Análisis de Vampire's Crystals WiiW (Wii)
Una de las mayores alegrías que nos ha brindado la distribución digital es que hemos visto cómo muchos estudios españoles emergían para demostrar al mundo entero que en nuestro país también sabemos hacer juegos. En el ámbito de las consolas de Nintendo, han sido decenas de juegos los publicados por estudios españoles, algunos de ellos con gran éxito de ventas como Zombie Panic in Wonderland, Nyxquest o Football Up. De hecho, muchos de los estudios españoles más activos siguen fascinando tanto en DSiware como en WiiWare, con la esperanza de seguir rascando ventas en plataformas que han caído forzosamente en el olvido por su relevo generacional. En este caso, el estudio valenciano Shanblue Interactive, nos trae un juego de disparos visto desde arriba donde tendremos que disparar a lo loco para derrotar a zombis, goblins y demás calaña fantástica mientras recuperamos todos los cristales necesarios para superar el nivel, en un diseño de juego que nos recuerda muchos hits de la era de los 16 bits.
Un malvado ser ha sorprendido al reino vampiro, pero dos jóvenes están dispuestos a salvarlo
En Vampire’s Crystals nos ponemos en la piel de dos jóvenes vampiros, que surgen de entre las cenizas del reino de los vampiros con una única causa, derrotar al malvado ser que ha destruido su feudo. Armados hasta los dientes, en nuestro camino tendremos que reunir los suficientes cristales de poder para hacerle frente, superando uno a uno todos los escenarios de batalla en donde nos esperan hordas de enemigos. Normalmente tendremos que superar dos objetivos en cada uno de estos niveles: derrotar a un número de enemigos y recolectar una cantidad de cristales antes de que se agote el tiempo o nos quedemos sin fuerzas (representado por corazones).
En ocasiones tenemos que sufrir condiciones extremas, como puede ser empezar con un solo corazón de vida lo que nos puede llevar a morir de un solo golpe, o con apenas 30 segundos, haciendo imposible la tarea de no ser porque podemos abastecernos de objetos o mejoras para rellenar vida, extender el tiempo límite, hacernos invulnerables o convertirnos en gigantes para aplastarlos a todos, entre otros objetos de los cuales destacamos hasta nueve armas de fuego diferentes, que van desde el disparo triple con más dispersión, lanzallamas, nitrógeno líquido, hasta un súper misil que arrasa con todo lo que se pone por delante. Todas las armas y mejoras son siempre temporales, algo que lamentamos en múltiples ocasiones jugando al modo historia solos o en cooperativo pero que es un acierto cuando hablamos de los modos de competición.
Una jugabilidad sólida pero que carece de equilibrio jugando solo
En cuanto a la jugabilidad y a la satisfacción de juego, hemos de decir que Vampire’s Crystals nos ha dejado con buen sabor de boca, especialmente cuando jugamos en compañía. Controlamos a los vampiros bien combinando el Nunchuk para mover al personaje y el Wiimote para apuntar y que el personaje dispare en esa dirección, o bien con el Classic Controller, en el stick analógico izquierdo se usa para mover al personaje y el derecho para disparar en la dirección que presionamos. De los dos controles, sin duda alguna nos ha parecido mucho más preciso y cómodo con el Classic Controller, ya que puede ser un poco difícil disparar con precisión con la combinación de Nunchuk y Wiimote con el alto ritmo de juego. La variación que ofrece la jugabilidad con las diferentes mejoras es uno de las grandes virtudes, ya que casi constantemente tenemos armas y mejoras disponibles por el escenario, algo que provoca cambios de ritmo constantes con momentos de debilidad y supremacía a partes iguales.
Lo malo es que el juego puede caer en la monotonía por momentos, ya que si bien tenemos distintas ambientaciones a lo largo de la aventura, nos encontraremos con que muchos de los enemigos apenas varían funcionalmente entre una ambientación y otra, dando cierta sensación de dejadez que se podría haber paliado presentando en orden a los enemigos u ordenando un poco más el avance de la partida. Además, hemos observado que la curva de dificultad escala a niveles de desesperación cuando estamos a mitad del juego, y lo peor es que no consigue hacernos creer que es culpa del jugador, sino que los diferentes eventos de la partida han influido en que bien no hayamos sobrevivido o bien no hayamos tenido tiempo para completar los objetivos. Nosotros desistimos en nuestra partida para un jugador y luego optamos por jugarlo en multijugador, porque uno solo nos vimos incapaces especialmente por el límite de tiempo, que apenas terminados los primeros niveles ya se nos muestra insuficiente para recolectar todos los cristales.
Un juego fantástico para jugar con los amigos
Si bien el problema de la dificultad nos ha parecido una barrera enorme para aquellos jugones solitarios, hemos de decir que se convierte en uno de los mayores alicientes para invitar a unos cuantos colegas y ponerse cuatro a la vez a darle caña a los enemigos. Y es que la experiencia mejora mucho en multijugador gracias a dos cosas básicamente: la recolecta de cristales es mucho más rápida, y que cuando un jugador muere el resto lo único que tiene que hacer es aguantar un tiempo hasta que este se recupere.
Dicho esto último, puede parecer fácil en multijugador, pero ya os aseguramos que para nada es así. Nosotros hemos probado y hay pantallas en las que hemos muerto todos a la vez en multitud de ocasiones, sobre todo ante los temibles jefes finales y la escasez de armas poderosas ante estos. Lo bueno es que cuando estamos trabajando todos en equipo, lo que se convierte en frustración en el modo de un solo jugador, acaba siendo un gran reto para todos y os aseguramos que da para que todo el equipo esté enganchado a la partida, con constantes charlas sobre la aparición de armas, la vida que nos queda o sobre como cargarse a los enemigos. Este modo de juego nos ha gustado tanto, que nos hemos quedado con ganas de más (mientras que no hemos tenido ganas de volver a jugar solos…).
Además del cooperativo, Vampire’s Crystals ofrece tres modos de juego con los que añadir competición entre amigos. Por un lado, tenemos el modo de todos contra todos, donde la batalla es entre todos los jugadores y gana el último que queda en pie. Otro modo, ofrece un modo Supervivencia, en donde nos enfrentamos a hordas infinitas donde todos vamos a morir y proclamamos ganador al último en pie, y el modo Contrareloj, en donde todos colaboramos para matar a tantos enemigos como sea posible y cuando acaba el tiempo, se proclama ganador al que más puntos ha conseguido. Estos tres modos de juego nos han parecido que son un claro ejemplo de que Shanblue Interactive ha puesto toda la carne en el asador para hacer por encima de todo una experiencia multijugador, algo que en Wii siempre es una garantía de éxito. Desgraciadamente no dispone de juego online, así que requiere de tiempo y amigos para reunirlos.
Unos vampiros encantadores
Parece ser que a los españoles nos gusta el estilo manga, o bien eso estamos demostrando en muchas de las producciones, ya que Vampire’s Crystals básicamente está presentado con dos personajes muy fieles a ese estilo de dibujo. Lo cierto es que el dúo vampírico tiene un diseño excepcional y nos ha cautivado, tanto en su representación de dibujo como en los modelos tridimensionales. Desgraciadamente, el resto del juego se ve muy pobre, con un apartado gráfico y sonoro bastante soso, en donde hemos tenido problemas para detectar elementos de juego como que algunos objetos negativos apenas se aprecian en el caos de la partida o que hay zonas que nos frenan o no traspasables que no se diferencian de las normales.
Al pasar de una ambientación a otra, podremos "deleitarnos" con una simple escena muy al estilo 16 bits en donde nos ponen sobre el papel de los personajes, de un modo bastante limitado aunque con cierta gracia. Lo cierto es que hemos encontrado a faltar animaciones 2D tal y como hizo Akaoni en su fabuloso Zombie Panic in Wonderland. Lo mismo podemos decir del sonido, repleto de efectos de sonido en todo momento y que nos sitúa más o menos en la acción, pero con grandes carencias de refuerzo a la hora de mostrar o usar objetos. Es una pena, porque la presentación inicial resulta cautivadora, pero una vez puestos a jugar acabamos cansándonos pronto de su aspecto y lamentando los problemas gráficos durante la partida.
Un excelente juego de disparos para jugar en grupo
Tenemos motivos una vez más para estar orgullosos de los logros de los equipos españoles, ya que Shanblue Interactive nos brinda un juego de disparos que resulta excelente en su concepción y bastante bueno en su implementación, siendo especialmente brillante y atractivo en el modo multijugador, sin duda el principal objetivo de los desarrolladores. Su frenética jugabilidad y las variaciones de ritmo gracias a las mejoras y armas temporales unido a su alta dificultad, hace que cuando estamos jugando con un grupo de amigos sea un reto apasionante, potenciado además por las posibilidades que ofrecen los tres modos competitivos (el modo batalla puede llegar a ser muy divertido). Por desgracia el equilibrado para un solo jugador resulta muy débil, ofreciendo una experiencia que muchos usuarios encontrarán frustrante, por ese motivo recomendamos Vampire’s Crystal para aquellos jugones con ganas de reunir a familia o amigos.
Creemos sinceramente que podría haber sido mejor en la dirección artística, y que acompañado de una buena historia, un diseño de niveles menos repetitivo y unas cuantas animaciones, podríamos habernos encontrado con un juego épico al estilo de clásicos como Pocky & Rocky de Super Nintendo. Sin embargo, no podemos negar su encanto para el multijugador y el buen hacer que ha tenido el equipo para hacer de este modo una gran experiencia. Enhorabuena al equipo.