Análisis de Counter-Strike (Xbox)
No pocos propietarios de cybers deberían hacer cada año una ofrenda floral, o mejor aún, un envío de jamón por navidades, a aquel grupo de estudiantes que en sus ratos libres creó la modificación más popular de la historia del videojuego. Si Half-Life está considerado uno de los mejores de la historia, Counter-Strike, su modificación, le ha superado en fama y pasará a la posteridad como un gigantesco fenómeno social, popularizador del juego en red en todo el mundo y fuente de ingresos de centenares de personas que o bien montaron un cyber ante la incipiente moda o bien llenaron de gente el suyo; estamos hablando del año 2000, en el que muchas personas, no necesariamente aficionadas a los videojuegos, pasaron horas escuchando aquello de "Lock ‘n’ Loaded".
La esperada versión para Xbox por fin ha llegado, pero fuera de tiempo. Estos dos años con respecto al lanzamiento de la consola y el descenso del fenómeno han costado mucho a Microsoft, no en dólares sino en beneficios perdidos, pues quién sabe la influencia en ventas que habría tenido un Counter-Strike como título de lanzamiento de la máquina de Microsoft –siempre y cuando también saliese Xbox Live-.
Estos 25 meses de desfase también han costado al juego en sí; Counter-Strike sigue siendo un título muy divertido y adictivo pero su fórmula ya ha sido refinada con otros títulos como Rainbow Six 3 en la propia Xbox, y técnicamente resulta mediocre. Aún así, se trata de uno de los juegos más interesantes de Xbox a finales de 2003 por su valiosa marca y porque su fórmula, aunque un poco agotada, sigue siendo enormemente divertida, y no hay mejor prueba de ello que la actividad en Xbox Live.
Las novedades fácilmente identificables con respecto a la versión PC son un nuevo modo para un solo jugador muy necesario, en el que simularemos la experiencia multijugador pero con bots controlados por la consola (que funcionan bastante bien), y nuevos mapas multijugador. Sin embargo, no se han añadido nuevos tipos de partida, ni nuevas armas. Realmente no hay nada exclusivo con respecto a la versión PC salvo los mapas. El modo multijugador soporta hasta 16 jugadores simultáneamente, todos ellos con comunicación por voz, y mantiene las características del título original con la calidad de servicio de Xbox Live. Además, pueden bajarse nuevos mapas a través de este servicio.
Para quien no sepa de qué se trata Counter-Strike, cosa bastante improbable siendo esta una web que se ve a través de un ordenador, y de internet para más inri, consiste en batallas por equipos entre Terroristas y Antiterroristas (Counter-Terrorists). Estos dos equipos pueden enfrentarse en dos tipos de misiones: rehenes y bomba. En la misión de rehenes, los terroristas mantienen prisioneros a unos rehenes que los antiterroristas tendrán que rescatar. En la de la bomba, los terroristas podrán poner una bomba en uno o varios puntos del escenario, y la misión de los antiterroristas será impedirlo o, si lo consiguen, desactivarla a tiempo. Cualquiera que sea el objetivo, un equipo también gana si mata a todos los miembros del otro.
Otro punto importante de Counter-Strike es el realismo. Al contrario que otros shooters, en este mod de Half-Life morir es muy fácil, las armas hacen verdadero daño y se requiere precisión al apuntar, lo que hace que en las partidas tengamos que ir con mucha cautela, casi siempre agachados, cubriéndonos con lo que podamos y con miedo a sacar la cabeza por si un francotirador (apodados "camper") nos la vuela a cientos de metros de distancia. Si nos matan, permaneceremos como espectadores del resto de la contienda, algo que es lo que habitualmente marca a las personas que no disfrutan con Counter-Strike: no soportan estar dos minutos por partida viendo cómo juegan los demás, y por lo tanto no siguen jugando, lo que impide que puedan llegar a ser buenos y disfrutar de todo (o casi todo) el tiempo de la acción.
En esta versión Xbox se mantienen dichas características que han hecho famoso a Counter, y también el sistema de recompensas económicas que nos permitirá comprar armas. Hay que destacar que el menú de compra de armas se ha implementado como uno de esos menús circulares donde vamos seleccionando apartados, una opción que funciona muy bien en consola pero a la que uno se tarda en acostumbrar, dependiendo del peso que haya dejado en su memoria el "4-2" o "5-1".
Un punto vital de esta conversión, que se ha saldado con un notable, es el control. Sin poseer la precisión del juego de PC, el control de esta versión Xbox responde bastante bien, especialmente después de algún que otro ajuste, y la opción de giro rápido pulsando el mando analógico ha sido una gran idea, como también lo es el cambio de arma rápido con el botón Y. Sin embargo, a la hora de apuntar resulta más difícil que la versión PC y no habría estado de más haber implementado un sistema la estilo de Rainbow Six 3 Xbox, en el que dependiendo de la velocidad a la que nos movamos y la posición en la que estemos tenemos un área mayor o menos de impacto para nuestros disparos, un área en el que acertaríamos.
En cuanto al apartado técnico, como ya dije al principio resulta desfasado. La adaptación de los gráficos del original es tan buena como sencilla, sin encontrar mejoras destacables. Las texturas se han retocado, se mantienen algunas buenas características del original y se incluyen algunos efectos de iluminación (más bien de vista) interesantes, pero los modelos poligonales son poco complejos y los niveles no están a la altura de otros juegos. El framerate se mantiene estable sin hacer alardes, y la sensación general es de dejadez en algunos aspectos. De nuevo es inevitable compararlo con otros juegos del estilo de Xbox y ver que a nivel gráfico no pasa del aprobado. Los efectos de sonido también se mantienen, incluso más que los gráficos, con respecto a la versión PC. No han cambiado prácticamente nada por lo que siguen siendo muy buenos, tanto en las armas como en el movimiento de los soldados –algo muy importante-, ni se ha añadido nada destacable salvo cierto zumbido (que supuestamente oye nuestro soldado) cuando una granada explota cerca.
No mucho más hay que decir de esta versión de Counter-Strike para Xbox. No se trata de una mala conversión en absoluto, pero resulta evidente que los años le pesan, más en el apartado técnico que en la fórmula en sí (que seguirá siendo muy divertida para quien nunca haya jugado a Counter-Strike o haya jugado), y sobretodo, no hay una característica que haga a esta versión especial con respecto a la original de Pc, dado que los mapas extra no son un añadido suficiente para animar a la compra de este juego estando en posesión de la versión original. Es una compra únicamente recomendable a los que cuenten con una cuenta en Xbox Live (aunque el juego traiga dos meses gratuitos) y el multijugador da mucho más de sí. Sin embargo, tal vez la mejor razón para no comprar Counter-Strike en Xbox sea la existencia de un título llamado Rainbow Six 3 que es más completo en todos los aspectos y cuesta el mismo dinero.