Análisis de Knytt Underground eShop (Wii U, PC)
Aunque dicen que el amor es ciego, una buena primer impresión siempre es buena. De todos modos, si a una primera impresión negativa le damos una oportunidad, muchas veces nos llevamos una gran sorpresa. Esto es lo que le pasará a muchos con Knytt Underground, un juego independiente de plataformas y exploración desarrollado por Nifflas y Ripstone que nos lleva a descubrir un extraño mundo poblado por duendecillos.
Un juego único con muchas referencias
En esta aventura, nosotros encarnamos a Sol, una joven duende que, al igual que el resto de los de su especie, se han visto obligados a vivir bajo tierra a causa de una guerra entre los humanos. Ahora, nos despertamos sin recordar quién somos, qué hacemos allí, o qué sucede en nuestro particular mundo. Y por si fuera poco, también hemos perdido la voz.
No tardaremos en descubrir que el planeta está en peligro, y, en nuestra mano, salvarlo. La historia la descubriremos a través de textos escritos, muy bien traducidos al castellano, y que, si bien no serán imprescindibles en lo argumental, sí que requerirán nuestra atención en alguna que otra situación para saber cuál es el próximo paso que tenemos que dar.
Como veis, la ambientación es bastante original, pero desde el primer momento veremos que el juego recuerda mucho a algunos de los títulos independientes que más éxito han cosechado durante esta generación. Por una parte, veremos un estilo visual inspirado en Limbo –aunque con colores–, un "menú jugable" que nos recuerda al de Braid y unos controles que se asemejan, salvando las diferencias, al frenetismo de Super Meat Boy. Por suerte, lo que Knytt Underground tiene que ofrecer es totalmente diferente.
Comenzando la aventura
Mientras exploramos el menú encontraremos, de hecho, una "demo", algo extraño en un primer momento. Lo cierto es que puede ser bastante útil para familiarizarnos con el juego, ya que nos muestra los dos tipos principales de jugablidad –que comentaremos más adelante– y nos contará una breve historia paralela a la principal del juego. Es totalmente opcional, y si lo preferimos, podemos comenzar directamente a jugar.
Lo cierto es que los dos primeros capítulos son un poco de introducción jugable. En el primero controlaremos a nuestra duende, la cual puede correr, saltar, trepar e incluso "volar", todo ello de manera muy rápida, con un control de una respuesta rapidísima que requerirá un pequeño periodo de adaptación. Mientras nos hacemos con los controles veremos que no sólo se pondrá a prueba nuestra habilidad con saltos apuradísimos, sino también habrá momentos en los que pararnos a pensar, con puzles, generalmente, inteligentemente diseñados.
El segundo capítulo rompe por completo con lo visto hasta el momento. Si habéis jugado a la demo, ya sabréis que Sol tiene la extrañísima habilidad de convertirse en pelota. Nuestra pelota, obviamente, tiene vida propia, y puede saltar y modificar su trayectoria en el aire. Durante el segundo capítulo nos haremos, de nuevo, a los controles de Knytt Underground, mientras que nos preparamos para el tercer episodio, que es donde comienza la aventura de verdad.
Ahora, tendremos que alternar entre la forma de duende y la forma de pelota para poder llegar a zonas antes inaccesibles y seguir progresando. El sistema de escenarios se basa en "casillas" dentro de un mapa que se desbloquean cada vez que accedemos a una nueva, ya que la cámara no se mueve por el escenario, sino que cambia por completo cuando salimos de una "casilla" para pasar a otra, como solía suceder en muchos juegos clásicos de 8 bits. El mapa será de vital importancia, ya que sino no tardaremos en perdernos por sus, intencionadamente, laberínticos escenarios.
"Complejo", ésa es la palabra
Aunque la jugabilidad, a priori, es sencilla, cuando entremos en el tercer episodio nos encontraremos con más de una parte compleja, que puede a llegar a desesperarnos un poco. No sólo en su aspecto más jugable, sino también en la exploración, donde puede que nos veamos dando vueltas sin sentido hasta que nos llegue la iluminación divina y deduzcamos el camino. Pero de eso se trata. No queremos que nadie se vaya a pensar que es un plataformas lineal, sino uno en el que recorreremos el mapa una y otra vez abriendo nuevas zonas.
El otro aspecto "complejo" del juego es el gráfico. Para gustos los colores, dicen, y lo cierto es que a nosotros nos cuesta asimilarlo. Los escenarios, en general, están bien. Algunos, incluso, están muy bien, con unos fondos muy atractivos de colores brillantes, que rompen con la monotonía de algunos tramos excesivamente oscuros. Lo malo son los personajes. Nos parecen más feos de lo habitual, simples y chocantes, y, junto a las animaciones –igual de simples y chocantes– pueden echar a muchos jugadores atrás.
Nosotros os animamos a estar por encima de eso, y si os gusta la propuesta jugable, darle la oportunidad que se merece. Knytt Underground es un juego muy largo que, si te consigue atrapar, puede tenerte jugando meses, gracias a la cantidad de secretos, desafíos y pruebas casi imposibles que iremos descubriendo mientras jugamos –o no... por eso son secretos–.
Amor a segunda vista
Knytt Underground es un título que desde luego no entra por los ojos, pero que sabe atrapar por lo particular que es y por lo sólido de su jugabilidad. No es un juego pensado para el aficionado a las plataformas clásicas de desarrollo lateral, sino para aquel que le gusta perderse en un mapa inmenso mientras explora y pone a prueba su habilidad tanto con la mente como con sus pulgares. Además, la edición de Wii U cuenta con novedades tales como la posibilidad de ver el mapa en el GamePad, o los contenidos de la actualización de PC llamada The Infinity Hype, que serán exclusivos en consola para la máquina de Nintendo. Quizás éstas no sean suficientes si ya lo hemos jugando en otro dispositivo, pero eso no hace que sea una opción muy a tener en cuenta para los usuarios de Wii U.