Análisis de Dragon's Lair XBLA (Xbox 360)

La que hoy nos ocupa es la versión original, con una excelente calidad de imagen, y algunos extras más o menos curiosos. La jugabilidad, si es que alguna vez la tuvo, como os podéis imaginar ha envejecido fatal. Pequeñas secuencias en las que tenemos que sobrevivir pulsando el botón oportuno en el momento exacto. Sale un enemigo y el icono en pantalla de atacar, y tendremos que pulsarlo; hay una puerta a la derecha, y rápidamente habrá que pulsar esa dirección para meternos en ella, etcétera. Para quienes estén acostumbrados a los QTE actuales, aquí no son nada permisivos, y tenemos que pulsar el botón en el segundo exacto, sin demorarnos unas décimas de segundos, o veremos una de las divertidas muertes. Vamos consiguiendo puntos, tenemos varias vidas, y si nos matan, podemos continuar tantas veces como queramos, sin que nos arruinemos como en 1983.

El juego se puede completar del tirón y si no fallamos nunca –algo casi imposible- en unos 12 minutos, y si lo jugamos por primera vez nos puede durar unos 25 minutos. Llega un momento que más que los reflejos se basa en memorizar lo que va a pasar, a base de que nos maten, y además se empiezan a repetir escenas, con sus elementos invertidos a modo de espejo, lo que hoy en día queda muy pobre. En esta versión contamos con los iconos que nos dicen que botón pulsar, pero también podemos jugar como en la recreativa original sin ningún tipo de indicación, lo que nos parece cuanto menos heroico. Para potenciar este factor nostálgico, en las opciones podemos elegir que aparezca el monitor arcade a modo de marco, e incluso se aplica un filtro para que la imagen sea como la de entonces en un monitor de tubo.
Podemos jugar en fácil o difícil, o en el modo Inicio, en el que debemos superar cada escena para poder avanzar a la siguiente, o en el modo Arcade, en el que cada vez que Dirk muerte aparecemos en una nueva escena. Como extras tenemos cómo no los Logros, alguno bastante curioso, marcadores en línea, la posibilidad de ver el tráiler original, o de ver una partida sin jugar, simplemente sentarse y disfrutar de la película de animación, que la verdad no ha envejecido nada mal y sigue teniendo un encanto especial.

La mayor novedad de este título para Xbox Live Arcade y lo que le diferencia de tantas otras versiones es la posibilidad de jugar con Kinect, el control por movimientos de Xbox 360. Las acciones arriba, abajo, izquierda y derecha se realizan dando pequeños saltos hacia esas direcciones o simplemente dando un paso bien marcado, y el ataque se realiza como si estuviéramos blandiendo una espada de verdad, aunque es uno de los movimientos que peor detecta. A diferencia de jugar con el mando, se añaden dos acciones más. Coger cuerdas, que bien te lo pueden indicar que lo hagas con el brazo izquierdo o el derecho, y correr, que basta con trotar en el suelo levantando las rodillas.

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