Análisis de Sing Party (Wii U)
Una consola de sobremesa sin su juego de karaoke es como un jardín sin flores. Al menos de momento, teniendo en cuenta el auge de las consolas como diversión en pequeñas reuniones sociales. Wii U tiene ya el suyo con Sing Party, un juego que intenta cubrir todos los frentes y en parte lo logra, aunque tiene algunos puntos en los que pierde un poco el rumbo al usar el GamePad y motivar a los jugadores.
Lo primero que se echa en falta son temas españoles entre los 50 que incluye el juego, pero es algo habitual en este tipo de juegos.
Cuando las distribuidoras comprueban que han tenido aceptación entre el público es cuando suelen incluir temas nacionales más conocidos.
Por lo demás, el catálogo ofrece la suficiente variedad como para que todo el mundo encuentre algún tema que le guste. Desde New York, New York de Frank Sinatra para el abuelo hasta el Baby de Justin Bieber para jovencitas.
Entre medias, unas cinco décadas de música incluyen los inevitables YMCA de Village People y Surfin´ USA de The Beach Boys, y otros más actuales como Mercy de Duffy o You´ve got the love of Florence + The Machine. Aceptable para un primer juego de este estilo en la consola.
Se ve claramente que Sing Party ha intentado diferenciar muy bien los distintos modos de juego, de forma que cada uno suponga una experiencia totalmente diferente. Pero el resultado revela que todos tienen carencias y el conjunto queda desangelado, con un uso algo caótico del GamePad. Probablemente quedaba bien sobre el papel, pero deja bastante frío al jugador.
El modo Fiesta suele ser el más popular en estos juegos, pensado para disfrutar con los amigos. Es uno de los momentos en que se puede añadir otro micrófono (sirve alguno de Wii), o hasta dos wiimotes con los que acompañar con la percusión. No es posible tener a la vez los dos micrófonos y los mandos.
Pero en lugar de lograr que todo el mundo se divierta participando el juego convierte al (o los) cantantes en estrellas del espectáculo mientras los demás son meros espectadores.
La diversión está en el GamePad. En la pantalla del televisor unos gráficos insulsos muestran un personaje bailando y se sugiere al público qué puede hacer. En la pantalla del mando hay instrucciones similares animando al cantante a jalear al público o bailar mientras aparece la letra como en un karaoke tradicional. Si cantan dos personas a la vez deben compartir el mando para seguir la letra.
A diferencia de otros juegos, en este modo no hay ninguna puntuación ni referencia de cómo lo has hecho. La diversión radica en cantar ante los demás.
Tres categorías para puntuar la actuación
El modo Canto sí te puntúa, siguiendo tres categorías: tono, potencia y estilo, aunque sólo se da una valoración en cada una de ellas al final de la canción. Durante el tema una barra iluminada permite visualizar tu manera de cantar y ver si se ajusta a la canción. Tras cada frase sube –o no- la puntuación que hay a la izquierda de la pantalla. Si cantas con estilo la barra iluminada será más intensa.
Como en el resto del juego, los gráficos son definitivamente ramplones y faltos de estilo, como si se tratase de un juego flash normalito.
Una vez más, el GamePad tiene una parte divertida. Mientras el cantante tiene el micro, el que lleve el mando de Wii U puede crear una lista de temas, cambiarlos, hacer mezclas jugando con la música y la voz o incluso modulando el micro, y hasta tocando algo de percusión en la pantalla.
Volviendo a lo que sucede en el televisor, en ocasiones es difícil ver bien la letra que aparece dentro de la línea correcta. Tal vez por eso aparece también en otro punto de la pantalla.
Si no queda muy claro el método de puntuación puedes recurrir al modo práctica, en el que aparece un triple indicador del tono, la potencia y el estilo, de forma que ves cómo lo vas haciendo en cada frase de la letra.
En este modo practicas la canción en bucle. De manera que al menos pasarás un rato intentando probar cómo subir cada indicador.
El triple indicador es uno de los mejores puntos del juego, y aun así, como el resto, no deja de estar algo indefinido, sobre todo lo referente al estilo. Sin ser especialmente exigente, sí parece que Sing Party requiere que afines más que otros karaokes similares –aunque funcionan los mismos trucos que con los demás para conseguir más puntuación-.
El modo equipo, a priori, es uno de los más entretenidos al suponer una batalla entre dos grupos, cada uno con un color. Pero lo cierto es que el reto consiste en entender qué hay que hacer durante los temas de cada ronda: pasar el micrófono, cantar un solo, coger el GamePad para cantar a coro… Si está el mando de Wii U cerca del micrófono no hay que preocuparse demasiado por cómo cantéis, porque marcará que lo hacéis bien.
En cualquiera de los modos de juego, si quieres realmente escuchar tu voz en el televisor deberás ajustar tus manos al micro para evitar cualquier ruido externo y pegar la boca al micrófono.
Tal vez haya pasado ya el momento de los karaokes en las consolas, quizás porque ya tienen poco más que aportar. Aun siendo mejor que lo que se pudo ver en Wii, Sing Party no aporta nada nuevo al género e incluso aquellos aspectos en los que intenta innovar con funciones diferentes para el GamePad sólo consigue liarse y dividir la diversión. Buenas ideas y una mejorable puesta en marcha.