Análisis de Raiden V (Xbox One)
El género de los matamarcianos, además de ser uno de los más antiguos y más "seminales" de la industria de los videojuegos, es capaz de generar anécdotas que no son tan fáciles de encontrar en otros segmentos. Por ejemplo, siendo la consola Xbox 360 un verdadero fracaso a nivel de ventas en Japón (por razones conocidas por todos), el sector de los creadores de matamarcianos nipón decidió insuflarle una extraña vida a la consola de Microsoft, de manera que no solamente se convirtió en un icono en ese país para los jugadores más aficionados al género, sino que hay quien ha llegado a comprarse una consola Xbox 360 japonesa sólo para disfrutar de sus matamarcianos exclusivos lanzados allí.
Curiosamente, con Xbox One hasta ahora no habíamos visto ningún movimiento así. No sabemos el motivo, pero hasta un juego de alta alcurnia como Darius Burst: Chronicle Saviours había preferido quedarse sólo en consolas de Sony y PC, obviando la última consola de Microsoft. Hasta ahora.
Raiden, el juego original, es un arcade de matamarcianos vertical que se lanzó en 1990 por Seibu Kaihatsu, compañía desaparecida que también lanzó al mercado otros juegos más o menos conocidos como Dead Angle o Dynamite Duke. Para ser un juego de 1990 es un matamarcianos con una cantidad de balas, propias y extrañas, bastante notable, y un sistema de armamento que permite, por un lado, que la capacidad destructiva de nuestra nave sea notable, y por otro lado, que a pesar de los aspectos citados anteriormente la partida se desarrolle de una manera bastante clara, sin problemas cromáticos reseñables.
Este Raiden V es, evidentemente, la quinta parte (a la que habría que añadir varias derivaciones) de este Raiden original, que ha aparecido con bastante pompa y gloria (especialmente en terreno nipón) para Xbox One. La empresa que ahora desarrolla la saga Raiden no es Seibu Kaihatsu, sino Moss, una compañía creada por extrabajadores de la anterior, que consiguió hacerse con los derechos de Raiden, y hace la friolera de 8 años desde Raiden IV, el cual por cierto se mantiene como si fuera reciente.
La historia nos pone de nuevo a los mandos de un Fighting Force, unos cazas con una capacidad de ataque descomunal, para resolver una amenaza que infecta los ejercitos de la Tierra, y que les hace ponerse a disposición de los enemigos. Los tres cazas en cuestión son el Azuma (Japón), el Spirit of Dragon (EEUU) y el Moulin Rouge (Francia), cada uno de ellos no sólamente con unas características en forma de disparo, velocidad y aguante distintas, sino también con sus propias armas principales (las elegiremos al principio de la partida) y secundarias (son propias del avión que elijamos).
Como buen matamarcianos que se precie podemos mejorar nuestro armamento mientras avanza la partida, y en esta ocasión esa acción se realiza de la siguiente manera: de vez en cuando aparecerá un enemigo que es una especie de nave un poco más grande, la cual al ser destruida libera un ítem de un color. Si lo cogemos en rojo, nuestro disparo pasará a lo que se conoce como "disparo vulcan", si el ítem es de color azul se convertirá en un láser penetrador de gran capacidad de daño, y si es rosa pasamos al plasma, el cual suele ser potente pero más variado que el azul. Además de cambiar de tipo se incrementa su poder cada vez que recojamos un ítem, y así hasta que lleguemos al máximo de diez niveles por arma.
Además de mejorar nuestro disparo, hay otros ítems que permiten no sólo mejorar nuestra puntuación o recuperar vida, sino que durante la fase podemos requerir de ellos para superar alguna misión. Este Raiden V, lanzado por ahora sólo en consolas, tiene una interfaz de usuario que ocupa una gran cantidad de pantalla para permitir el juego en vertical, y se aprovecha todo este espacio para darnos una gran cantidad de información, entre la que destaca la competición con otros usuarios y la referida al avance de la partida. Gracias a su sistema de combos os podemos asegurar que si somos de los que exprimimos los juegos en busca de una partida con mejores puntos que nuestros competidores, vamos a disfrutar de este juego notablemente, ya que dicho sistema funciona a la perfección y recuerda a otros clásicos del género como los matamarcianos de Cave y los Raiden anteriores.
Sobre la jugabilidad de este Raiden V, deciros que estamos ante un matamarcianos extremadamente rápido, con una cantidad de balas en pantalla bastante notable (en algunos momentos tendremos pocos huecos de pantalla sin ellas), en el que es imprescindible la memoria y el reconocimiento de patrones para poder conseguir el ansiado 1cc (superar la partida con un sólo crédito). Para el resto de los mortales el juego permite infinitos créditos… con los que eso sí, el jugador no puede sacar todo el rendimiento al juego.
Por ello ya os aseguramos que no lo vais a superar en la primera partida, ya que ese aprendizaje forma parte del juego, cargado de balas y explosiones hasta un punto en el que resulta muy difícil distinguir que es propio y que es del rival si no hemos pasado por esa zona anteriormente. Esto es especialmente notorio en los jefes finales de fase, donde por ejemplo, si sabemos que nos van a realizar un ataque con gran cantidad de disparos que podemos repeler con un arma en concreto, si no llevamos ese arma equipada en ese momento resulta mucho más difícil de superar.
En esta quinta entrega además del arma principal y la secundaria vuelven las bombas, armas que vacían, prácticamente, la pantalla de enemigos. Pero además podemos recargar una barra que nos permite invocar aliados, los cuales son realmente otros jugadores que aparecen de repente y realizan un ataque más potente del normal durante un tiempo limitado. Además, nosotros también podemos ayudar a otros jugadores, apretando el botón correspondiente cuando aparezca dicha información en pantalla. Es un sistema parecido al que usa Persona 4: Golden, pero tenemos algo menos de feedback por parte del juego.
Visualmente tiene detalles bastante buenos, además de una calidad en general alta para lo que son los estándares del medio. Destacamos la capacidad para acercar o alejar la cámara conforme los desarrolladores consideran que es más conveniente para nosotros. Y como hemos dicho anteriormente, por desgracia a veces se confunden los disparos nuestros con los del rival, en parte por falta de conocimiento previo y en parte porque no está del todo bien llevado este tema por parte de los desarrolladores de Moss.
Pero además hay que subrayar la altísima velocidad del desplazamiento vertical, el buen modelado y diseño de todas y cada una de las naves, o la calidad de la interfaz, que eso sí, ocupa bastante pantalla. Por desgracia, y a falta de una posible ampliación futura que pueda subsanar esto, no hay "modo Tate", esto es, girar la pantalla como si fuera un matamarcianos horizontal, de manera que para jugarlo en vertical haya que girar también el dispositivo donde se muestra. Esto permitiría ver el juego en todo su esplendor, aunque nos quitaría toda la parafernalia de interfaz alrededor de la acción.
Por otro lado, el sonido es espectacular. La variedad de la banda sonora es notable, de manera que no solamente hablamos de temas llenos de guitarras cañeras, con solos atronadores, que también pueden incluir voces en plan opereta, sino que hay también temas algo más tranquilos, otros con incluso guitarra española (simulando que estamos en países algo más sureños) , y en general temas que nos dan la sensación de estar realizando una verdadera odisea durante nuestra partida. Además, todo ello complementado no sólo con una intro espectacular, sino con un sonido a la altura de las circunstancias, pues la historia se cuenta con diferentes conversaciones, y éstas son bastante largas (por desgracia, y por suerte, en inglés, porque originalmente sólo estaban en japonés). El resto de efectos de sonido son igualmente espectaculares, destacando disparos, golpes y explosiones.
Conclusiones
Raiden V es un matamarcianos sólido y espectacular, que si bien no llega al nivel de excelencia que en su momento encontramos (y seguimos encontrando) en la última entrega de la saga Darius, sí que tiene sus propios valores muy notables, y sin duda se convierte en un imprescindible a jugar por los amantes de los matamarcianos, especialmente si somos de los que disfrutan de un mar de balas delante nuestro. Por desgracia su precio (49,99 euros) es bastante elevado para lo que estamos acostumbrados en un juego del estilo, pero hay que recordar que se lanzó en formato físico en Japón, y está considerado un verdadero triple A del género.
El juego se ha podido analizar gracias a un código proporcionado por Moss.