Análisis de Wii Party (Wii)

Desde el lanzamiento de la consola, Wii se posicionó como un entretenimiento para toda la familia, con un buen número de juegos enfocados al multijugador. Entre estos, quizá el género que más destacó entre el público mayoritario fueron los juegos de minijuegos o "party games", que si bien ya habían aparecido con anterioridad en otras consolas (como Mario Party o la serie Buzz) no habían tenido un éxito tan general como hasta ese momento. Incluso la propia Nintendo se subió al carro con su Wii Play, un juego que además traía un mando de regalo y que se ha convertido en uno de los juegos más vendidos de la consola. Curiosamente, con este éxito en su maleta y con la certeza de que el género triunfa en Wii, no ha sido hasta ahora cuando Nintendo ha querido repetir la fórmula de Miis más minijuegos y lo hace con Wii Party.

Desde el primer momento en que ponemos el juego en la consola vemos que Nintendo ha mantenido la estética de los últimos juegos protagonizados por los Miis, como Wii Music o Wii Sports Resort, lo que hace que enseguida nos sintamos cómodos con la agradable ambientación. Lo primero que veremos al poner el juego será una pequeña introducción en la que se nos dará una idea de los distintos modos de juego, de forma que podamos hacernos una idea de lo que ofrece el juego. Y es que en Wii Party tenemos una buena variedad de modos que se diferencian bastante ente sí y que dependerán de cuantos jugadores seamos (en algunos modos el número será de cuatro, completándose con personajes controlados por la consola si es necesario) o el tiempo aproximado que nos llevará la partida. Pero vayamos por partes.

Móntate la fiesta en casa

El que a priori parece el modo principal es Juegos de fiesta, en el que competiremos cuatro jugadores y en el que podremos elegir entre cuatro juegos distintos, cada uno con sus propias reglas y objetivos, habiendo grandes diferencias entre ellos. El primero de ellos, Isla Aventura, es el más parecido a un juego de tablero con minijuegos, al más puro estilo Mario Party, aunque nos encontraremos con muchas menos opciones, dejando gran parte de la partida al azar.

Así, al principio de cada ronda un minijuego de todos contra todos decidirá el orden a la hora de tirar los dados, así como el valor del dado extra que obtendremos. Una vez los lancemos, avanzaremos un número determinado de casillas, pudiendo caer en alguna que tenga un efecto especial, como que nos permita avanzar (o retroceder) hasta cierta posición, que caigamos en una casilla de minijuegos o que perdamos un turno. Este juego es el que menos nos ha gustado de Juegos de Fiesta, ya que es algo lento y el azar tiene demasiada importancia.



El segundo modo es el Gira Mundial, en el que la estrategia que sigamos es mucho más importante. Tendremos una serie de turnos durante los cuales deberemos recorrer el mundo visitando los países que nos indiquen para hacernos una foto o comprar un souvenir. Para ello contaremos con cartas que nos permitirán avanzar una serie de posiciones, las cuales cogeremos aleatoriamente al principio de nuestro turno. Además, con las monedas que vayamos consiguiendo en los minijuegos, podremos comprar otras cartas que nos permitirán usar un medio de transporte en cualquier momento, avanzando así un número de casillas determinado. Tan importante como ganar los minijuegos para ganar monedas será tener una buena estrategia que nos permita llegar a las ciudades antes que nadie, ya que aunque la suerte tiene su peso, no es tan vital como en otros modos.



El siguiente es el Mii en raya, en el que deberemos ir escogiendo a miis de colores para conseguir dos filas (cada una de ellas de tres miis cada una) del mismo color. La gracia es que el orden de elección (algo vital) se decidirá por medio de un minijuego. Interesante, aunque quizás le falte un poco más de chicha. Bastante más gracia tiene La rueda de la suerte, en la que tendremos que girarla en busca de casillas beneficiosas para nosotros. Frente a nosotros estará la banca, la cual irá acumulando dinero y cuyo bote conseguirá aquel que vaya ganando el minijuego de todos contra todos.



Además, habrá otras casillas que permitirán enfrentamientos de uno contra uno (si el que ha caído en esa casilla gana se lleva la mitad de lo del otro) o que modificar tanto las ganancias de la banca (con multiplicadores, por ejemplo) como las del jugador en cuestión. Sin duda un juego muy divertido, sobre todo cuando se hincha el bote de la banca y todo se juega en un minijuego. Por último tenemos el bingo, en el que las bolas serán mis que tachar en nuestro cartón o minijuegos que permitirán elegir al ganador la siguiente bola. Aunque en general todos los modos están bien, quizás su ritmo es algo lento, pudiendo darse el caso en algunos de que nos pasemos varias rondas sin jugar a un minijuego.

Haces buena pareja

Además de este modo principal tendremos en de juegos en pareja, que nos propondrá minijuegos enfocados a dos jugadores, con tres modos en total (el curioso test de la amistad, barco balancín o emparejados), cada uno con sus reglas y con minijuegos de dos jugadores (por tanto no serán los mismos que vimos en Juegos de fiesta). También tendremos el modo Fiesta en casa, para un mínimo de dos jugadores y un máximo de 4, en el que tendremos que usar el mando de Wii de las más diversas formas, como escondiéndolo para que otros lo encuentren o pasándonoslo como si fuese una bomba.



Por último, hay que tener en cuenta que en cualquier momento podremos jugar a un minijuego concreto, además de poder acceder al apartado de desafíos para un jugador en el que el objetivo será superar nuestra puntuación en minijuegos de habilidad, aunque es una lástima que en este último caso no podamos colgar nuestras puntuaciones en internet para comparar como lo hemos hecho, algo que sí ofrecen otros juegos del género. Como vemos la oferta en modos de juego es más que variada, pudiendo encontrar el juego perfecto para cada partida. De hecho, el título incorpora la posibilidad de sugerirnos el modo de juego en función de nuestras preferencias, lo que facilita aún más las cosas.



Pero aunque el que los modos de juego sean interesantes, la gracia de estos juegos está sin duda en los minijuegos, y aquí hemos de decir que el título cumple, sobre todo por su más que generoso número. La única pega que le ponemos es que hemos encontrado que hay un porcentaje relativamente elevado de pruebas en las que el resultado es al azar, como elegir el camino bueno sin información o escoger que cohete llegará más lejos, lo que le quita algo de gracia al asunto.



Para compensar tenemos otros minijuegos que son tremendamente divertidos, coincidiendo todos en sus simples mecánicas, lo que hace que cualquiera pueda jugar. Y es que en Wii Party nos encontramos con pruebas más sencillas aptas para toda la familia (lo que no quiere decir que no sean divertidas o retantes), usándose en todos los casos únicamente el mando de control, ya sea en vertical o en horizontal (o moviéndolo en ocasiones). Es cierto que no encontramos demasiados minijuegos que sean "rompedores" o que nos den ganas de jugar al juego sólo por ellos, pero a cambio tenemos que el nivel medio de las pruebas es bastante aceptable.

Gráficamente el juego es muy agradable de ver y cuenta con un apartado técnico más que correcto, con una resolución y una nitidez muy buena. Por supuesto no estamos ante un título que sea un derroche técnico, pero sí es un juego muy cuidado que presenta un estilo visual muy particular que gustará a todo el mundo. Debemos destacar la integración de los miis en el juego, que nos ha parecido mejor que nunca, aunque echamos de menos la posibilidad de poder conseguir y personalizar la ropa y otros accesorios, algo que le hubiera dado mucho juego al título. En cuanto al apartado sonoro, el juego cuenta con melodías alegres y desenfadadas y, como curiosidad, mencionar que cuenta con voces en nuestro idioma (unas pocas frases).

Que empiece la fiesta de Nintendo

Wii Party es una propuesta muy interesante que sin duda gustará a toda la familia y que nos permitirá echarnos unas risas con nuestros amigos. Puede que el juego no descubra nada, pero trae una colección de minijuegos amplia, variada y con un buen equilibrio (aunque en ocasiones pueda pesar demasiado el azar) que gustará a todo el mundo. Además, trae una serie de modos de juego que se ajustará a cualquier situación, permitiéndonos escoger el que más nos apetezca en cada momento.



Aún así debemos hacer una advertencia, y es que el juego, por la sencillez de sus pruebas, está pensado para que todo el mundo pueda jugar, por lo que igual, para los más habituados a las consolas sus mecánicas les sepan a poco y quizás prefieran otros juegos del género más elaborados (aunque esto no quita mérito a Wii Party, ya que tiene muy claro que va a un público más amplio). Por otra parte su apartado visual es muy agradable y gustará a todo el mundo, y es que los miis son una garantía de éxito. Lo único que nos preguntamos es por qué Nintendo ha tardado tanto en lanzar Wii Party, cuando estaba claro que iba a ser un producto de éxito, pero lo cierto es que ahora que lo tenemos no es momento de quejarse, sino de disfrutar, y más si tenemos en cuenta que viene con un mando de control para que podamos jugar con quien queramos.