Análisis de Mega Coin Squad (Xbox One)
El mundo de los indies, particularmente a la hora de hacernos apreciar o despreciar juegos de tipo arcade, provoca que acabemos elevando a los altares juegos como Towerfall o Luftrausers, mientras dejamos de lado otras pequeñas joyas como Carps & Dragons y Wyv and Keep: The Temple of the Lost Idol, por poner dos ejemplos. Si un indie en su primera incursión seria no va de la mano de un editor grande es difícil que te hagan caso. Y a veces, como el caso que nos ocupa, ir de la mano de un gigante como Adult Swim (recordemos, perteneciente al grupo Time Warner, un verdadero gigante de la comunicación) puede no importar demasiado, porque de alguna manera tampoco se han mojado mucho en la promoción entre la crítica.
Y eso que Big Pixel Studios, estudio inglés creado en 2009, ya tiene cierto pedigrí, cimentado sobre una buena cantidad de juegos de móviles muy decentes entre los que destaca Land a Panda, además de unos cuantos juegos creados para clientes como los que usan las figuras de Thor o el Capitán América.
La historia detrás del juego es bastante simple: nuestros personajes están sin un duro, así que se meten dentro de un trabajo que se llama Mega Coin Squad, y su objetivo es, como os podéis imaginar, ganar dinero para su empleador a lo largo de la partida.
Como si de un juego del estilo de Bubble Bobble o Snow Bros (o entre éxitos recientes podríamos hablar de Super Crate Box) se tratase, la premisa sobre la que se construye Mega Coin Squad es sencilla: en cada fase accedemos a un espacio bidimensional de reducidas dimensiones donde podemos movernos y saltar, en el que tenemos que conseguir un número de monedas para poder llegar al siguiente nivel, y fiel al paradigma instaurado por juegos como Angry Birds en juegos de móvil, según lo bien que lo hagamos se nos da de una a tres diamantes (las clásicas estrellas en otros títulos) que nos indican la puntuación de nuestra partida.
Lo bueno de este juego es que algo tan sencillo como "conseguir monedas" lo realiza mediante una cantidad de mecánicas bastante elevada, mezclando conceptos y posibilidades de títulos tan variados como Sonic, Dig Dug, Mario Bros, Bomber Jack o cualquier arcade de disparos (como el anteriormente citado Super Crate Box).
En cualquier pantalla nuestro personaje aparece rodeado de multitud de monedas y otros elementos en pantalla, y tiene que usar sus movimientos para conseguir la mayor cantidad de éstas en el menor tiempo. Pero, al cabo del rato de entrar en la pantalla los elementos de esta se desvanecen, y vuelven a aparecer otros (incluyendo otra nueva remesa de monedas), así que de nuevo nos vienen las prisas por conseguir todas las brillantes piezas redondas que podamos.
Hasta aquí lo habitual, más o menos. Pero ahora vienen los detalles especiales. No es suficiente con "coger las monedas", sino que también hay que dárselas al cerdito que hace de hucha para poder superar el nivel. Si nos golpean mientras tenemos monedas no morimos instantáneamente, sino que perdemos un corazón y un buen puñado de nuestro preciado objetivo.
Además, una habilidad que tenemos durante todo el juego es hacer una carga, lo que permite modificar de manera interesante la orografía de cada pantalla, de la misma manera en la que Super Mario se carga los bloques de encima suyo, pero con muchas más posibilidades, ya que este movimiento se puede hacer en las cuatro direcciones.
Por si fuera poco, podemos coger armas con las que enfrentarnos no sólo a los diferentes enemigos que haya en pantalla, sino que también nos ayudarán a conseguir nuestros objetivos. Al principio vamos armados con una especie de bola de fuego o canalización de nuestra energía, pero poco después ya contaremos con todo tipo de herramientas de destrucción que nos harán más fácil nuestro avance pantalla a pantalla.
Para conseguir no sólo estas armas, sino también mejorar nuestras habilidades (o mejorar nuestros personajes) tendremos que gastar los diamantes que hayamos conseguido en cada pantalla y usarlos en un minijuego realmente sencillo (una ruleta donde nos da tiempo a poder elegir la mejora si no somos especialmente faltos de reflejos).
Además del modo para un jugador, Mega Coin Squad está muy pensado para hacer el cabra con otros jugadores (hasta 4 a la vez, eso sí, todos en la misma máquina salvo que un parche lo añada posteriormente) en varios modos para varios jugadores. Los diferentes modos son Bank The Coins, donde cada jugador tienen que conseguir alcanzar la cantidad necesaria antes que el resto, Mega Coins hace aparecer una moneda y hay que llevarla al cerdo-hucha antes de que lo hagan el resto (algo parecido al clásico "Capturar la bandera"), y el que llegue antes a una cantidad de Mega Monedas guardadas gana, y algo parecido es Hold the Rainbow, donde tenemos que conseguir una moneda arcoíris que no para de hacer aparecer otras monedas mientras nos movemos, y gana el que antes llegue a una cantidad de monedas. Finalmente, el clásico modo Deathmatch que ya conocéis de infinidad de videojuegos multijugador.
Visualmente recuerda bastante a Scott Pilgrim de Ubisoft, con un nivel de pixel art muy alto, una excelente resolución de pantalla, buenas animaciones, y una buena variedad de caracteres entre los cinco personajes seleccionables, los cuales por cierto tienen diferentes características en velocidad, poder y peso. No son unos gráficos mega detallados, pero sin duda alguna son bonitos y recuerdan a tiempos pretéritos donde los cielos azules dominaban la tierra, y donde mapas como el del tercer Super Mario Bros estaban a la orden del día.
La música del juego es realmente divertida, con melodías graciosas, muchos sonidos (especialmente de monedas y explosiones) y voces variadas. Nada que nos vaya a quedar para el recuerdo, pero funciona muy bien con el juego que es, y no necesita nada más.
En resumen, Mega Coin Squad es un juego que hubiera funcionado fantásticamente en los recreativos, y como tal debería funcionarle bien en casa a cualquiera que quiera disfrutar de un juego de ese estilo. Su campaña para el modo de un jugador no es especialmente larga, pero sí muy divertida, pero donde el juego funciona fantásticamente es en multijugador, donde su variedad de modos y lo divertidos que son hacen que este juego sea realmente recomendable. Si eso es lo que buscáis yo no le daría muchas más vueltas.