Análisis de EarthBound Beginnings CV (Wii U)
Hace poco que Earthbound (conocido como Mother 2 en Japón) llegó por primera vez de forma oficial a Europa a través de la distribución digital de Nintendo para Wii U, pero había todavía una cuenta pendiente: el primer título de la saga, el Mother original de Famicom que se estrenó en 1989 en Japón y que nunca había sido traducido oficialmente otros idiomas. Ha habido que esperar hasta 2015 para que Nintendo salde una deuda con los aficionados al rol occidentales y se haya atrevido a lanzar una traducción (eso sí, solo en inglés) de este juego bajo el título de Earthbound Beginnings.
La compañía tuvo una primera oportunidad cuando Mother 1 + 2 se lanzó en Game Boy Advance, pero Nintendo decidió seguir dejando a los usuarios occidentales sin un título clásico que llevaban tiempo demandando para una saga que es de culto. Y ya en la época de Wii, desde hace años, se podría haber hecho esto que ahora nos llega: coger el original de Famicom, traducirlo y lanzarlo. Pero la política general de la Consola Virtual era (y es) la de lanzar los títulos tal y como fueron originalmente, excusa que ha servido para colar versiones a 50Hz y no las de 60Hz que reclamaban los aficionados, títulos sin traducir, etc., con muy pocas excepciones.
Es más, hay que recordar que durante mucho tiempo (y también con las contadas excepciones del Hanabi Festival) a Europa solo llegaban juegos que habían salido en Europa, lo que dejaba fuera montones de títulos excelentes. Solo títulos selectos, como Super Mario RPG, fueron seleccionados para saldar la deuda histórica con el aficionado a las consolas de Nintendo, incluso cuando eso significaba pasar por precios incluso más altos que los estándares de la Consola Virtual.
Con este panorama se comprende mejor que la aparición de este Earthbound Beginnings haya sido una grata sorpresa, pese a que -como ya habrán intuido los aficionados- no incluye mejoras técnicas (destacables, aunque algo comentaremos), más allá de la de contar con una traducción oficial al inglés. Habría sido el momento perfecto para acabar de dibujar una sonrisa en la cara de los aficionados al rol con más idiomas integrados en el juego. ¿Quizá se atrevan con Mother 3, originario de GBA, y una vez más solo lanzado en Japón? Nintendo debería tomar nota y prestar atención a sus usuarios fieles, que quizá no estén del todo contentos con el panorama futuro que se intuye para Wii U.
Lo que el jugador se encuentra en ese título es, sí, un sobresaliente ejemplo de rol sin complejos, aunque sin olvidarnos en ningún momento de que estamos ante un título que tiene más de 25 años a sus espaldas. Tiene un valor histórico innegable como juego que ayudó a definir el posterior Earthbound de Super Nintendo, un título que es superior en todos sus aspectos, sí, pero que tiene en este un antecesor de lujo.
De hecho, si en los mercados occidentales hubiésemos disfrutado de los juegos en su orden cronológico muy posiblemente se habría comentado con cierta extensión que el juego de SNES era algo continuista en sus planteamientos e incluso que repetía con mucha proximidad situaciones. En parte, muchos de estos aspectos no dejan de ser los que hacen que una saga lo sea: elementos comunes, repetidos -en esencia, guiños-, que se convierten en familiares para los usuarios para construir una personalidad. Quizá esto sea algo que se evidencia más en esta serie, por lo peculiar de su historia y sus personajes, pero no supone ningún detrimento para Earthbound y, lógicamente, tampoco para este Earthbound Beginnings, que para eso es la entrega fundacional y no debe perderse la perspectiva.
Esta dislocación de entregas, sin embargo, puede acentuar para el usuario actual los elementos menos afinados de esta entrega que son, en buena medida, consecuencia de su época: los juegos de rol de los años 80 eran algo más duros y menos ágiles, con una dificultad general más elevada y menos mimo para el usuario. Este es un juego más difícil que su sucesor y los enemigos pueden llevarnos a la derrota casi desde los primeros combates. La curva de dificultad en ese campo es acentuada, pero es como se hacían las cosas entonces, y los primeros compases cuando se suman nuevos personajes son también complicados, pues son mucho más débiles que el resto del equipo.
Los elementos un poco arcaicos que se evidencian muy particularmente en el flujo de la partida son los vinculados a la estructura de menús, ya que hay que pasar muchos submenús para determinadas acciones. Esta tosquedad es típica de la época, sobre todo en un género como el rol japonés y más en una consola que tenía todavía un mando con tan pocos botones, sobre todo en comparación con el salto en los mandos de control que se dio ya en la generación siguiente. Un elemento que se ha modificado en el juego es la opción de acelerar su ritmo de juego, con un botón que permite "correr" al personaje. Lo entrecomillamos porque lo que hace es acelerar todo el juego, como si fuera una moviola que gana velocidad. Sin ser perfecto, funciona y, sobre todo, ayuda a solventar la lentitud de ritmo del juego en relación con los estándares actuales.
Como elemento curioso, debe tenerse en consideración que -como sucedía en Earthbound- hay algunos cambios con respecto al original japonés. El título de Super Nintendo tenía múltiples elementos modificados para acercarse más a la cultura estadounidense y en esta ocasión no se han hecho cambios tan profundos ni se ha conseguido una localización (insistimos, solo al inglés) tan perfeccionista y rica en matices, dobles sentidos, etc., pero sí se han hecho cosas como quitarle el cigarrillo a los cuervos que sí estaban en el original nipón. Se trata de cuestiones anecdóticas, como vemos, que no tienen repercusión real en el desarrollo del juego.
En su apartado técnico, este es un juego tardío de la 8 bits de Nintendo, por lo que los usuarios pueden esperar lo propio de esa época. No alcanza el virtuosismo que tuvo algo como Super Mario Bros. 3 (que llegó a Japón un año antes, en 1988), pero luce bien para el género, la consola y la época; lo suficiente como para definir una estética con personalidad que se fijó con maestría en Super Nintendo años más tarde. Sus trazos son sencillos, los combates totalmente estáticos y se percibe a veces poco vívido, pero tiene encanto pese a no ser en absoluto un prodigio técnico. Más destacable nos parece para el jugador actual la buena calidad de su banda sonora con composiciones brillantes para el limitado alcance técnico de la consola.
Conclusiones
Earthbound Beginnings es ahora lo que ha sido siempre: un grandísimo juego de rol japonés. Que hayan pasado 25 años implica que tiene los elementos propios de una época que ahora mismo no convencen al usuario actual por ser toscos, pero es como se hacían las cosas entonces y esto no es un remake. Lo peor del juego es algo totalmente externo: que hayamos tenido que esperar todos estos años y que no llegue más que en inglés. Si el idioma no es un problema, creemos que todo aficionado al rol japonés que no lo haya jugado ya debería hacerlo. Y esta es, con todo, una gran oportunidad para hacerlo.