Análisis de Sniper Ghost Warrior (Xbox 360, PC)

Un pequeño soplo de aire fresco en el género

Los juegos comúnmente conocidos como FPS "first person shooter", han sido todo un referente en la generación actual de consolas que, gracias a su gran potencia, han conseguido mostrarnos títulos que hasta hace poco tiempo sólo los usuarios de PC podían disfrutar. Gracias a esto, sagas clásicas como Call of Duty han logrado crecer exponencialmente en sus formatos para PlayStation3 o Xbox 360, hasta el punto de llegar a eclipsar sus ventas en ordenador, superando todas las expectativas de ventas en sus versiones para consolas. Por todos es sabido que los FPS más demandados por el público actual vienen siendo sobre todo los de corte bélico, ya sea simulando guerras de generaciones anteriores como la 2ª guerra mundial o Vietnam, u otras cuyo marco temporal es mucho más cercano a nuestra generación como nos lo muestran las ficticias y sobrecogedoras historias de la serie "Modern Warfare".

En esta ocasión, los chicos de City Interactive afincados en Varsovia, nos traen tanto para PC como para Xbox 360 un nuevo concepto de Shooter Bélico donde el sigilo y la paciencia primará sobre los ataques indiscriminados propios de este tipo de juegos. En él, tomaremos el control de dos soldados estadounidenses pertenecientes a un equipo de operaciones especiales infiltrados en una isla ficticia del continente sudamericano apodada Isla Trueno, con el fin de dar su apoyo al ejército rebelde en su lucha contra el enemigo.

Uno de ellos será el encargado de abrir paso con su rifle de francotirador entre el ejército sudamericano sin dar muestras de su presencia, mientras que el otro será el típico soldado de metralleta en mano acostumbrado a las batallas más directas y ruidosas. Aun así hemos de dejar claro que las misiones de francotirador serán las que lleven la voz cantante en este original juego que supone un soplo de aire fresco entre tanto patrón repetido por múltiples compañías.

En los primeros compases del juego tendremos acceso a un tutorial que nos recordará al visto en el último título de la saga Call of Duty, durante el cual practicaremos tiro con distintas armas, probaremos el lanzamiento de granadas e incluso realizaremos una pequeña mini-misión en la que se nos dará un tiempo para ocultarnos entre la maleza y seguidamente nuestros compañeros tendrán que encontrarnos en un tiempo límite, vamos, el escondite de toda la vida pero virtual.

Al inicio de cada fase tendremos acceso a un briefing que, de nuevo, volverá a recordarnos a los mostrados en las últimas obras de Infinity Ward pero con una calidad técnica mucho más limitada, donde se nos explicará a groso modo y en un perfecto inglés, aunque con subtítulos en castellano, los objetivos de las variadas misiones que iremos realizando a lo largo de la campaña.

En gran parte de ellas deberemos permanecer inmóviles, esperando el momento perfecto para ejecutar a nuestros enemigos, desplazarnos sigilosamente observando sus posibles movimientos y finalmente llegar a nuestro objetivo sin llamar la atención, algo que nos ha parecido realmente original, divertido y en ocasiones inquietante, aunque posiblemente pueda desesperar a los amantes del gatillo fácil, lo que no quiere decir que a veces no debamos hacer uso de armas más ruidosas como metralletas, cargas de C4, minas claymore o granadas, en misiones que, para no llevarnos a engaño, no son nada del otro mundo y en términos de calidad jugable distan mucho de lo visto en la mayoría de los referentes del género.

También nos encontraremos misiones en las que tengamos que coordinarnos con otros miembros del grupo para llevar a cabo nuestros objetivos, lo que le da al juego un plus táctico en el que la compenetración con nuestro compañero será un factor decisivo para acabar con éxito la misión, aunque en ocasiones, debido a su limitada IA, puede ponernos en más de un aprieto.

En "Sniper: Ghost Warrior" no contamos con ningún sistema de cobertura como los vistos en juegos como Gears of War o Killzone 2. Aquí sólo nos protegeremos si nos mantenemos detrás de aquellos elementos capaces de soportar el impacto de las balas. Por otro lado, para ocultarnos únicamente deberemos buscar una zona que creamos segura y mantenernos a cubierto, viéndonos continuamente obligados a utilizar el entorno natural para camuflarnos y evitar ser detectados por nuestro enemigo. Por último, también contaremos con la ayuda de un medidor de alerta que cuando llegue al máximo nos hará saber que el enemigo ha detectado nuestra presencia. Este sistema dota al juego de una sencillez que a pesar de parecer algo rudimentaria, funciona correctamente.

¡TANGO abatido!

El protagonista absoluto del juego es el rifle de francotirador y nos encontraremos hasta cuatro modelos diferentes, el AS50, MSG90, SR25 y el SVD Dragunov. Los programadores han tratado de dar cierto realismo a su funcionamiento mediante un sistema de físicas que tiene en cuenta múltiples variables, de ese modo, cuando observemos a través de la mira deberemos tener en cuenta diversos aspectos como la velocidad y dirección del viento, los efectos de las condiciones meteorológicas, nuestro estado físico e incluso nuestra posición corporal a la hora de disparar. También podremos hacer uso de un efecto bala que ralentizará la imagen y nos dará unos segundos para apuntar con toda precisión a nuestro enemigo. Mención especial a la incorporación de una cámara que realizará un seguimiento de nuestras balas hasta llegar a su objetivo en aquellos disparos más certeros, como ya lo hiciese en su momento el juego Sniper Elite de la compañía Rebellion.

La campaña nos ha resultado bastante variada aunque descompensada en términos de dificultad. En ella recorreremos frondosas junglas, plantas petrolíferas en medio del mar, ruinas antiguas, poblados y un largo etc donde se nos encomendarán variadas misiones entre las que destacan aquellas en las que el sigilo y la calma son nuestros mejores aliados. Nos llevará unas 10 u 11 horas terminar el juego en el nivel medio, lo cual, teniendo en cuenta las escasas aunque intensas 6-7 horas que duran las campañas de la saga Modern Warfare, no está nada mal.

Cuando iniciemos la aventura podremos elegir entre tres niveles de dificultad. En los dos primeros tendremos ocasión de contar con un indicador rojo en la mirilla de nuestro rifle que nos marcará el sitio concreto donde impactará nuestra bala según las condiciones ambientales de ese preciso instante. También contaremos con otra ayuda y es que al apuntar se iluminará la silueta de nuestros enemigos con el fin de conocer su posición con mayor facilidad. Sin embargo, en el nivel de dificultad más avanzado estas ayudas desaparecerán haciendo que los tiros a larga distancia sean toda una odisea.

Otro aspecto reseñable es el regreso del clásico sistema de curación que sustituye a la cada vez más recurrida autoregeneración, mediante la incorporación de kits médicos repartidos a lo largo del juego que nos permitirán recuperar nuestra energía. El nivel más sencillo del juego también cuenta con un mini sistema de autoregeneración en el que cada vez que nuestra energía baje de treinta puntos, si nos mantenemos a cubierto unos instantes, volverá a subir hasta treinta.

Una de cal y otra de arena

En cuanto al apartado técnico, SGW cuenta con el motor Gráfico Chrome Engine 4, utilizado para la saga Call of Juarez, que en esta ocasión luce de maravilla y nos muestra unos escenarios realmente logrados de los que resalta una más que eficiente iluminación que podríamos tildar de fotorealista. La diversidad de escenarios, a pesar de ser algo lineales, ofrecen una sensación de profundidad más que correcta, la vegetación está muy bien representada, los ríos y el agua se han plasmado con gran naturalidad y por lo general sus texturas muestran tal solidez que incluso en los planos más cercanos se mantienen firmes. Es digno de mención el hecho de que nuestro personaje no esté formado por un simple rifle con una mano flotando, como viene ocurriendo en la mayoría de los shooters. Si miramos hacia abajo, observaremos el movimiento de nuestros pies y cuando nademos de espalda podremos visualizar gran parte del físico del personaje.

En contrapartida, nos encontraremos ante situaciones en las que el apartado técnico se muestra irregular como cuando nos topamos con barreras invisibles que nos limitan artificialmente a la hora de recorrer un escenario, cuando nos vemos atascados ante inexistentes elementos del escenario que nos impiden continuar caminando en alguna dirección, o cuando atravesamos la foresta sin que ésta se vea inmutada, como si fuésemos etéreos, haciendo honor al título del juego.

La inteligencia artificial, lamentablemente, se muestra algo deficiente. Habrá ocasiones en las que seamos detectados por el enemigo a grandes distancias mientras que en otras no nos detectarán ni a 5 metros de nuestra posición. Esto unido a algunas incomprensibles acciones de nuestros compañeros, hace que se enturbie el buen acabado del juego. Eso sí, una vez nos hayamos acostumbrado, podremos disfrutar de una campaña que con sus altibajos, consigue entretener por su diferente y fresco enfoque, aunque todavía le queda mucho camino por recorrer si pretende estar a la altura de los grandes shooters actuales.

Los efectos de sonido cumplen perfectamente su cometido, tanto en lo que se refiere a armamento como a los efectos naturales de los escenarios, dotándolos de una inmersión realmente conseguida. El juego únicamente ha sido doblado al inglés, aunque en ocasiones escucharemos a los miembros de las milicias enemigas hablando en nuestra lengua con acento de la zona, lo que le da un toque de realismo bastante interesante. Por último, en cuanto al aspecto musical, decir que escucharemos varias melodías a lo largo del juego a diferente intensidad según la situación en la que nos encontremos sea más o menos comprometida.

Por último, en referencia al modo multijugador, hemos de decir que no es el punto fuerte del título y a pesar de que su mecánica no está nada mal, sus limitados modos de juego y la poca cantidad de gente reunida hasta la fecha en los servidores, hacen de ésta una opción completamente olvidable.

Conclusiones

Nos encontramos ante un FPS cuya mayor virtud se encuentra en su original mecánica que nos permitirá disfrutar de inquietantes enfrentamientos con la ayuda de nuestro rifle de francotirador poniendo a prueba toda nuestra paciencia a la hora de solventar las múltiples situaciones comprometidas que encontramos a lo largo del juego, pero ciertas deficiencias en su apartado técnico y en la inteligencia artificial impiden que "Sniper: Ghost Warrior" pueda medirse ante los títulos más punteros del mercado, lo cual no significa que se trate de un mal título para los amantes del género que quieran dar una oportunidad a su variada, y en ocasiones difícil, campaña.