Análisis de Viva Piñata (Xbox 360, PC)
Tras Kameo y Perfect Dark Zero , que fueron dos de los títulos de lanzamiento más importantes de Xbox 360, pese a sus fallos ya comentados en los análisis que realizamos en su día en Vandal Online, Rare vuelve a la carga con un nuevo juego de los creadores de Donkey Kong Country y el reciente Grabbed by the Ghoulies, esta vez totalmente distinto a lo visto hasta el momento dentro de la propia compañía, y de la consola en sí. Hablamos, claro está, de Viva Piñata, el juego de gestión de jardines anunciado en marzo del presente año y que se ha convertido en una de las principales apuestas de Microsoft para lograr abrir un nuevo mercado (el juvenil) dentro de su consola Xbox 360. Sin embargo, ¿significa esto que el juego está destinado únicamente a los más jóvenes de la casa?.
En Viva Piñata nos encontraremos con un juego de estrategia y gestión de jardines en el que tendremos que diseñar y cuidar una vasta extensión de terreno, usando para ello la gran cantidad de herramientas que se nos irán facilitando en el transcurso de la acción, e intentando en todo momento atraer a las simpáticas piñatas que, llegado el momento, se instalarán en el hábitat creado por nosotros. Sin embargo, ésta sería una forma muy resumida de explicar el sistema de juego en esta obra de Rare, puesto que no será nada sencillo llevar a cabo esta labor. Primero porque las distintas piñatas con las que nos encontraremos aparecerán por las inmediaciones de nuestro jardín si cumplimos determinados requisitos, pero es que luego para que se instalen definitivamente en la zona necesitaremos cumplir otros requisitos que irán desde los más sencillos, plantar un determinado número de flores o llenar el suelo de hierba, a los más complicados, que devoren a determinadas piñatas o comprar objetos concretos. Además, para satisfacer todas estas demandas necesitaremos unas preciadas monedas de chocolate, por lo que la cosa se complica todavía más.
Pese a esto, en primer lugar cabe destacar el gran trabajo llevado a cabo por Rare a la hora de diseñar la interfaz de usuario, puesto que resulta ser tremendamente intuitiva. En este caso, como ya es habitual en la compañía, se ha apostado por presentar en la parte superior derecha de la pantalla una flor en la que aparecerán todas las opciones disponibles cada vez que situemos el puntero, que seremos nosotros siempre ya que no controlamos a ningún personaje ni piñata directamente, sobre los distintos objetos del escenario. De este modo, si por ejemplo situaciones el puntero sobre una piñata, en la citada flor aparecerán las opciones al lado del botón que tendremos que pulsar para realizar la acción deseada: pulsar X si queremos abrir el menú, la Y si queremos información de la piñata, y A para seleccionarla y así poder ordenarle que se dirija a un lugar concreto del escenario. Además, mediante la cruceta podremos acceder a las diversas herramientas del jardín como la pala, la regadera o la bolsa con semillas para plantar césped o hierba alta de forma rápida, encontrándonos de nuevo con una serie de opciones que se corresponderán con los diversos botones del mando de control: si tenemos la pala, y la hemos ido mejorando con el paso de la partida, podremos excavar pequeños agujeros en los que enterrar luego semillas pulsando el botón Y, o crear zonas con agua pulsando X por poner algunos ejemplos.
Con estas herramientas, como decíamos, tendremos que moldear la parcela de terreno que nos ofrecerán, pudiendo después ampliar dicha zona mejorando nuestro nivel como jardineros, cosa que conseguiremos atrayendo a más y más piñatas y, sobre todo, consiguiendo que se enamoren y tengan descendencia. En ambos casos, como decíamos, tendremos que cumplir una serie de requisitos para que las piñatas desarrollen tales acciones, lo que en ocasiones resulta de lo más complicado puesto que los requisitos para atraer a las piñatas más importantes se irán haciendo más y más complejos, lo que hace que Viva Piñata no sea un simple juego de niños.
En cualquier momento de la partida, pulsando el botón X que se corresponde con la acción Abrir Menú, accederemos a una flor en la que aparecerán una serie de opciones tales como diario, donde encontraremos una completa enciclopedia con todas las piñatas que han ido apareciendo durante la partida, y en la cual podemos conocer detalles acerca de cómo conseguir que sean residentes; así como un completo listado de todas las piñatas que se encentran viviendo en nuestro jardín, o detalles acerca de la historia del juego. También, en este menú podremos acceder a las herramientas citadas con anterioridad, o entrar en la ciudad, lugar donde encontraremos a los diversos ayudantes que participarán en el proceso de creación de nuestro jardín.
Estos personajes, previo pago, se encargarán de construir los hogares para las piñatas o para otro tipo de trabajadores de los que hablaremos a continuación, nos ofrecerán semillas y demás productos agrícolas para embellecer el entorno, e incluso nos proporcionarán servicios de cacería para ir en busca de ciertas piñatas (que antes hayamos conseguido por los medios habituales) de forma rápida pero cara. También, habrá un trabajador centrado en la creación de mejoras para los productos que marquemos, un médico que visitará el jardín cada vez que una piñata enferme y se lo pidamos, y un tabernero con un local repleto de gente en paro, que serán los trabajadores de los que hablábamos antes. Éstos, a diferencia de los citados con anterioridad, se quedarán viviendo en nuestro jardín una vez los hayamos contratado, necesitando antes comprarles una casa para que duerman en sus descansos. Cada uno de estos personajes realizará una función determinada enfocada a quitarnos trabajo, ya que cuando el jardín es más grande resulta bastante complejo controlar tantos aspectos a la vez. En este sentido, nos encontraremos con una trabajadora especializada en regar las plantas y árboles, otra que recolectará todos los frutos y semillas que vayan surgiendo de nuestra tierra; una dedicada a terminar con las malas hierbas, y los vigilantes que protegerán, aunque no con una efectividad del cien por cien, nuestro territorio tanto de día como de noche.
No obstante, también habrá una serie de personajes malvados que vendrán a molestar a nuestros inquilinos, destacando un rufián que se encargará de destrozar el entorno y atacar a las piñatas, escupiendo caramelos venenosos que, de ser comidos por alguna piñata, harán que enferme. También Dastardos se encargará de golpear y matar a las piñatas que durante un largo período de tiempo estén enfermas, no habiendo posibilidad de terminar con ninguno de estos dos rivales (en el caso del rufián podemos pagarle para que se vaya). A estos, además, debemos sumarles también unas piñatas malvadas que básicamente realizarán la misma función: escupir caramelos venenosos y molestar a todas las piñatas del entorno. Aún así, en estos casos sí podremos usar la pala para golpearlas y matarlas, o echarles un poco de agua con la regadera para que dejen en paz a nuestras piñatas.
Como hemos estado comentando, para atraer a las piñatas a nuestro jardín deberemos crear un hábitat que satisfaga las necesidades de cada una de estas criaturas. En general, los requerimientos para que las piñatas se instalen en nuestro entorno serán bastante lógicos, necesitando un estanque o parcelas con agua para atraer a las piñatas acuáticas como las ranas, patos y demás; o árboles frutales para atraer a insectos como las hormigas. Del mismo modo, si queremos que vengan las ardillas necesitaremos que coman avellanas, mientras que los conejos se morirán por las zanahorias. Desgraciadamente, no todas las piñatas serán vegetarianas, por lo que necesitarán comerse a algunas de nuestras criaturas para convertirse en residentes: en el caso de los zorros, por ejemplo, tendrán que comerse a un conejo para convertirse en nuestras mascotas. Este hecho, lógicamente, complica bastante el desarrollo de la acción, lo que hace que crear un jardín sea una tarea de lo más desafiante, y a la vez gratificante. Y es que el ver como una nueva especie se une a tu jardín resulta ser de lo más satisfactorio ya que, como decimos, lograr que lleguen algunas piñatas no será tarea sencilla, lo que a la larga garantiza un buen puñado de horas de juego para conseguir, al menos, a todas las piñatas.
Pero hasta aquí solamente hemos hablado de la llegada de las piñatas a nuestro jardín, obviando las relaciones amorosas que también serán importantísimas en el desarrollo de la acción. En este caso, solamente podremos unir a dos piñatas de la misma especie que tengan sobre su cabeza un corazón; corazón que conseguirán si tienen una casa (cada especie tiene la suya propia) y hemos colmado todas sus exigencias: comer determinados frutos, plantas, productos agrícolas, o a otras piñatas. Una vez conseguido, deberemos seleccionar a una de las dos piñatas en cuestión y ordenarle que se dirija a su congénere. Si lo hacemos bien, las dos piñatas iniciarán una danza amorosa y la acción variará considerablemente, ya que las dos piñatas aparecerán separadas sobre un tablero convertido en un laberinto repleto de explosivos.
Nuestra misión, lógicamente, será llevar a una de las dos piñatas junto a su amante esquivando las bombas antes de que acabe el tiempo, pudiendo recoger por el camino una buena cantidad de monedas de chocolate. Si lo hacemos bien (tendremos varias vidas que gastar), las dos piñatas irán corriendo a su nidito de amor y allí realizarán la danza del amor. Tras esto, recibirán un huevo que pronto eclosionará con una preciosa y diminuta piñata que cuidar. A partir de ese momento, cualquier piñata de esa especie podrá enamorarse sin necesidad de realizar los pasos seguidos por sus progenitores, salvo la necesidad de tener un hogar, ya que con los caramelos del enamoramiento se solucionará rápidamente el problema.
Otro elemento a destacar en Viva Piñata será la posibilidad de poder convertirnos en auténticos jardineros. Como hemos explicado, cada especie de piñata necesitará de determinadas plantas o frutos para visitarnos, por lo que obligatoriamente tendremos que plantar una gran cantidad de plantas y árboles para satisfacer todas las demandas. Lo interesante del asunto es que cada planta o árbol crecerá de distinta forma, y en lugares diferentes, lo que dará mucho juego a la larga. De este modo, por poner un ejemplo, con el fertilizante adecuado y un riego eficiente lograremos que un árbol frutal nos ofrezca más frutas y de mayor valor que uno mal regado y sin ningún tipo de fertilizante. En este sentido, con la regadera, que podremos mejorar previo pago, tendremos que verter agua sobre las semillas mientras crece la planta o árbol, evitando sobresaturarla del líquido elemento o quedarnos cortos con el mismo. Para desarrollar esta labor, en Rare han optado por representar el estado de salud de las plantas y árboles mediante una esfera dividida en pétalos que se irán llenando o vaciando según el nivel de agua vertido, al igual que también aparecerá sobre las piñatas para indicarnos su felicidad.
Lógicamente, necesitaremos tener unos amplios conocimientos sobre las semillas y los fertilizantes para obtener lo mejores resultados posibles, no ya sólo para obtener las mejores frutas y flores, sino también porque serán una de nuestras principales fuentes de ingresos en el juego. Y es que a pesar de que las semillas se pagan, su coste resulta demasiado bajo comparado con los beneficios que se obtendrán si se cuida bien el producto final. Además, para incentivar nuestra faceta como jardineros en el juego nos encontraremos con una gran cantidad de premios que podremos ir consiguiendo si plantamos determinadas plantas, o si usamos sabiamente los fertilizantes. Por tanto, en este sentido el juego no estará carente de desafíos.
Hasta aquí hemos hablado de la forma en la que crearemos nuestro jardín, cuidaremos de las plantas, y atraeremos a las piñatas. Sin embargo, esta obra de Rare cuenta con el que posiblemente sea su mayor error. Como buen juego de estrategia, al más puro estilo Dungeon Keeper, en Viva Piñata habrá especies de animales que no se soportarán y por tanto se enzarzarán cada dos por tres en peleas que terminarán con una de las dos piñatas en liza enfermas. Si no la curamos a tiempo, como decíamos, morirá dejando todos sus caramelos esparcidos por el entorno. El problema, en los primeros momentos de la partida, radica en que en ocasiones la suma a pagar para sanar a la piñata enferma será elevadísima, lo que unido a la gran cantidad de peleas que se organizarán, harán que en ocasiones el cuidar del jardín sea una labor frustrante y desesperante más que relajante.
Además, por muchas vallas o separaciones que pongamos entre las piñatas, al final siempre terminarán buscándose y peleándose, lo que da la sensación de que no tenemos ningún tipo de control sobre ellas. Y aunque en el citado Dungeon Keeper ocurría algo similar, y debíamos en la medida de lo posible separar las salas de cada especie para que no se pelearan, cada vez que había una pelea podíamos castigar a los camorreros o separarlos simplemente. En Viva Piñata eso no ocurrirá, salvo que las piñatas que se peleen sean una salvaje y una de las residentes, o que acudamos al lugar de la pelea antes de que las dos piñatas comiencen a lanzarse objetos, momento que aprovecharemos para golpearles con la pala o mojarlas. Si no lo hacemos así, irremediablemente una de las dos terminará enfermando.
Viva Piñata se trata de uno de los títulos de Xbox 360 más espectaculares a nivel gráfico en la consola, muy por encima de la media, gracias en parte al fantástico trabajo desarrollado por Rare a la hora de dotar al mundo de Isla Piñata de una apariencia única. En este sentido, cada una de las criaturas con la que nos encontraremos, así como la propia hierba sobre la que caminarán, estarán compuestas por decenas de papelitos pegados sobre su cuerpo convirtiéndolas en unas adorables e increíbles piñatas andantes, que además destacarán por poseer unas animaciones realmente maravillosas. A ellas, que además destacarán por su increíble colorido, debemos sumar los trabajadores que visitarán nuestro jardín, y que también poseerán un acabado gráfico fantástico. Y lo mismo con el entorno, ya sean las coloristas flores o los imponentes árboles, que además veremos crecer y formarse en tiempo real; o el sobresaliente trabajo llevado a cabo en cuanto a la recreación del agua que, además de reaccionar a efectos como la lluvia o el chapoteo de las piñatas, reflejará todo el entorno con una calidad fascinante.
Todo el trabajo llevado a cabo por Rare en materia gráfica resulta encomiable, pero también lo es la parte artística, y la dirección de todas las secuencias cinemáticas generadas con el propio motor del juego que nos mostrarán las divertidas llegadas de cada mascota a nuestro jardín, o las soberbias y fascinantes danzas del amor entre piñatas que sin duda nos sacarán una sonrisa en más de una ocasión. Además, como decimos, las animaciones de cada una de nuestras mascotas resultarán fantástica, sobre todo por el mimo con el que han sido realizadas: ver saltar de un lado a otro a un lindo conejo, o ver como un zorro, con su imponente cola, se pone contento cada vez que pega un trago en el río que hemos creado no tiene precio. Por último, no podemos dejar de citar las imaginativas casas en las que vivirán cada una de nuestras piñatas, volviendo a destacar en este caso el fantástico diseño que Rare ha utilizado para cada una de ellas. En este sentido, por norma general cada hogar tendrá un elemento que a primera vista nos indicará a qué especie pertenece: las abejas vivirán en una colmena chorreante de miel, mientras que las ardillas lo harán dentro de unas grandes bellotas, o las hormigas en un hormiguero gigante.
Sin embargo, el motor gráfico también tiene ciertos errores como pequeñas ralentizaciones cada vez que se juntan muchas piñatas alrededor del agua, o cada vez que el juego realiza un guardado automático. También nos encontramos con que a veces el reflejo de ciertos elementos aparece con pocos segundos de retraso en el agua, o el más problemático; que algunas piñatas, casi siempre las ardillas, se queden atrapadas entre medio de las vayas que colocaremos por el entorno, y que hacen que en más de una ocasión nos toque quitarlas para liberar a la piñata en cuestión. En lo referente al sonido, mantendrá el mismo nivel sobresaliente que el apartado gráfico, contando con unas geniales y pegadizas melodías de Grant Kirkhope, compositor de la serie Banjo Kazooie, y con una gran cantidad de sonidos ambientales para recrear los rugidos de las piñatas, o el crepitar de los relámpagos en las noches tormentosas. Por último, cabe resaltar el gran trabajo llevado a cabo por los dobladores del juego al castellano, ya que transmiten en todo momento la personalidad de cada uno de los personajes que encarnarán.
En definitiva, Viva Piñata se trata de uno de los mejores juegos del año en Xbox 360, aunque no recomendado para todos los públicos. Hablamos de un título de estrategia en el que básicamente tendremos que crear un entorno adecuado para que las piñatas que lo visiten vivan a gusto, lo que a no todo el mundo puede gustarle. Además tampoco cuenta con opciones online interesantes, salvo la posibilidad de intercambiar piñatas, que previamente podremos haber personalizado con una serie de accesorios; aunque es de esperar que en las próximas semanas Rare cuelgue un parche con el que se incorporarán nuevas opciones de juego en línea. Tampoco podemos olvidar, tratándose de un juego de estrategia, que en las peleas entre piñatas debería existir algún tipo de opción para detenerlas ya que como decíamos, al final el jardín puede ser un completo caos.
Por último, y pese a ser uno de los mayores temores por parte de los aficionados, Viva Piñata no se trata de un juego corto ni aburrido a corto plazo, ya que entre medio de nuestros trabajos tendremos que cumplir una serie de objetivos encomendados desde Piñata Central, aunque estos básicamente consistirán en mandar una serie determinada de piñatas en un plazo de tiempo concreto. Por tanto, todo aquel dispuesto a adentrarse en el mundo fantástico de Piñata Central con la intención de disfrutar de un gran juego de estrategia, encontrará en Viva Piñata una de las compras más recomendables del año.