Análisis de Kinect Sports (Xbox 360)
El recopilatorio deportivo de Kinect es uno de los juegos que hay que probar este año.
Pablo Grandío ·
Actualizado: 21:31 17/8/2020
GRÁFICOS
-
SONIDO
9
NOTA
8
DIVERSIÓN
8
JUGABILIDAD
8
Análisis de versión Xbox 360.
La pregunta es muy clara. ¿Puede ser Kinectsports el Wii Sports de Kinect, por todo lo que significó éste a la hora de familiarizar a la Wii con el gran público? La respuesta es sí. El juego de Rare, un recopilatorio de minijuegos usando la detección de movimiento de Kinect, hace exactamente lo que en su día hizo el título de Nintendo, recreando con la nueva tecnología media docena de deportes para crear una experiencia divertida, sobre todo para varios jugadores, y muy sorprendente para aquellos que pensaban que "lo de Minority Report" nunca iba a ser posible. Es inexplicable que no venga con Kinect "de serie", en vez de Kinect Adventures.
Kinectsports incluye una selección de simulaciones deportivas, y varios modos de juego para combinarlas. También incluye algunos minijuegos más sencillos basados en partes de los deportes, pero lo principal, por así decirlo, son seis eventos deportivos: atletismo, fútbol, bolos, boxeo, volley-playa y tenis de mesa. Estos eventos distan de ser simulaciones ultrarrealistas de los deportes, sino que intentan adaptar sus mecánicas a la capacidad de movimiento de Kinect. No veremos detecciones precisas y exigentes, sino una adaptación sencilla y en ocasiones bastante libre de los deportes.
Obviamente, los minijuegos tienen altibajos, como ya tenían los de Wii Sports. Si en el juego de Nintendo los mejores eran el de tenis y el de golf, en el de Microsoft son especialmente divertidos el de atletismo (que es el más completo, como ya comentaremos), volley-playa y tenis de mesa. El de bolos y el de boxeo son demasiado simples y es como si los hubiésemos visto demasiadas veces, mientras que el de fútbol es, simplemente, cuestión de gustos: simplifica en exceso algunas cosas, pero es muy divertido.
El de atletismo es el que tiene más chicha, porque es en realidad un pentatlón. Incluye cien metros lisos, lanzamiento de jabalina, salto de longitud, lanzamiento de disco y una carrera de vallas, por lo que son cinco minijuegos en uno, organizados como una competición donde vamos recibiendo puntos por nuestro rendimiento en cada deporte, y compitiendo contra otros atletas controlados por la inteligencia artificial.
El de cien metros lisos nos familiariza con la particular manera de correr con Kinect. Se trata de levantar las rodillas, haciendo el movimiento de correr, pero sin moverse del sitio; todo un suplicio para los vecinos, moviendo las rodillas arriba y abajo pero inevitablemente dando golpes en el suelo con los pies. Nos puntúan por el tiempo, y es fácil romper el récord mundial y hacer marcas absurdas. El último minijuego, el de vallas, nos pide lo mismo, pero saltando sincronizadamente siguiendo un código de colores.
El de salto de longitud nos pide correr, y luego saltar (hacia arriba, evidentemente), pudiendo batir marcas mundiales fácilmente, mientras que en el de jabalina correremos y lanzaremos (dependiendo del ángulo de nuestro movimientos con el brazo), y en el de disco inclinaremos nuestro cuerpo hacia atrás y luego moveremos el brazo hacia delante. Como veis, nada complicado, pero sí muy divertido, especialmente a dos jugadores, al competir los dos por la mayor puntuación y estar todo en vilo hasta la carrera con vallas. Cuatro estrellas.
El minijuego de tenis de mesa es similar al visto en Wii o PS3 Move, solo que usando nuestra mano como pala, en vez de los mandos de estas consolas. No es tan preciso como lo visto en Wii Sports Resort o Sports Champions en las respectivas plataformas, pero es una buena muestra de lo que se podrá hacer con Kinect a la hora de detectar el movimiento una vez los desarrolladores vayan cogiendo experiencia. Podemos hacer varios tipos de tiros, y es fácil acomodarse y lanzar la pelota allá donde queramos, del derecho o del reves, y con más o menos fuerza. Le faltan quizás dos o tres movimientos más, pero en general funciona bien, y de hecho es uno de los pocos "deportes" donde la sincronización es importante y no hay ningún problema en este sentido. Cuatro estrellas.
El de volley-playa es nuestro preferido. Es sin duda el que más cansa y el que más nos obliga a movernos, pero es tremendamente divertido a dos jugadores en cooperativo. El juego cuenta con tres movimientos: recepción, pase y remate (este último puede hacerse en salto), y al mover automáticamente a los jugadores, todo depende de nuestra habilidad para realizar el movimiento a tiempo, pues la sincronización determinará lo bien que rematemos, y así conseguir el punto. Aparte, los rivales de la inteligencia artificial son particularmente duros, incluso en el nivel principiante, por lo que es muy retante.
A dos jugadores, considerando que el mínimo fallo ya cuesta un punto, es muy divertido porque las recriminaciones no tardarán en surgir, el partido es a siete puntos y la máquina rara vez perdona. Es un buen ejemplo, además, de que la precisión milimétrica no es tan importante para una experiencia de juego divertida. El juego únicamente diferencia entre golpes de mano derecha e izquierda al rematar, y los otros movimientos tienen un enorme margen; la única exigencia es la coordinación y la sincronización para no enviar la pelota a la red o que no caiga al suelo. Cinco estrellas.
El de boxeo peca de ser excesivamente simple. Los combates, más que favorecer la habilidad, pueden ganarse golpeando constantemente hacia delante, a lo loco, propinando una lluvia constante de golpes al adversario. Sin embargo, si acuerdas con tu amigo jugar "en serio", respetando ciertas reglas de juego limpio y buen gusto, puede dar lugar a unos buenos combates. Pero, al igual que el de los bolos, la sensación es que ya lo hemos visto; este último nos pide coger una bola y lanzarla "virtualmente", en una de las simulaciones más logradas con Kinect Sports, pero su ritmo pausado contrasta con el más divertido frenetismo de los otros juegos y hará que rápidamente pase a un segundo plano. Dos estrellas cada uno.
Finalmente, el de fútbol gustará a muchos porque tiene muchas ideas, pero como es de esperar simplifica demasiado el deporte rey para convertirlo en un minijuego de detección de movimiento. Cuando atacamos, podemos pasar el balón a nuestros compañeros y, una vez cerca de la meta, chutar a gol. También hay saques de esquina y de banda, que podremos rematar hasta de cabeza. Cuando defendemos, tenemos que evitar que los rivales progresen hasta cerca de nuestra portería y, una vez en peligro, ser el portero y parar los balones.
La forma de pasar y tirar es sorprendentemente variada, pudiendo golpear con el pie izquierdo y derecho, mientras que a la hora de defender tendremos que inclinarnos y mover los pies hacia donde va a ir el pase contrario. A la hora de parar, tendremos que mover todo el cuerpo para evitar que el balón "acabe en el fondo de las mallas". Esta dinámica funciona bien si somos nosotros contra la máquina, o si jugamos en cooperativo, pero a dos jugadores, uno contra otro, resulta demasiado simple y difícil para el que defiende; cuando jugamos contra la máquina, los indicadores nos permiten ver con claridad qué hacer para defender o detener disparos, pero a dos jugadores el ritmo es inadecuado.
Como es de esperar, no son once contra once, sino que es una especie de fútbol seis con porterías pequeñas, y todo el sistema de movimientos de los jugadores es automático (y no respeta ninguna regla en general); el juego es estático, los jugadores no corren sino que se quedan parados. Esto no es exactamente una crítica, porque es casi imposible imaginar como aunar la detección de movimiento con un partido de fútbol real, pero puede echar para atrás a algunos que estuviesen esperando algo similar a aquellas recreativas con balones, y se encuentren con un sucedáneo que, aunque curioso y muy bien llevado, resulta muy limitado. Tres estrellas.
Estos eventos principales los aprovecha el juego para crear minijuegos adicionales. Por ejemplo, un reto de parar balones basado en el de fútbol o tenis de mesa con varias pelotas al mismo tiempo, y estos minijuegos pueden jugarse también a dos jugadores, o por equipos. Y todos los eventos pueden jugarse a través de Xbox Live.
A nivel gráfico Kinect Sports puede decirse que no cuenta. Es un título para todos los públicos, que usa los avatares de Xbox para los personajes y, por lo demás, cuenta con unos escenarios decentes que se adaptan a la estética colorista del juego. Valorarlo está un poco fuera de lugar, simplemente funcionan bien, el motor gráfico obviamente no se resiente, y el estilo visual es el mismo que el de los avatares de Xbox 360. El sonido, en cambio, es excelente. La banda sonora incluye fragmentos de temas tremendamente populares, desde Song 2 de Blur a We Are The Champions de Queen, y el doblaje al castellano es excelente.
Siendo un juego especialmente divertido a dos jugadores, hay algo que lo hace mejor todavía: la grabación de la cámara. Esta faceta nos parecía muy vergonzosa cuando probábamos el juego (y otros de Kinect) en las diferentes ferias (rodeados de desconocidos), pero, entre amigos, las carcajadas son impagables, especialmente porque el montaje que hace el juego tras cada evento va sincronizado con música, y tiene la extraña capacidad de captar los mejores momentos. En el primer combate de boxeo que disputaron dos jugadores, el primer vídeo mostraba los momentos anteriores al primer derribo del jugador uno al dos, luego mostraba el segundo derribo (más las protestas del segundo jugador, típicos gestos de "estas haciendo trampas") y finalmente el derribo definitivo del segundo al primero y la loca celebración posterior. Es una pena que solo se puedan compartir en el momento, y que no se puedan guardar ni administrar de ninguna manera.
Pese a los altibajos comentados y las evidentes limitaciones, Kinectsports es un grandísimo juego, con esa capacidad para hacer que algo nuevo, Kinect, se convierta en protagonista de unas horas mágicas de diversión, tanto para el que tiene la consola ("el iniciador") como para sus invitados, que se quedarán primero perplejos, luego se pondrán tremendamente competitivos, y finalmente se partirán de la risa durante muchas horas. Con permiso de Dance Central, el mejor juego para "enseñar" Kinect a tus amigos, y probablemente el más abierto a todos los públicos por su sencillez, su accesibilidad y la variedad de su popurrí de deportes. Independientemente de las críticas que se le puedan hacer, éste es uno de esos títulos que hay que probar para saber hacia dónde va el mundo del videojuego.
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