Dead or Alive es un muy buen juego de lucha, pero sobre todo es famoso por el notable porcentaje de luchadoras femeninas que integran su plantel, y la voluptuosidad de sus formas. La peculiar visión del cuerpo femenino que el Team Ninja de Tecmo ha demostrado tener a lo largo de las cuatro entregas de la saga de lucha ha convertido a Dead or Alive en una especie de mito erótico del mundo del videojuego, con detalles como que según la edad que indiquemos que tenemos haya mayor o menor "fuerza de gravedad" en los pechos de las luchadoras, y Dead or Alive Xtreme Beach Volleyball para la primera Xbox demostró hasta qué punto Tecmo quiere aprovechar la fama que su saga se ha labrado.
Esta segunda parte continúa fielmente la filosofía de la primera, aunque al contar ahora con más actividades que el voleibol, se llama Dead or Alive Xtreme 2. Pero la idea sigue siendo la misma. Las chicas de Dead or Alive han sido invitadas por Zack, uno de los excéntricos luchadores del juego, a su paradisíaca isla tropical, para que pasen unas agradables vacaciones, la mayoría de ellas ignorando el hecho de que a la isla solo van invitadas mujeres. A lo largo de dos semanas, las luchadoras podrán tomarse un respiro de sus habituales actividades –pegarse entre ellas- y practicar deportes como el voleibol, los saltos en la piscina, las carreras en motos acuáticas y, no se trata de una broma, la guerra de culos.
Tras ver una larga secuencia cinemática de introducción, bastante inspiradora, podremos seleccionar visitar la isla de Zack y, tras seleccionar qué personaje queremos ser (las chicas de Dead or Alive 4, es decir, Kokoro es la única novedad), comenzaremos a visitar la isla, guiados los primeros días por una chica que nos mostrará las principales actividades: Voleibol, carreras de motos acuáticas y saltos en la piscina. Por las noches, tenemos la opción de acostarnos o pasarnos por el casino, donde apostar nuestras ganancias de la jornada.
El casino, y el dinero, cobran una especial importancia, porque hay hasta tres tiendas en la isla de Zack, donde podremos comprar desde todo tipo de bañadores para las chicas (hay más de cien) hasta motos acuáticas de gran potencia, pasando por accesorios como gafas o pelotas de voleibol de diferentes diseños, cámaras de fotos de gran potencia para así poder inmortalizar los cuerpos de las chicas y, lo más importante, nuevos minijuegos. Por ello, tras cada actividad en la isla, recibiremos dinero (especialmente si ganamos), y luego podremos apostarlo en el casino, que contiene un interfaz un poco raro para dejar paso a cuatro minijuegos diferentes: Ruleta (con cero y doble cero), máquinas tragaperras, blackjack y poker (Póker normal, no Texas Hold’em). Estos minijuegos resultan divertidos pero naturalmente acarrean un riesgo proporcional a la recompensa.
Pero naturalmente la "chicha" del juego son las actividades que podemos hacer en la isla, siendo, como ya hemos dicho, voleibol, carreras de motos y saltos en el agua las principales y disponibles desde el primer momento. El voleibol es prácticamente igual al del primer juego, usándose solo dos botones (pase y tiro), y teniendo varios escenarios paradisíacos para jugar contra la pareja controlada por la máquina. No hay líneas en la playa, y el control sigue siendo tan simple como difícil de dominar como en el anterior juego. No hay indicador para el saque, por lo que para hacer bien los saques con salto tendremos que saber cuándo sincronizarlos. También, por el peculiar ángulo de la cámara, resulta a veces muy difícil predecir hacia dónde va a ir la pelota. Los partidos son a siete puntos, como en el anterior juego, sacando el equipo que haya marcado el último punto.