Análisis de Medal of Honor Heroes 2 (Wii)
Uno de los acontecimientos más terroríficos de la historia de la humanidad fue, sin duda alguna, la Segunda Guerra Mundial, que enfrentó a las tropas del eje contra las fuerzas aliadas durante seis largos años. Muchos han sido los videojuegos que nos han trasladado a los campos de batalla de dicha guerra, como la saga Call of Duty, que cuenta con una ambientación sublime. Otros, sin embargo, nos muestran una realidad distorsionada con el cambio de eventos puntuales que podrían haber afectado al transcurso de la historia, como por ejemplo el reciente Turning Point, donde los alemanes llegan a invadir Estados Unidos.
La saga Medal of Honor cuenta ya con más de diez títulos tras sus espaldas, con el primer proyecto creado para la ya difunta Playstation, por lo que podemos asegurar que es una serie experta en el tema.
Y lo hemos comprobado tras probar el nuevo título de la franquicia que llega a Playstation Portable y Wii, siendo esta última un referente en cuanto a jugabilidad se refiere.
El juego, como era de esperar, nos vuelve a situar en plena Guerra Mundial, donde nuestro protagonista, el teniente Berg, deberá enfrentarse a las tropas alemanas junto con el pelotón de ataque que nos acompañará en todo momento. La historia no cuenta nada que no sepamos ya, y tampoco ofrece ningún giro inesperado o innovación por su parte, algo que se hecha en falta, pues son muchos los títulos de estas características que llegan a la videoconsolas. Aún así, este título tiene la ventaja de tener uno de los controles más precisos en una videoconsola, por lo que resulta ser un juego de lo más divertido y adictivo.
Tendremos a nuestra disposición varios modos de juego a escoger. El modo campaña es el modo principal del juego, donde nos enfrentaremos a los nazis en un total de ocho niveles, combatiendo en multitud de situaciones que requerirán de nuestra habilidad para ser completadas. Los escenarios del juego nos sitúan desde las más que conocidas playas de Normandía, nivel que nos servirá para familiarizarnos con los controles del juego, pasando por el puerto, donde tendremos que hacer estallar diversos submarinos nazis, alcantarillados secretos que utilizan los enemigos para transportar armas y bombas, etc. Por desgracia, los pocos niveles del juego y la escasa duración de los mismos hacen que el juego ronde las cinco o seis horas en este modo, lo que se nos antoja algo escaso. Eso sí, al menos l modo multijugador en línea y el modo arcade aseguran un aumento en la duración del juego.
En cuanto a la jugabilidad propiamente dicha, estamos ante un título muy frenético en el que constantemente nos veremos inmersos en batallas campales contra numerosos enemigos. En este tipo de situaciones, cuando nuestra munición escasee – algo que pasará a menudo-, podremos hacer uso de granadas para acabar con rapidez con las tropas nazis, para lo cual simplemente tendremos que apretar el botón b señalando un punto determinado de la pantalla y realizar el movimiento de lanzar granada con el mando. En otras ocasiones recogeremos un arma poderosa que nos servirá para destruir el arsenal de los nazis, el bazooka, cuyo control nos obliga a situar el mando principal por encima de los hombros apuntando en dirección contraria a la pantalla, como si estuviésemos controlando un arma de verdad, apuntando con el stick analógico del nunchuk y disparando de nuevo con el botón b. Esta diversidad en el control es digna de mención, pues con el rifle de francotirador también tendremos que hacer uso del sensor de movimiento que nos ofrece el mando, ajustando el zoom ladeando el mando hacia un lado u otro.
Todos estos controles estarán perfectamente explicados en cuanto activemos la situación correspondiente por primera vez, por ejemplo, si estamos cubiertos bajo fuego enemigo por vez primera, un mensaje nos advertirá de que podemos ladearnos en la trinchera para acabar con nuestros enemigos sin recibir demasiados disparos. Para ello tendremos que apretar el botón a para realizar el zoom y girar el nunchuk en la dirección que deseemos, para ladear a nuestro soldado. También haremos uso del sensor de movimiento a la hora de colocar bombas y detectando la señal aliada en las radios enemigas, utilizando nuestro mando como si estuviéramos ajustando un tornillo en la pared. Como ya vimos en anteriores entregas, los cañones anti-aéreos también estarán presentes en esta entrega, empleando de nuevo el control adaptado para utilizarlo: moviendo la manivela que gira el cañón haciendo el mismo movimiento con el nunchuk y disparando moviendo el mando principal hacia nosotros, simple y efectivo, siempre y cuando no tengas una tropa de enemigos disparándote por detrás.
La única pega que le encontramos a este modo de juego es la inexplicable ausencia de un modo para un segundo jugador, que habría hecho la experiencia de juego muchísimo más atractiva y divertida, como ya vimos en Resident Evil: Umbrella Chronicles, donde varios personajes se enfrentan a peligros codo con codo. Una pena, pues quizá para aquellos que se hayan pasado el modo campaña para un jugador les resulte un poco pesado volver a recorrer los mismos niveles en solitario cambiando el esquema de juego.
El primero está claro; estás solo en el campo de batalla con tu arma y tu objetivo no será otro que acabar con cualquier ser viviente que veas para alzarte como campeón de la ronda, que se calculará con el número de enemigos que hayamos aniquilado menos las veces que nos hayan derribado. El segundo será exactamente lo mismo pero por equipos: las fuerzas del eje y el ejército de los aliados. En este tipo de enfrentamientos podremos enviar mensajes rápidos a nuestro equipo con el botón 1, para pedir refuerzos, solicitar fuego de cobertura, etc. En capturar la bandera tendremos que conseguir la bandera del ejército enemigo que estará situada en el centro de su base sin dejar de proteger la nuestra propia. Ganará aquel equipo que haya robado más veces la bandera y la haya depositado en su base.
Otro punto a favor que podemos encontrar en este modo online es la ausencia por completo de los códigos de amigo y la avanzada interface que EA Nation pone a nuestro servicio de manera totalmente gratuita. Para entrar en los modos multijugador tan solo tendremos que crear una cuenta en dicha interface, que nos servirá para encontrar partidas, agregar amigos con los que hayamos jugado, y contactar con ellos mediante el EA Messenger, algo que sin duda contentará a aquellos que no estén satisfechos con los diversos juegos online que residen en la máquina de Nintendo, pues ninguno de ellos presenta lo que ofrece Playstation Network, por ejemplo. Aunque el servicio dista de ser perfecto, no deja de ser un paso adelante en cuanto a infraestructura en la consola de Nintendo, pues hay que recordar que en la pasada generación hubo una ausencia casi total del modo online, y en la actualidad el servicio que ofrece la compañía japonesa tampoco es digno de alabanza.
Aún así, dejando el apartado gráfico de lado, nos encontramos con un juego de lo más divertido y adictivo, no precisamente por su historia, la cual todos y cada uno conocen, sino por su magnífica puesta en escena gracias al mando de Wii, que hace temblar sin vacilar a cualquier control que se haya posado nunca en un juego de acción en primera persona para videoconsola. Esperamos que en los próximos títulos que vayan a salir para la consola de Nintendo dejen el perfecto control tal y como está y dediquen sus esfuerzos a mejorar el aspecto técnico del juego, pues muchos usuarios no se conformarán con gráficos obsoletos por muy buen control que tenga el videojuego.