Análisis de Pro Evolution Soccer 6 (Xbox 360)
El dominio de Pro Evolution Soccer en los juegos de fútbol, tanto a nivel de ventas como de calidad, es un hecho desde hace unos años, y una de las cuestiones de los estudiosos del mercado del videojuego es si en la nueva generación, donde Electronic Arts tiene muchas ganas de recuperar terreno perdido por su FIFA, se mantendrá esta tendencia que ha caracterizado al mercado navideño durante los últimos años. Finalmente, Pro Evolution Soccer ha llegado a Xbox 360 en su primera versión de nueva generación, con la misión de cumplir las altas expectativas que se han hecho los jugadores y de intentar comenzar su dominio en esta generación que hace pocos meses que ha empezado.
Este primer intento no dejará indiferente a nadie. Sin duda se trata de un gran juego de fútbol, pero probablemente decepcione a la gran mayoría de aficionados a esta saga, pues no incluye demasiadas novedades –parece una versión de alta resolución y con brillo del original de PlayStation 2- y, además, contiene una notable cantidad de fallos de depuración, por llamarlo de algún modo. La mayoría de las veces el juego funciona bien, pero de vez en cuando las defensas cometen errores absurdos –dos defensas chocan entre ellos en el área pequeña- y esta versión de PES6 es un juego de fútbol especialmente proclive a lo que en fútbol suele llamarse "goles tontos".
A nivel gráfico, como decíamos, esta primera versión de nueva generación de la saga de Konami resulta vistosa al principio pero el jugador experimentado de Xbox 360 no tarda en darse cuenta de que en este apartado no está a la altura de lo que se espera de la nueva consola de Microsoft, máxime si se compara con su rival, el nuevo FIFA 07. Los gráficos de Pro Evolution Soccer 6 parecen directamente traídos de la versión PS2 y ligeramente modificados y "subidos de resolución". Aunque las caras de los jugadores tienen muchísimos más detalles y están muy bien realizadas, las animaciones son las mismas que en la consola de Sony, y algunas de ellas no se han trasladado bien a la consola de Microsoft; es muy extraño que en un Pro Evolution Soccer las animaciones se enlacen mal, pero en algunos momentos ocurre en esta versión.
Por otra parte, los estadios están mejorados ahora, con mayor cantidad de detalles y efectos, pero igualmente lejos de lo que se espera de la nueva generación y además solamente hay ocho. Incluso en esta versión, pese a que los gráficos no son impresionantes, hay más ralentizaciones que en la de PlayStation 2. En definitiva, el apartado gráfico de Xbox 360, sin ser malo, está muy lejos de lo que los jugadores podrían esperar; se han limitado grosso modo a aumentar la resolución y mejorar las caras, pero la potencia gráfica superior, que durante los últimos años ha limitado la evolución de las entregas de PS2, no se ha aprovechado par ampliar las posibilidades de juego en esta versión de nueva generación.
Por otra parte, el apartado jugable, como decíamos, es similar al de PlayStation 2 aunque mantiene ciertas diferencias. Aparte de que esta versión 360 está menos depurada y es muy proclive a los fallos de la inteligencia artificial defensiva, la actitud atacante del equipo controlado por la máquina es un poco rara. La máquina a veces hace jugadas bastante absurdas, realizando a veces cosas inverosímiles como hacer pases cortos bombeados en zonas repletas de defensas. La inteligencia artificial de esta versión Xbox 360, sin ser mala, tiene numerosos fallos y parece que hay veces que el sistema falla y toma decisiones o realiza acciones imprevisibles.
En cuanto a las novedades jugables, quizás la más llamativa de todas, o al menos la que los jugadores que más horas pasaron con la quinta parte notarán al principio, es que ahora cuando cargamos a un jugador rival ya no es tan probable que nos piten falta. Éste fue uno de los mayores cambios de la quinta parte y al que más tardaron en adaptarse los jugadores, y ahora Konami ha dado una relativa marcha atrás y ya no será tan fácil que al cargar un poco contra un jugador nos sancionen, y esto se combina con un mejor sistema de detección de colisiones. También se han mejorado las entradas deslizantes, ahora son más efectivas si se hacen en el momento apropiado, aunque siguen causando una falta segura si se hacen mal. Pero lo bueno es que, aparte de que son más efectivas, tenemos ahora más posibilidades de salir con el balón controlado, en vez de que éste salga despedido casi siempre.
El comportamiento del balón también se ha mejorado o, mejor dicho, se han cambiado ciertas cosas. Los pases son ahora más alargados, menos bombeados, y los tiros más potentes pero también mas imprecisos en general; más que imprecisos, ahora tendremos que estar mejor colocados para lograr un buen disparo. También será importante taponar el balón usando el botón R2, para evitar que los rivales nos roben el balón; se ha eliminado el regate que se hacía con este mismo botón, que era un tanto irreal. Y otro impedimento para marcar gol son los porteros, que ahora son más hábiles que en el anterior juego, además de contar con un repertorio de animaciones mucho mayor. Aunque los porteros son más hábiles en general, los despejes de estos son más numerosos y más peligrosos para un posible tiro de rechace.
Otra novedad sutil, pero interesante, es la posibilidad de sacar rápido las faltas. En los anteriores juegos las faltas cortaban completamente el partido, no solo con una transición en la que todos los equipos se reposicionaban sobre el campo, sino además a veces con escenas cinemáticas que teníamos que saltar para no perder el ritmo del partido. Ahora, Konami ha incluido la opción de saque rápido de falta, en el mismo contexto en el que se ha producido, permitiendo que un contraataque no pueda ser tan fatalmente cortado por el rival o que simplemente no perdamos tiempo. Este saque de falta rápido no tiene mucha precisión, pues solamente podremos dirigirlo hacia una dirección, e incluso a veces podrá ser rápidamente interceptado por el rival.
La ley de la ventaja también cuenta con cambios. El icono, con el que se podía "jugar" en la anterior entrega (esperar a que desapareciese para robar de nuevo el balón al rival), ha desaparecido esta vez, haciendo de la ley de la ventaja ya no un añadido curioso sino un elemento perfectamente integrado en el juego, y sujeto al criterio, siempre desconocido para los jugadores, del árbitro. En esta ocasión no podremos hacer trucos de viejo zorro, sino limitarnos a jugar de forma normal y esperar que el árbitro ya no vaya a pitar la falta anterior; aunque, eso sí, las tarjetas de rigor sí que las sacará. Este detalle, junto con la menor incidencia de las faltas por carga, mejora el apartado de arbitraje con creces.
En el tema de las licencias, Pro Evolution Soccer sigue progresando poco a poco. En esta ocasión el juego está protagonizado tanto por Reebok en el caso de los balones, como por Canon en el caso de las repeticiones. Pero en lo que a jugar se refere, destaca la eliminación de la liga alemana, aparentemente por problemas de licencia, y la inclusión de la francesa, una de las ligas que más pujanza están alcanzando durante los últimos años gracias a equipos como Mónaco o Olympique de Lyon. Aunque no hay liga alemana, si está el Bayern de Munich, uno de esos equipos que no pueden faltar.
En el capítulo de las licencias, la liga inglesa pierde la del Chelsea, manteniendo la del Arsenal e incluyendo la del Manchester United. El resto cuenta con equipos reales. En cuanto a las selecciones, combinados como Argentina o España cuentan ahora con su equipacion oficial. Hay que decir también que los fichajes, al contrario de las anteriores entregas, están completamente al día, hasta el mismo día del cierre del mercado. Sin embargo, la valoración de los jugadores no refleja talentos que "eclosionaron" durante la pasada temporada, y sigue siendo bastante continuista con los jugadores que han pegado un bajón durante los últimos años, y escéptica con los que han experimentado una notable mejora.
Los modos de juego de esta versión Xbox 360 son decepcionantes. Es cierto que hay un partido amistoso, liga, copa y Master League, pero no se incluyen modos de la versión PS2 como el Internacional Challenge o el partido memorial, y las opciones de edición son menores. Pero lo más flagrante del asunto es el modo online. En una consola como Xbox 360, que parece especialmente diseñada para el juego online, y que marca el camino que deben seguir las otras dos consolas de nueva generación en este tema, es incomprensible que el juego online sea inferior al de PS2; esta versión permite encuentros online cuatro contra cuatro, mientras que la de Xbox 360 lo limita a partidas uno contra uno, lo cual es absolutamente decepcionante. Aparte de un interfaz bastante simple pero no por ello menos complicado de usar, el juego está experimentando actualmente bastantes problemas en la red.
Pro Evolution Soccer 6 para Xbox 360 es un buen juego de fútbol, pero al mismo tiempo es una gran decepción para todos aquellos que seguimos la saga Pro Evolution Soccer de Konami. Aunque confiamos que en la próxima entrega se empiece con un motor nuevo, o se adapte bien el de PS2 a la nueva generación –especialmente considerando que PS3 ya estará en el mercado-, esta primera versión de Xbox 360 no cumplirá ninguna de las expectativas de los más aficionados del juego, que probablemente esperaban que la nueva generación marcase un salto cualitativo en Pro Evolution Soccer. Recomendado solamente a los que no tengan una PlayStation 2.