Análisis de The Grim Adventures of Billy & Mandy (Wii)

Cartoon Network, canal televisivo centrado en la animación, es fuente inagotable de licencias en los últimos tiempos, muy populares en la mayoría de los casos fuera de nuestras fronteras y no tanto en España, ya sea porque el canal no es accesible para todo el mundo (no es una emisora generalista) o porque las series todavía no han sido localizadas a nuestro idioma. Es éste el caso de The Grim Adventures of Billy & Mandy, que no llegó hasta las tiendas de nuestro país en sus versiones para Game Boy Advance, PlayStation 2, PC, o GameCube, y sí lo hace, sin embargo, ahora en Wii. Y lo hace después de siete temporadas en la televisión norteamericana desde que empezara a emitirse allá por verano de 2001.

Para que quede claro, la serie tiene buenas dosis de humor negro, absurdo en ocasiones, y poco recomendable para los más pequeños de la casa, por lo que no conviene dejarse engañar por la estética y tener en cuenta que, de hecho, el juego se ha impregnado totalmente de la esencia de la serie, creada por Maxwell Atoms, convertida ahora en desenfadado juego de lucha.

El juego, al igual que la serie, está protagonizado por Billy y Mandy, quienes conocen a Grim, la Muerte, cuando ésta va a cobrarse el alma del hámster de Billy. Como estos no están dispuestos a que el pobre bicho muera, al final hacen una competición con Grim por todas sus almas, y la Muerte... pierde. Por eso, no le queda más remedio que cumplir con su parte del trato y hacerse amiguita del alma de los niños. Al trío habrá que sumar al torpe Irwin. En el juego, resulta que los cuatro han descubierto que el cofre de Grim ha sido robado, liberándose las bolas Mojo, que provocan extraños efectos mágicos al mismo tiempo que, de paso, infectan a toda la humanidad, haciendo que la gente pelee continuamente. Por supuesto, tendrán que recuperar el cofre.

Como decíamos, la serie de animación se ha convertido, con bastante acierto, en un juego de lucha muy en la línea de títulos como Power Stone al plantear una suerte de "yo contra el barrio" con gran espacio para el multijugador y mucha libertad. Si le añadimos los diversos modos de juego y las opciones de control, veremos que el surtido de contenidos está bastante bien.

The Grim Adventures of Billy & Mandy se deja jugar tanto con el mando de Wii como con un mando de GameCube. Si optamos por el control propio de Wii, mediante mando remoto y nunchuk, nos moveremos con el stick analógico del último, y usaremos los botones C y Z para recoger o activar objetos (armas) y correr. El mando remoto nos permitirá saltar, con el botón A, y atacar con B. Además, la detección de movimientos tendrá importancia, ya que si movemos el mando remoto a izquierda o derecha efectuaremos un ataque fuerte, mientras que si lo hacemos arriba o abajo haremos un ataque de salto. Al agitar el nunchuk arriba o abajo, por su parte, haremos un golpe especial en forma de Paliza Mojo, Fusión Mojo o Contraataque Mojo.



Si, en vez de eso, queremos usar un mando de GameCube, todas esas acciones estarán asignadas a los diferentes botones del mando. Saltaremos con A, lanzaremos objetos o haremos el golpe flojo –normal- con B, el golpe fuerte (o lanzar objeto) con Y, recogeremos y usaremos armas con X, correremos con R, y haremos los ataques Mojo con L. La compatiibilidad con el mando de GameCube está muy bien, pero se echa en falta esta misma opción con el mando clásico de Wii, ya que puede haber jugadores que se sientan más cómodos con un control tradicional y no necesariamente han tenido una GameCube.

Contaremos con una quince de personajes jugables para escoger y con los que darnos mamporros con un máximo de tres más, teniendo varias vidas disponibles en cada combate, con un máximo de cuatro. El úlitmo que quede en pie es, claro, el ganador de la refriega. Los personajes se controlan de manera muy sencilla, pues cuentan con un golpe débil pero rápido y uno más fuerte, aunque lento. Hay que añadir los ya mencionados ataques especiales Mojo, que nos exigen la recolección de las bolas de Mojo, con la que ir llenando nuestro medidor. Si lo llenamos una vez, podremos realizar un Ataque Mojo (una paliza); si la llenamos dos veces, haremos una Fusión Mojo.

La Paliza Mojo es un ataque de gran potencia contra un único rival y alcance limitado. En caso de que el ataque sea efectivo, restaremos mucha energía a ese rival. La Fusión Mojo, por su parte, es mucho más potente y quita energía a todos los rivales, por lo que, aunque su coste es muy superior, la fuerza del ataque compensa ese requerimiento. Además, se ve acompañado de un acercamiento de la cámara, y nos hará apuntar a las dianas que aparecerán en pantalla, y si lo hacemos lo suficientemente bien, eliminaremos al rival.

Los escenarios tienen un buen nivel de interactividad, con muchos objetos que pueden ser utilizados para ser lanzados a los rivales, incluyendo objetos cotidianos y absurdos por completo. Hay, asimismo, cofres que contienen armas con las que atacar desde cierta distancia, con una inspiración bastante surrealista, como la pistola chupacerebros, la guadaña 2.0, o la pringue 9000. Las de distancias cortas no se quedarán a la zaga, con garrotes con pinchos, el martillo de Thor, etc. Por si esto fuera poco, varias de ellas tienen efectos modificadores, como el Vórtice Mojo, que pude robar Mojo al adversario o el Reloj de Arena, que ralentiza sus movimientos, habiendo un total de 28 armas diferentes a las que hay sumar los diversos potenciadores, que nos dan más velocidad, fuerza, etc.

Pero al hablar de los escenarios hay que tener en cuenta no sólo las armas, sino también las trampas. Nos encontraremos, sin ir más lejos, con secciones del suelo que están electrificadas, o torretas con las que atacar a los enemigos. En definitiva, si bien es cierto que los personajes no tienen muchos movimientos, la variedad de objetos y elementos interactivos de los escenarios sí que aportará cierta variación a su desarrollo, aunque, todo sea dicho, no demasiada.



Esto se debe en buena medida a un modo historia demasiado corto, ya que puede durar quizás no más de media hora. Es cierto que los juegos de lucha no se caracterizan por ser de gran extensión, pero sí aportan diversos elementos que incitan a rejugarlos. En este caso, se han incluido varios niveles de dificultad y una buena cantidad de personajes, aspectos, vídeos y demás que tendremos que desbloquear. La manera más sencilla de hacer esto (y, también, la más divertida) es a través de las misiones, hasta cuarenta y cinco, que plantea el juego. Se trata de combates con objetivos muy concretos que aportan, esta vez sí, variedad al título. Su principal problema es que, incluso en los niveles más elevados de dificultad, es todo muy sencillo, aunque, eso sí, su duración es muy superior a la del modo historia.

El modo multijugador, para hasta cuatro personas, ofrece un buen surtido de las opciones esperables, incluyendo ocho variables, haciendo de éste el aspecto más completo del juego, con modalidades como capturar la bandera y otras. No son ni originales ni sorprendentes, pero están bien traídas y conforman un variado multijugador que va más allá de darse de golpes con los amigos. Los modos más directos (tipo muerte súbita) son, en última instancia, los más divertidos y adictivos, aunque el resto de modos son también muy recomendables y no cuesta encontrarles el gusto. Gracias a sus opciones y modos de juego, insistimos, el multijugador es lo más destacable, con mucha diferencia, de The Grim Adventures of Billy & Mandy.

Gráficamente estamos ante un juego que basa todo su potencial de diseño en la serie de animación, y en ese sentido cumple con creces. No hay que olvidar, sin embargo, que a nivel de texturas y poligonización (lo que se percibe claramente en la geometría de los escenarios y determinados elementos) se trata de una adaptación directa del original de GameCube y PS2 (os recordamos, no distribuido en Europa.) Los escenarios son variados, muy interactivos, y llenos de color, retomando situaciones de la serie de televisión y algunos de los tópicos esperables: un laboratorio, Egipto... Son, además, de gran tamaño, y muy variados en su concepció; conforman, en definiiva, uno de los puntos fuertes del juego. Los personajes, por su parte, están bien animados, pero en los combates pueden resultar confusos por carecer de indicadores claros, dificultando la acción en determinados momentos. El principal problema radicará en las ocasiones ralentizaciones y otros defectos gráficos que podrían -y tendrían que- haber sido corregidos al pasar a una plataforma con más potencia.

Las melodías y efectos sonoros son los esperables de la serie de animación, incluyéndose las voces de los actores de doblaje, algo que resulta, claro, mucho más atractivo para quienes conozcan la serie y aprecien sus peculiares interpretaciones. Las líneas de diálogo son pocas, pero están, de manera que, aunque sin alardes, el juego cumple en este sentido.


Estamos ante un juego accesible y divertido, que gustará sobre todo a quienes conozcan la serie en la que se basa. Pero dada su sencillez jugable, que hace de éste un juego de lucha muy básico, la fórmula puede agotar con cierta rapidez. No se tarda demasiado en conseguir todos los secretos y, una vez hecho, hay pocos incentivos para seguir jugando, ya que The Grim Adventures of Billy & Mandy no va a suponer un reto en ningún aspecto... excepto si no sabemos inglés, ya que el juego no está traducido a nuestro idioma. Tiene la ventaja de permitir combinar mandos de Wii con mandos de GameCube para el multiijugador, lo que es útil en caso de no tener cuatro mandos de Wii con su respectivo nunchuk, pero se echa en falta la compatibilidad con el mando clásico. Es un buen título, mientras divierte, pero si no tenemos pensado centrarnos en el multijugador, puede resultar algo escaso en sus propuestas.