Análisis de Bellator: MMA Onslaught XBLA (Xbox 360)
En los últimos años las artes marciales mixtas están logrando hacerse un hueco dentro de los videojuegos. Pese a que siguen siendo un deporte minoritario -y no del agradado de todos-, sus adaptaciones a las consolas en presente generación están consiguiendo abrirse paso en un mercado que comienza a reclamar contenidos similares. Actualmente, la saga UFC -Ultimate Fighting Championship, basada en el campeonato oficial homólogo-, posee el podio entre los mejores juegos del género, con entregas que mejoran paso a paso tanto en control, como en realismo. Entre los capítulos de esta saga casi anual, aparecen algunos títulos que intentan no solo arrebatarle el puesto, sino mejorar ideas y aportar diferentes caminos de cara a una traslación real y divertida del deporte en el que se basan.
Kung Fu Factory, creadores del flojo Supremacy MMA -un juego que intentaba plasmar el estilo más callejero y bestia de las artes marciales mixtas-, vuelven ahora a la carga con un juego más coherente y comedido, basado en esta ocasión, en el campeonato eliminatorio Bellator -uno de los más importantes del panorama de las artes marciales- que busca atraer a nuevas audiencias, y no solo a los seguidores de estos deportes. ¿Habrán conseguido encontrar el equilibrio perfecto para atraer a los aficionados y a los nuevos jugadores ajenos al género?
Supremacía en el ring
Bellator MMA Onslaught es un juego de descarga digital -a través de las tiendas propias de las consolas Sony y Microsoft-, bastante directo y simple. Tanto en opciones, como en estilo de juego. Kung Fu Factory, empresa desarrolladora del juego, partía de una premisa que en principio nos pareció sumamente atractiva: hacer de las artes marciales mixtas algo atractivo y accesible para todo tipo de público. Para ello, y en palabras de sus propios creadores, intentaron no agobiar al jugado neófito con controles complejos o llaves imposibles de realizar, algo que parece la tónica imperante si nos ponemos a repasar entregas anteriores de reputadas sagas ya olvidadas. Bajo esta presentación -de juego de artes marciales simple, directo y apto para cualquier tipo de jugador- Bellator MMA Onslaught nos ofrece dos modos de juego bien diferenciados -tres sin contamos el modo online-, aunque son algo simples en cuanto a opciones y configuración.
En Super Fight, básicamente, nos limitaremos a luchar de manera rápida y sin complicaciones, enfrentándonos con la IA o con un jugador que se conecte a nuestra consola de manera local y segundo mando. Es el típico modo de partida rápida, ideal para ponernos a bordo de un combate entre dos luchadores rápido y sin distracciones. Elegir oponente y luchador a controlar, invitar a un amigo para que juegue con nosotros en la misma consola o pelear contra la máquina, y disputar el combate encima del ring. El siguiente modo de juego, más completo, aunque igual de directo y parco de opciones, es el Championship Road, una traslación directa del torneo Bellator, donde deberemos superar una serie de peleas y encuentros hasta llegar a la gran final. En estos encuentros no se aplicarán reglas especiales, ni habrá condiciones de victoria específica. Deberemos permanecer en pie y no caer derrotados en ninguna de las peleas bajo ningún concepto, pues si por algún percance o casualidad, perecemos en el combate, deberemos comenzar desde el principio. No hay segundas oportunidades en Bellator MMA Onslaught.
El control de Bellator MMA Onslaught, es considerablemente más sencillo que el de otros juegos con los que comparte género. Pese a que no hay ni encontramos ningún tutorial o modo de juego de entrenamiento en el que poder soltarnos o aprender las técnicas y movimientos más útiles, habituarnos no nos costará nada en absoluto, y en muy poco tiempo, empezaremos a desenvolvernos con soltura sobre el ring. Kung Fu Factory ha decido, que al igual que otros juegos de lucha en 2D y 3D, cada botón del mando, debe corresponder a una extremidad de nuestro luchador. Así nos evitaremos pulsaciones erróneas o combos "surgidos de la casualidad", pese a que el temido riesgo de "los machacabotones" sobrevolará por el juego una y otra vez. El stick derecho del mando de control, servirá para agarrar y tumbar a nuestro oponente en el suelo del ring, algo que utilizaremos a menudo para ganar los combates. En los enfrentamientos, podremos ganar de tres maneras distintas, golpeándolos hasta que pierdan el conocimiento, mediante sumisión o mediante reducción de resistencia para así asestar un "Flash K.O".
Los luchadores tendrán dos barras bien diferenciadas en la parte superior de la pantalla, que indicarán la salud y la "stamina" o resistencia. La primera barra, de color rojo, informará de la salud -tanto nuestra como del oponente- y en caso de llegar a cero, significará perder o ganar el combate. La segunda, de un tono azulado o grisáceo, informará de la energía y resistencia de ambos luchadores. Si la nuestra o la de nuestro contrincante baja rápidamente -por asestar o recibir golpes fuertes muy continuados-, un mal golpe o una buena llave, puede llevarnos a morder la lona rápidamente, sin importar la salud que tengamos. La otra forma de ganar un combate, y casi la más complicada, es la sumisión. La sumisión nos llevará al agarre de nuestro oponente, tirándolo al suelo, y retándolo a que sea capaz de aguantar nuestra llave en el ring. El juego, al igual que otros, vuelve a introducir un sistema de pulsación de botones, que rellenarán unas barras que indicarán el progreso y el nivel de éxito de dicho movimiento. Si lo hacemos bien, y nuestro rival no es capaz de resistirse, habremos ganado de manera automática.
La principal estrategia a seguir -los combates, incluso en la dificultad más ridícula o fácil son un reto- es cansar a nuestro oponente hasta que nos veamos capacitados para derrocarlos mediante "Flash K.O" o sumisión, siendo esta última, el recurso para los más avezados. La mayoría de las veces nos limitaremos a pegar de manera fuerte para restar la máxima saludo posible, sorteando y esquivando los arranques y llaves del rival, e intentando buscar un equilibrio correcto entre nuestra "stamina" o resistencia y la del oponente. Kung Fu Factory ha hecho un trabajo muy digno de valorar y alabar con el control de su juego, pero lo cierto, es que por culpa de un plantel de luchadores excesivamente limitado, el resultado se va al traste.
Bellator MMA Onslaught apenas llega a los ocho luchadores -enmarcados entre distintos estilos de lucha, como el kick boxing o el jiu jitsu- y diferentes pesos, que irán desde el peso pluma al peso ligero. Con una colección de luchadores tan limitada -famosos, eso sí, como Michael Chandler o Pat Curran, campeones de sus respectivas categorías-, el estilo de juego y control se resiente muchísimo. Sí, tienen estilos de lucha y apariencias diferentes, pero no nos parece suficiente. ¿Qué solución han decidido aportar desde Kung Fu Factory? La inclusión de un editor de luchadores muy completo, con cierto componente rolero, que nos salvará las castañas del fuego ante la falta de variedad.
El editor de Bellator MMA Onslaught es muy completo, y ofrece un añadido muy interesante a un juego que carece de modos de juego y opciones por doquier. Con este sistema de personalización, podremos crear nuestro luchador desde cero, eligiéndole aspecto, forma, tatuajes, peso o estilo de lucha. Cada luchador comenzará desde lo más bajo, teniendo un nivel 1, y pudiendo mejorar y especializarse como combatiente de artes marciales mixtas hasta el nivel 64.
A lo largo de su progreso, el personaje -que podrá jugar en cualquiera de los tres modos de juego disponibles- acumulará experiencia, que podrá invertir en movimientos especiales o en mejoras para nuestros atributos de ataque o defensa. Si por algún casual no queremos ir paso a paso, siempre podemos comprar paquetes de mejora instantánea, que nos ahorrarán tiempo, y que desgraciadamente y al mismo tiempo, restarán gran parte de la gracia al sistema de progresión incluido en el juego. Y no solo eso. Como hemos dicho, existe un modo online en el que las diferencias de clase y nivel -posiblemente derivadas de este sistema de avance y mejora algo artificial-, son demasiado notorias, encontrándonos desniveles enormes entre un luchador y otro si escogemos jugar contra oponentes al azar. Por suerte, podemos buscar contrincantes de nuestro nivel, y pese a que el problema persiste, es mucho menos notorio.
En cuanto al nivel técnico, Bellator MMA Onslaught no es ninguna maravilla, y teniendo en cuenta que es un título de descarga digital, lo cierto es que cumple con creces. El motor gráfico utilizado es el famoso y conocido Unreal Engine, con lo que tantos los modelados de los personajes y luchadores principales, como los escenarios, son de lo más decente. Los luchadores se parecen lo suficiente a sus homólogos reales, y el editor de personajes, nos permite bastante libertad de acción para perpetrar tanto horribles combatientes como para crear gráciles y atractivos personajes. Los efectos sonoros funcionan y aportan "ambiente" y realismo a las peleas, y aunque se echa en falta algo más de pasión en la puesta en escena, ya que en casi ningún momento, sentiremos que estamos "presenciando" un combate de artes marciales mixtas. De hecho, creemos que le falta algo de espectacularidad visual en conjunto.
Conclusiones finales
Bellator MMA Onslaught es un juego poco más que correcto pese a sus aciertos, entre los que destaca su nueva perspectiva de control y su interesante -a priori- editor de personajes. Desgraciadamente, arrastra una falta enorme de modos de juego y luchadores, algo que en un juego de lucha -descargable o no- se nos antoja como imperdonable. Pese a que Bellator MMA Onslaught no es un juego especialmente bueno, como primer intento, y de cara a los aficionados de este tipo de competiciones, lo cierto es que no está nada mal. No es imprescindible, pero puede servir como aperitivo para un público muy concreto y determinado que reclama contenidos y juegos similares. Kung Fu Factory y 345 Games han aportado ideas muy buenas y con el suficiente potencial como para ser consideradas en el futuro, y eso hay que reconocerlo. Ahora será el jugador, verdadero y único juez en estos casos, el que decida apostar por ellas o no.