Análisis COCOON, una de las mayores sorpresas de 2023 (Xbox Series X/S, PC, Switch, Xbox One, PS5, PS4)
Limbo e Inside son dos juegos que han creado escuela, y con razón. Su mezcla entre una estética muy personal y una jugabilidad sencilla pero muy pulida y efectiva han conseguido marcar a muchos jugadores y desarrolladores, que han tomado prestadas muchas ideas de los juegos de Playdead para sus propios proyectos. Ahora, Geometric Interactive, con Jeppe Carlsen –el diseñador jefe de gameplay de los mencionados títulos– a la cabeza, nos trae Cocoon, que ya se ha convertido en una de las sorpresas de 2023.
Diseño impecable
Cocoon es un juego de puzles en tercera persona desde una perspectiva aérea, en el que tenemos que avanzar usando diferentes esferas que vamos desbloqueando según progresamos. Cada esfera tiene un poder diferente –activar puentes, activar una especie de pilares/ascensor, disparar un rayo o regenerarse en ciertas criaturas–, además de contener un mundo en su interior. Sí, cada esfera tiene un escenario, al que podemos acceder a través de ciertos portales.
Teniendo en cuenta que sólo podemos llevar una esfera a la vez, la gestión de las mismas también es importante. Desde zonas donde necesitamos una esfera en concreto pero sólo a las que sólo podemos acceder con otra, o áreas en las que, simplemente, no podemos acceder con una esfera, moverlas con cabeza va a ser fundamental también. Y eso sin destripar algunos de los puzles del tramo final, en los que vamos a tener que hacer auténticas virguerías con ellas.
Puede que esto suene aburrido sobre el papel, o incluso difícil de entender, pero os aseguramos que es todo lo contrario. Cocoon es uno de los juegos mejores diseñados que hemos jugado en mucho tiempo, con un acercamiento muy «puro» y «clásico» que, literalmente, se las apaña para explicarte hasta los conceptos más complicados sin un solo tutorial y sin ninguna línea de texto en pantalla. Al igual que nos poníamos a jugar a Super Mario Bros. y no necesitábamos nada para saber cómo funcionaban las tuberías o los potenciadores, aquí tampoco necesitamos nada para aprender.
De hecho, es un título cuyos puzles llegan a ser bastante complejos, pero todo se hace con un botón. No podemos enfatizar lo suficiente cómo ha conseguido sorprendernos puzle tras puzle, introduciendo constantemente nuevas mecánicas sin alejarse de los pilares fundamentales de su diseño. Además, la dificultad está perfectamente medida, con un inicio bastante sencillo para que aprendamos cómo funciona todo, y situaciones que van complicándose sin llegar nunca a ser demasiado rebuscadas. Por si fuera poco, cada mundo culmina con una pelea contra un jefe final, que consigue darle un giro a sus mecánicas jugables para que puedan usarse en combate.
Por ponerle una pega, y siendo bastante tiquismiquis, es cierto que algunos de los puzles son un tanto similares entre sí, si bien es algo comprensible con una jugabilidad tan concisa. Para nosotros no ha sido un problema y, de hecho, su ajustada duración –en nuestro caso, unas cinco horas– hace que nada llegue a hacerse aburrido o repetitivo; todo lo contrario.
Un mundo como ningún otro
El complemento perfecto para la jugabilidad es el apartado audiovisual de Cocoon. Sin explicación ninguna, la aventura comienza en lo que parece ser una especie de planeta alienígena con un protagonista mitad humanoide, mitad insecto. Y, a partir de ahí, todo se vuelve más y más raro. Escenarios más retorcidos, criaturas más extrañas y momentos que te dejan con la boca abierta una y otra vez.
Técnicamente no es nada rompedor, pero tampoco lo intenta. La idea es crear algo diferente, que se beneficia de su estilo artístico minimalista, de polígonos coloreados sin texturas, pero que encuentra su lugar entre lo onírico, lo extraterrestre y lo conocido. A nosotros nos ha encantado su puesta en escena, y unida a su minimalista banda sonora e igualmente extraños efectos de sonido, crea la ambientación perfecta para Cocoon.
Un videojuego como los de antes para romper la norma
En una industria que está pasando por un importante bache de creatividad, donde la inmensa mayoría de los AAA e incluso de muchísimos indies se obcecan con los géneros de éxito de turno e ideas conocidas, Cocoon es un juego que te hace recuperar un poco la fe. Nos parece increíble que un juego tan sencillo, al que se juega con un botón, sea capaz de sorprender tanto de principio a fin, ofreciendo algo no sólo original, sino también mucho más memorable que muchas de las superproducciones que se lanzan cada año. Cocoon es, ante todo, un videojuego, y uno que nos ha encantado. Si os gustan los puzles, es imprescindible, e incluso si no es un género que os apasione creemos que se merece una oportunidad, y más cuando ya está disponible en Game Pass.
Hemos realizado este análisis en Xbox Series X con un código proporcionado por Microsoft.