Análisis de Planet Alpha (PS4, PC, Switch, Xbox One)
Desde que Limbo popularizó la fórmula, ese subgénero (o incluso subsubgénero) ha ido ganando adeptos poco a poco. Esa combinación de exploración, plataformas y puzles es muy única, a pesar de que pueda sonar genérica. Limbo e Inside han marcado el camino, y muchos otros han intentado seguirlo inspirándose en sus señas de identidad jugables y, en cierto modo, visuales. Planet Alpha rompe con esa tendencia, y toma tan sólo la jugabilidad para envolverla en un apartado artístico que nos deja boquiabiertos.
El sol y la luna
Planet Alpha es un título de desarrollo lateral que combina plataformas y puzles. Su peculiaridad es que muchos de sus puzles se basan en la extraña habilidad de nuestro protagonista de girar el planeta en el que se encuentra a voluntad, permitiéndonos cambiar nuestra posición con respecto al sol y a la luna en determinados momentos.
Esto se traduce en poder alternar entre el día y la noche, lo que no sólo tiene un efecto visual, sino que también repercute en algunos elementos del juego. Por ejemplo, de noche ciertos enemigos no podrán vernos, y de día una planta florece para servirnos de plataforma. Al principio, esta mecánica es más puntual, pero según vamos progresando va ganando protagonismo y combinándose con otras mecánicas más tradicionales.
Así, por ejemplo, tendremos que mover cajas, pulsar botones, infiltrarnos y saltar para encontrar el camino, a veces utilizando nuestros poderes, a veces sin ellos. De una manera o de otra, la jugabilidad nos ha encantado. Creemos que han encontrado un equilibrio genial a la hora de diseñar los niveles, haciendo que el progreso sea siempre dinámico, ágil y variado.
De hecho, Planet Alpha nos ha sorprendido porque hasta el último momento está introduciendo nuevas mecánicas (ya sean jugable o en la forma de nuevos enemigos o peligros) que hacen que el desarrollo de la aventura no se haga repetitivo en absoluto. Eso, unido a un auténtico ritmazo, hace que nos lo hayamos pasado genial explorando este extraño mundo.
Hablando de exploración, mencionar que este título nos ofrece la posibilidad de extender su duración a través de los secretos, que, quizás en un homenaje a Limbo, son unas pequeñas criaturas escondidas por los escenarios que nos darán un trofeo al encontrarlas. Incluso si no os preocupan los secretos, Planet Alpha es un título notablemente más largo que otros que apuestan por esta fórmula, yéndose fácilmente a las seis o siete horas, aunque ya sabéis que siempre que hay puzles involucrados, la duración es difícil de medir.
Lo único que vemos es que a veces el poder de girar el planeta se introduce un poco con calzador, o que es un resto de las etapas tempranas de desarrollo, cuando esta mecánica tenía mucho más protagonismo en la jugabilidad. En cualquier caso, no es tampoco un gran problema, y el resultado final es más que satisfactorio.
La luna y el sol
Jugablemente, como veis, no podemos ponerle casi ninguna pega a Planet Alpha, pero en lo audiovisual sólo podemos levantarnos y aplaudir. Es sencillamente espectacular, y todas las imágenes que os vamos a enseñar hoy no pueden hacerle justicia a jugarlo y verlo en acción. El diseño artístico es precioso, y la ejecución es sensacional.
El diseño de los mundos y las criaturas, las situaciones que ponen en pantalla, el uso del color, el toque de sombreado plano en algunos elementos… Planet Alpha nos ha enamorado visualmente y, además, lo ha hecho con un estilo gráfico prácticamente nunca antes visto, algo cada vez más difícil en esta industria. Lo único que podríamos pedirle sería que implementaran HDR, porque hay momentos en los que parece una de esas demos para mostrar las bondades de estas pantallas.
Nosotros lo hemos jugado en Xbox One X, donde se ve genial, y aunque tiene algunos pequeños problemas de rendimiento muy puntuales, Team17, la editora, nos ha asegurado que se se está puliendo de cara al lanzamiento y llegará más optimizado. Incluso en su estado actual, es perfectísimamente jugable. Como nota, la música y los efectos de sonido también son geniales, y le viene como un guante a este mundo.
Un viaje con retorno
Vamos a ser claros: si os gustan los juegos como Limbo o Inside tenéis que jugar a Planet Alpha. Coge la fórmula de éstos, le da un toque personal en lo jugable, y envuelve todo en uno de los apartados audiovisuales más increíbles del panorama independiente en los últimos años.
Tiene un mundo en el que da gusto perderse, nos sorprende constantemente, tiene un ritmo muy, muy bien medido, y nos ha parecido muy divertido. A poco que os guste lo que veis (cuidado si veis imágenes o vídeos antiguos, que no tiene nada que ver con la versión final) lo recomendamos sin reservas.
Hemos realizado este análisis en Xbox One X con un código de descarga proporcionado por Team17.