Análisis de Tony Hawk's Downhill Jam (Wii)
Tony Hawk se estrena en la consola Wii de Nintendo con un atípico juego de carreras.
Pablo Grandío ·
Actualizado: 21:31 17/8/2020
GRÁFICOS
6
SONIDO
8.5
NOTA
6.6
DIVERSIÓN
6
JUGABILIDAD
7
Análisis de versión Wii.
Hay pocos géneros que tengan un referente claro, absoluto, y en el caso de los deportes extremos ese es sin duda la saga Tony Hawk, que desde hace siete años domina con claridad los juegos de monopatín, consiguiendo unas notables ventas todos los años. Este año las otras consolas reciben Tony Hawk’s Project 8 pero, curiosamente, las máquinas de Nintendo no tendrán un juego de hacer piruetas en monopatín, sino que Activision ha decidido lanzar un nuevo título, parecido pero diferente, tanto para Wii como para Nintendo DS y Game Boy Advance. Bienvenidos a Tony Hawk’s Downhill Jam.
Downhill Jam es, en esencia, un juego de carreras. Recuerda a juegos como Mad Rush pero, sobre todo, al casi desconocido pero muy divertido, Downhill Domination de Incognito Games, publicado en Europa por Codemasters. En este Tony Hawk comenzaremos en lo más alto del circuito, y tendremos que correr a toda velocidad para llegar a la meta antes que nadie. Esta premisa tan sencilla se complementa con multitud de caminos secretos, posibilidad de golpear a los rivales y, naturalmente, piruetas sobre la tabla de monopatín.
Como es de esperar, esta versión Wii del juego se beneficia de la detección de movimiento de la consola de Nintendo para ofrecer un sistema de control innovador o, como mínimo, original. Como en todos los juegos de velocidad que hemos visto en Wii hasta la fecha, el mando se coge de forma horizontal, y el control hacia derecha o izquierda se realiza inclinando el mando hacia las respectivas direcciones. Los botones A y B no se usan, sino los botones 1 y 2, que funcionan respectivamente como botón para piruetas y deslizamientos, y botón de salto, agacharse y hacer trucos de agarrar la tabla.
El control con ambos botones es muy sencillo, como es de esperar, mientras que a la hora de hacer los trucos, los haremos moviendo la cruceta, con el pulgar izquierdo, al estilo de los Tony Hawk clásicos. Sin embargo, el sistema de trucos se ha simplificado bastante, aunque es cierto que tampoco es estrictamente necesario hacer trucos más que para sumar puntos y llenar la barra de turbo. Cuando esté repleta, podremos agitar el mando para usar un impulso de velocidad, que hará que además la pantalla adquiera un "efecto velocidad" al estilo de juegos como Burnout. También tendremos que agitar el mando para recuperarnos de una caída.
Al contrario que en las versiones preliminares del juego que probamos durante los últimos meses, el control de la versión final de Tony Hawk’s Downhill Jam es excelente, sin ser tan "hipersensible" como en las primeras versiones, ni requerir aspavientos para hacer un giro cerrado. Es fácil y rápido acostumbrarse al control del juego y aprender cuál es la proporción entre el giro de nuestras muñecas y el giro que nuestro patinador obtendrá en el juego. Un punto negativo del sistema de control es la "saturación de botones", por decirlo de algún modo. La peculiar posición del mando de Wii que tenemos que usar, y la ausencia de los dos botones extra del nunchaku, hace que el botón de salto (que usaremos para coger velocidad) sea el mismo que el de hacer un truco de agarrar la tabla, lo que puede dar lugar a confusión cuando estemos terminando un truco y queramos aterrizar consiguiendo luego la mayor velocidad posible.
Hasta aquí el control que, como se puede comprobar, es tremendamente sencillo pero no por ello menos efectivo. Tony Hawk’s Downhill Jam, como decíamos, es esencia un juego de carreras, donde podremos elegir entre varios personajes, solo uno de ellos, Tony Hawk, real, mientras que los otros son más o menos estereotipos urbanos. Curiosamente, cada uno de los personajes tiene una historia de trasfondo, y el juego se encargará de contárnosla antes de las carreras con una especie de introducciones a modo de entrevistas entre el locutor del juego y el personaje en cuestión. Este es un detalle curioso para tratarse de un juego de carreras, pero no deja de ser anecdótico.
El diseño de niveles de Tony Hawk’s Downhill Jam es uno de sus grandes aciertos, ya que, aunque evidentemente son lineales, del punto A al punto B, en el camino hay varias subrutas como en todo buen juego de plataformas/velocidad que se precie desde los tiempos de Sonic. Conocer los niveles y aprender cuáles son las rutas más eficaces será importante para la victoria, aunque lo bueno es que las rutas alternativas no suelen estar ocultas y para usarlas solo se requiere la agilidad para darnos cuenta de que existe otro camino, y en ocasiones la habilidad para hacer un salto con la sincronización precisa en el caso de que esa ruta no sea de acceso inmediato.
La organización del juego tampoco es estrictamente lineal. El juego tiene varias partes, a lo largo de las cuales iremos obteniendo puntos que harán que nuestro corredor suba de nivel y mejore cada una de sus diferentes facetas, como velocidad, aceleración, capacidad de trucos y de giro, paralelamente a conseguir nuevas tablas con mayores prestaciones. Cada parte tiene una estructura piramidal; por ejemplo, la primera cuenta con cuatro pruebas en la base, luego tres, dos y finalmente una, es decir, un total de diez. Otros niveles juegan con el mismo concepto, aunque dándole la vuelta (3-4-3-2-1 por ejemplo). Para acceder a una prueba del siguiente nivel tan solo tendremos que superar una de las que están conectadas, por lo que es posible superar tan solo cuatro para terminar cada parte del juego, aunque de ese modo no conseguiremos los puntos suficientes para que nuestro personaje vaya progresando en la misma medida que lo hacen los rivales.
Además de carreras, donde tendremos que enfrentarnos a otros corredores que usarán las mismas argucias que nosotros –golpes, atajos, etc…-, también hay pruebas, principalmente de eslalon (palabra que ahora es normativa en el castellano) y de piruetas, aunque también desafíos donde tendremos que destrozar el mobiliario del nivel, o pegar a los peatones que nos encontremos. Las primeras nos retan a completar un circuito en un tiempo límite, obteniendo tiempo extra si pasamos por unas puertas especiales, de ahí el nombre. No es necesario pasar por todas para lograr el suficiente tiempo extra para terminar el nivel, pero sí por algunas. En cuanto a los desafíos de trucos, tendremos una serie de rangos de puntos que superar para conseguir las diferentes medallas –bronce, plata, oro-, y pasando por unas puertas especiales el juego realizará un efecto de ralentización que nos permitirá realizar más piruetas, aumentando por lo tanto nuestro número de puntos.
Además de un modo para un solo jugador de una durabilidad media pero con una notable rejugabilidad, Downhill Jam incluye un modo multijugador para hasta cuatro jugadores a pantalla partida, con diferentes modos como carrera, eslalon, trucos, carrera eliminatoria y una especie de modo dominación donde el jugador que más tiempo vaya de primero será el que gane. Lamentablemente, y en contraposición a la tradición de Tony Hawk como juego pionero en multijugador online (lo fue en PlayStation 2 y en Nintendo DS), no hay soporte online para Downhill Jam.
A nivel técnico Downhill Jam no es uno de los títulos más impresionantes del lanzamiento de Wii, contando únicamente con un motor gráfico sólido, que mueve el juego sin ralentizaciones y con una buena sensación de velocidad, sin que los escenarios destaquen por tener una apabullante complejidad, ni los personajes por su animación, que parece haber sido tomada de anteriores juegos. En cuanto al sonido, ha habido algo de reciclaje en los efectos, tomados de anteriores juegos, y la banda sonora tiene una competente selección de temas de rock y similares, con canciones de Iron Maiden o Public Enemy. Las voces están en castellano, muy bien dobladas, por cierto.
Tony Hawk’s Downhill Jam es un juego decente, que ofrece una buena cantidad de diversión pero cuyo mayor error es ser excesivamente sencillo, limitándose únicamente a correr en una serie de pruebas no muy demasiado variadas. Aunque resulta divertido para unas partidas, como juego completo puede resultar monótono, salvo que contemos con amigos con los que jugar en modo multijugador. Lamentablemente tendremos que esperar a ver un Tony Hawk clásico, que haga uso de las funciones del mando de Wii, y conformarnos mientras tanto con este juego de carreras entretenido pero no memorable.
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