Análisis de Bayonetta (Wii U)
Ya han pasado algo más de cuatro años desde que tuvimos la oportunidad de jugar por primera vez a Bayonetta, una de las obras más aclamadas de Platinum Games y todo un referente de los hack and slash a día de hoy. Eso sí, no todo el mundo pudo disfrutar de este juegazo como se merecía, ya que su versión para PlayStation 3 puede considerarse perfectamente como una de las peores conversiones jamás realizadas para dicha consola, tanto que hasta desde Platinum tuvieron que pedir disculpas.
Pero al menos, y aunque fuera en malas condiciones, los usuarios de la plataforma de Sony pudieron disfrutar de las mieles que ofrecía esta alocada bruja, mientras que los jugadores de Nintendo no tuvieron dicha oportunidad, algo que va a cambiar este mismo mes, ya que no solo sale su secuela en exclusiva para Wii U, sino que en la mayoría de sus ediciones viene incluida la aventura original.
Así pues, varios años después nos llega una fantástica conversión que bebe directamente de lo visto en Xbox 360 en prácticamente todos los sentidos, ya que a nivel de contenidos y jugabilidad no hay prácticamente ninguna novedad, por lo que os recomendamos revisar el análisis que publicamos en su momento para Xbox 360 y PlayStation 3, ya que aquí nos vamos a centrar principalmente en su apartado técnico y en los cambios que se han realizado.
Embrujando a Wii U
Como ya hemos dicho, a nivel jugable el título se mantiene intacto respecto a lo visto en el 2010, por lo que no se ha aprovechado la ocasión para introducir ninguna clase de mejora jugable o para actualizar algunas de sus mecánicas.
Por lo tanto, volvemos a estar ante un hack and slash con un sistema de combate casi sin fisuras (decimos casi, porque cosas como el uso de las armas secundarias han sido mejoradas en su secuela) y que con muy pocos botones nos permite realizar una gigantesca cantidad de combos, técnicas y movimientos especiales, consiguiendo de esta forma que podamos ejecutar combinaciones de lo más espectaculares desde el primer momento.
Evidentemente, también se mantiene la importancia del Tiempo Brujo, por lo que podremos ralentizar el tiempo si somos capaces de esquivar en el último momento. A la cita tampoco faltan esos frustrantes QTE que aparecen en el momento más inesperado y que si los fallamos nos regalarán una muerte instantánea, tirando por tierra todo nuestro trabajo en los combates para conseguir una buena puntuación al final del nivel (os recordamos que las muertes y el uso de objetos penalizan muchísimo el rango que recibimos).
En cuanto a las novedades, poco que decir mucho más allá de que se ha incluido una serie de trajes inspirados en diversos juegos de Nintendo. A diferencia de lo que ocurre en su secuela, aquí los tenemos desbloqueados desde el mismísimo inicio, por lo que no tendremos que gastarnos halos en la tienda para comprarlos. Además, estos traen consigo muchos detalles y curiosidades, ya que por ejemplo, si con el traje de Link usamos la katana Shuraba, esta tendrá el aspecto de la Espada Maestra.
Por otra parte, se ha incluido la posibilidad de jugar en Off-TV, una función que siempre es bien recibida. Decir que el juego luce estupendamente en la pantalla de nuestro GamePad, por lo que se convierte en una opción muy viable para cuando tenemos el televisor ocupado o nos apetezca jugar tumbados en algún sitio.
Lo que no nos ha gustado tanto han sido los controles táctiles que se han implementado, los cuales nos invitan a realizar combos de forma automática simplemente tocando a los enemigos, algo que se siente muy poco natural y totalmente fuera de lugar, por lo que os recomendamos evitarlo a toda costa, ya que es opcional (lo mismo os decimos del modo automático de las dificultades Muy Fácil y Fácil, ya que le quitan toda la gracia al juego).
En lo que respecta a su apartado gráfico, el juego luce prácticamente igual que en Xbox 360, por lo que olvidaros de ese colorido del que hace gala su secuela y de escenarios tan recargados y detallados, lo que también se aplica a los modelados de los personajes y enemigos, la iluminación, los efectos gráficos, etcétera. Eso sí, se ha eliminado cualquier rastro de tearing y los tiempos de carga los hemos notado algo más rápidos. Como curiosidad, decir que se ha retocado un poco el modelo de Jeanne para reducirle el tamaño de los pechos a petición del propio Kamiya, el creador del juego, ya que quería que se asemejara más a sus ilustraciones.
Lo que nos ha decepcionado un poco es comprobar cómo se mantienen la mayoría de ralentizaciones de Xbox 360 (aunque las caídas son menos acusadas). No es que sean muchas, y de hecho, ocurren en momentos muy concretos y determinados, pero están ahí, cuando con la potencia de Wii U no deberían haber supuesto ningún problema.
El sonido también mantiene el gran nivel de siempre, con una banda sonora dominada por la omnipresente revisión de "Fly Me To The Moon" que ambienta perfectamente cada uno de los momentos del juego. Los efectos también suenan realmente bien y el doblaje ahora nos permite escoger entre las voces japonesas y las inglesas. Esto es toda una novedad, ya que el juego original se lanzó únicamente con voces en inglés incluso en Japón (no en vano, la primera vez que escuchamos a esta bruja hablar japonés fue en la película de animación Bayonetta: Bloody Fate).
Conclusiones
Bayonetta sigue siendo todo un clásico y un referente de los hack and slash a día de hoy, ofreciéndonos una aventura de acción con mucha clase y personalidad, totalmente rejugable, con un sistema de combate muy profundo y capaz de enamorar con facilidad. La conversión a Wii U que se ha realizado es realmente buena, y de hecho estamos ante la mejor versión del juego, a pesar de las pocas novedades que trae consigo, lo que en cierto sentido es una pena, ya que hay muchas mejoras de su segunda parte que se podrían haber incluido para hacer de la experiencia algo más redondo todavía.
Puede que Bayonetta haya sido superado por su secuela en prácticamente todos sus aspectos (menos en la dificultad, que sacar buenos rangos aquí cuesta mucho más), pero considerando que viene incluido en dos de las tres versiones de Bayonetta 2 y que se trata de un juego que sigue mirando por encima del hombro a la mayoría de sus competidores, pocos motivos encontraréis para no volverlo a rejugar o para descubrirlo por primera vez.