Análisis de Counter-Strike (Xbox)
En esta versión Xbox se mantienen dichas características que han hecho famoso a Counter, y también el sistema de recompensas económicas que nos permitirá comprar armas. Hay que destacar que el menú de compra de armas se ha implementado como uno de esos menús circulares donde vamos seleccionando apartados, una opción que funciona muy bien en consola pero a la que uno se tarda en acostumbrar, dependiendo del peso que haya dejado en su memoria el "4-2" o "5-1".
Un punto vital de esta conversión, que se ha saldado con un notable, es el control. Sin poseer la precisión del juego de PC, el control de esta versión Xbox responde bastante bien, especialmente después de algún que otro ajuste, y la opción de giro rápido pulsando el mando analógico ha sido una gran idea, como también lo es el cambio de arma rápido con el botón Y. Sin embargo, a la hora de apuntar resulta más difícil que la versión PC y no habría estado de más haber implementado un sistema la estilo de Rainbow Six 3 Xbox, en el que dependiendo de la velocidad a la que nos movamos y la posición en la que estemos tenemos un área mayor o menos de impacto para nuestros disparos, un área en el que acertaríamos.
En cuanto al apartado técnico, como ya dije al principio resulta desfasado. La adaptación de los gráficos del original es tan buena como sencilla, sin encontrar mejoras destacables. Las texturas se han retocado, se mantienen algunas buenas características del original y se incluyen algunos efectos de iluminación (más bien de vista) interesantes, pero los modelos poligonales son poco complejos y los niveles no están a la altura de otros juegos. El framerate se mantiene estable sin hacer alardes, y la sensación general es de dejadez en algunos aspectos. De nuevo es inevitable compararlo con otros juegos del estilo de Xbox y ver que a nivel gráfico no pasa del aprobado. Los efectos de sonido también se mantienen, incluso más que los gráficos, con respecto a la versión PC. No han cambiado prácticamente nada por lo que siguen siendo muy buenos, tanto en las armas como en el movimiento de los soldados –algo muy importante-, ni se ha añadido nada destacable salvo cierto zumbido (que supuestamente oye nuestro soldado) cuando una granada explota cerca.
No mucho más hay que decir de esta versión de Counter-Strike para Xbox. No se trata de una mala conversión en absoluto, pero resulta evidente que los años le pesan, más en el apartado técnico que en la fórmula en sí (que seguirá siendo muy divertida para quien nunca haya jugado a Counter-Strike o haya jugado), y sobretodo, no hay una característica que haga a esta versión especial con respecto a la original de Pc, dado que los mapas extra no son un añadido suficiente para animar a la compra de este juego estando en posesión de la versión original. Es una compra únicamente recomendable a los que cuenten con una cuenta en Xbox Live (aunque el juego traiga dos meses gratuitos) y el multijugador da mucho más de sí. Sin embargo, tal vez la mejor razón para no comprar Counter-Strike en Xbox sea la existencia de un título llamado Rainbow Six 3 que es más completo en todos los aspectos y cuesta el mismo dinero.

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