Análisis de Tetris Party Deluxe (Wii)

Hace dos años WiiWare recibió Tetris Party, un juego descargable con una buena cantidad de modos de juegos específicos para esta versión, multijugador en línea, etc. Ahora nos llega una versión Deluxe que se distribuye en tiendas, pero que tiene prácticamente en esa presencia física su único punto de interés real.

Y es que los puzles están más que bien en las memorias internas de nuestras consolas: ocupan poco, son fantásticos para partidas cortas (que muchas veces luego se convierten en muy largas), y no da pereza sacar el disco de la última aventura de más de 40 horas de duración para meter "sólo" el de un juego de puzles. Sin embargo, entendemos que hay gente reticente a la compra digital, y en ese sentido este Tetris Party Deluxe es una magnífica opción, pero siempre teniendo en cuenta que la versión WiiWare incluye lo más importante (los añadidos aquí son pocos), y cuesta mucho menos.

Está claro que poco hay que explicar a estas alturas de qué es Tetris, pues es el gran decano del género: las fichas caen desde arriba, tienen diferentes formas, están formadas (en todos los casos) por unidades de cuatro bloques, y al llenar toda una fila ésta desaparece; elimina dos simultáneamente para sumar más puntos, tres para que el multiplicador sea mayor, y usa la larga para hacer un tetris, es decir, eliminar cuatro filas de una sentada.

A partir de la fórmula fantástica original se han ido creando variaciones de todo tipo, añadiendo modos de juego, e incorporando todo tipo de novedades para mantener la atención del público que, además, sigue buscando sus modos de juego más clásicos y veteranos una y otra vez, porque nunca es tarde para jugar a Tetris y empezar a sumar líneas y líneas.

Tetris Party Deluxe hace un buen trabajo a la hora de incorporar la esencia clásica, y luego recupera todo lo que ya conocimos en Tetris Party hace dos años. Nos encontramos así con un modo puzle (Sombra) en el que hay que crear formas predeterminadas colocando las fichas según caen, otro en el que hay que ir construyendo una suerte de montaña escalable para una figurita que hay en la zona de juego (Escalador), una carrera de lo más singular (Corredor de etapas) etc. Centrémonos primero en las novedades, más o menos reseñables, de esta edición.

Se incorpora el modo Bombliss, una adaptación del modo explosivo de Tetris 2 (1993, NES y GB) en el que algunas piezas tienen bombas, que debemos usar para crear explosiones en cadena y eliminar así las fichas. Sprint es una suerte de contrarreloj para eliminar 40 líneas en el menor tiempo posible, incluyendo una variante multijugador para hasta cuatro usuarios, pero sólo en modo local. Otra variante de Sprint es All Clear Sprint, donde tenemos que vaciar por completo la zona de juego en 20 ocasiones en el menor tiempo posible. El multijugador se potencia con un cooperativo competitivo… es decir, dos equipos de dos jugadores enfrentados entre sí. Pero lo que más gustará a los veteranos es el modo Master, donde empezamos con la dificultad y velocidad máximas directamente, todo un reto para los más valientes jugadores de Tetris.

El resto de modos son los mismos de Tetris Party, y hay una ventaja: la comunidad online ya está formada porque el juego no distingue entre éste y el otro en todas esas vertientes de multijugador en línea. Hay algunas opciones de configuración adicional en los modos de juego veteranos, pero no aportan nada que sea realmente sustancial, y en esencia son lo mismo.

En los modos competitivos multijugador, y como ya sucedía en Tetris Party, se da importancia a la inclusión de ítems que pueden funcionar como modificadores de la partida al tener efectos sobre los rivales y sobre nosotros mismos, aportando un margen de variación y aleatoriedad que puede igualar a jugadores expertos con los menos habituales, de manera similar a lo que sucede con los objetos habituales en sagas como Mario Kart. Algunos de los efectos que causan los ítems son llenar de humo el campo de juego de un rival (basta con apuntar a él y pulsar B), haciendo que él deba agitar su mando para despejar el humo, acelerar su ritmo de juego, o disparar bloques colocándolos gracias al puntero donde queramos en la zona de juego de un contrincante. En total hay diez objetos y podemos acumular hasta tres para hacerle la puñeta a los rivales, siendo capaces de afectar realmente al desarrollo de la partida.

Por supuesto, mantiene un extenso registro de puntuaciones y récords, algo que potencia la esencia arcade absoluta de este juego de puzles, pero sin dar ningún paso significativo tampoco con respecto al anterior juego. Se repite la opción de control con Wii Balance Board en un modo de juego específico que ya estaba en Tetris Party, pero no se ha seguido experimentando ni se ha intentado hacer algo que sea igual de arriesgado y divertido.

Igualmente, se mantienen el resto de modos del anterior título, que repasaremos a continuación. En el modo Sombra el objetivo es completar el puzle poniendo cada tetrimino en su sombra correspondiente. Por su parte, Escalador nos invita a alcanzar la meta colocando fichas sin olvidarnos de recoger las banderas que haya por el camino, teniendo que alcanzar el objetivo antes que los rivales y, por último, en Corredor de etapas se trata de alcanzar la línea 400 antes que los contrincantes guiando una ficha por un caminito... sabiendo que hay obstáculos en forma de bloques en la pantalla.

Visto más detalladamente, el Escalador consiste en colocar las fichas una encima de la otra para crear un camino que pueda recorrer un personaje, pequeño y blanco, el escalador, que debe ir trepando. Sólo puede subir un escalón de altura, y aplastarlo será perder la partida, teniendo, por tanto, que hacerle un caminito para llegue hasta la meta. El Corredor de etapas, por su parte, consiste en guiar un tetrimino a través de los obstáculos que haya en el camino, deslizándolo y girándolo tan rápido como sea posible. Es decir: no se trata de hacer líneas, sino de no dejar encajada la ficha.

Además, hay modos multijugador que son específicos para esta vertiente: Líneas al rojo vivo, donde el objetivo es hacer todas las líneas de arriba antes que los rivales, y Espacios de duelo (sólo para dos jugadores), en el que tenemos que hacernos con la mayor extensión posible de la zona de juego del oponente jugando por turnos, lo que lo diferencia del versus de Lumines.

Del mismo modo, los menús y la presentación resultan sosos, y podrían haber aprovechado para aportar algo más de lucimiento técnico, tanto en forma de más música o más variación visual en los fondos y elementos decorativos, o incluso mejorar los menús. Lo cierto es que apostar por incluir todos los elementos del universo Nintendo que lo pueblan le da un buen toque, pero no aprovechar el disco para sacarle de verdad más jugo a toda la imaginería de la compañía japonesa es una oportunidad perdida, sobre todo porque le trabajo jugable ya estaba hecho en WiiWare. Dicho de otro modo, no es tan Deluxe como promete el título, y eso que el juego original ya era bastante sosete en comparación con el propio Tetris DS de 2006.

Conclusiones

Si no tienes Tetris Party, y la distribución digital no es lo tuyo, está claro que Tetris Party Deluxe es una encarnación fantástica del juego de puzles clásico, pero, pese a eso, hay que tener en cuenta que es una ocasión perdida. Se incorporan novedades, pero no son muy sustanciosas, y no se ha trabajado en mejorar su aspecto visual, ni se ha buscado ofrecer algo que sea original, realmente específico y novedoso para esta entrega. Como Tetris, es una versión fantástica, pero parece mejor opción decantarse, en la medida de lo posible, por la versión para WiiWare, más económica, a la larga más cómoda (al estar en la memoria de la consola), y con los mismos contenidos principales. Esta edición en disco, definitivamente, no ofrece suficientes añadidos.