado, la cual está habitada por bastantes espíritus graciosos, una especie de Kodama de La Princesa Mononoke . De hecho, no son los únicos espíritus que pueden resultarnos favorables, ya que durante la partida nos encontramos también con una especie de gatito que si interactuamos con él nos seguirá, y nos irá recuperando la energía yokai gradualmente, lo que es positivo para nuestros intereses.
A nivel visual recuerda mucho a la primera entrega, pero eso no es malo, ya que ya rayaba un gran nivel. Comparado con la demo del primer Nioh, por establecer una comparación de igual a igual, es un juego más relajado, que permite que el usuario se tome las cosas con un poco más de calma antes de soltarle las verdaderas dificultades.
Visualmente se nota un refuerzo a ese tono fantasmagórico que ya tenía parcialmente la primera entrega, con multitud de efectos que flotan en el ambiente o mucho énfasis en iluminación, vapores, sonidos y otros detalles que nos hacen ver, además de unos enemigos venidos del más allá, el tono fantasmagórico del juego.
Lo hemos podido probar en una PS4 Pro, e iba todo muy fluido, de manera que a pesar de tener una carga gráfica bastante alta en ningún caso notamos ralentizaciones, siendo un juego sólido y relativamente espectacular, algo que se nota bastante en el momento de llegar al jefe de la demo, que no solamente es bastante grande y cuenta con una presentación cinematográfica, sino que en el momento que considere nos lleva al mundo de los espíritus, con resultados sorprendentes.
A principios de 2020
Queda relativamente poco para que podamos probar en nuestras casas la secuela (o precuela) del primer Nioh, pero parece bastante claro que en el peor de los casos va a repetir el éxito del primero, siempre y cuando no tenga la mala suerte de coincidir con títulos más esperados, ya que los primeros meses de 2020 van a ser un tanto convulsos en el catálogo de PS4. En cualquier caso, parece claro que el Team Ninja sabe lo que gustó del primero, y ha sabido potenciarlo en esta secuela.
Hemos escrito estas impresiones tras probar una demo en el stand de Sony en el Tokyo Game Show.