Análisis de Endless Ocean 2: Adventures Of The Deep (Wii)
En noviembre de 2007 apareció en el mercado Endless Ocean, un juego cuya temática era la de disfrutar de los fondos marinos y hacernos descubrir una gran cantidad de especies marinas que pueblan los diferentes mares de nuestro planeta, además de sorprendernos con fichas de cada uno de los animales en las que podíamos conocer algo de sus hábitat y costumbres. Sin embargo, su jugabilidad tan pausada, sin apenas más retos que la de ilustrarnos sobre el, para muchos desconocido, mundo submarino, no logró cuajar del todo en esa gran mayoría de jugadores acostumbrados a matar monstruos en medio de un entorno hostil y a los saltos imposibles entre plataformas caprichosas. Pero pese a todo, la recreación y realismo conseguido de la fauna, flora y escenarios lograron conquistar el corazón de muchos aficionados a este mundillo de los videojuegos. El caso es que Arika se ha involucrado en realizar una segunda entrega, en la que no cabe más que mejorar toda la experiencia que transmitió en su momento Endless Ocean.
Una trama la mar de salada.
Empezando por la historia que envuelve al juego, podremos elegir entre un personaje masculino o femenino, que pronto pasa a formar parte de una empresa dedicada a prestar servicios de buceo. La joven Océane Rouvier y su abuelo Jean-Eric son los dueños de la compañía y quieren que les ayudes a desentrañar el misterio de la
En este aspecto se ha logrado una excelente trama que, lejos de abocarnos en una búsqueda por un único mar como pasaba anteriormente y en el que nos podíamos encontrar con toda suerte de animales marinos como si fuese una especie de arca de Noé, nos conduce a través de lugares repartidos por el planeta donde nos encontraremos con una buena cantidad de especies marinas, muchas endémicas, y que nos brindarán la oportunidad de ampliar nuestros conocimientos en biología marina. Por supuesto, los templos, monumentos o barcos hundidos que hay bajo la superficie harán acto de presencia y, en cualquier caso, serán de una belleza incomparable e invitarán a cualquiera a darse un paseo por ellos, transmitiendo una sensación de ser un testigo privilegiado de su existencia.
Además, en Endless Ocean 2 tendremos la oportunidad de visitar tierra firme en algunas localizaciones, de tal manera que podremos descubrir pájaros o mamíferos que, a pesar de no poseer aletas, sí están íntimamente relacionados con la vida en el mar, como por ejemplo osos, pelícanos o albatros. En nuestra base central, isla Carambola, –nuestra base de operaciones– tendremos a nuestra disposición un muelle para embarcaciones, una zona donde entrenar animales que hayamos ganado su amistad, un acuario, y unas chozas donde tendremos acceso, por ejemplo, a un álbum en el que se recogen todas las criaturas que hemos descubierto. Hasta Carambola también pueden llegar los amigos que hayamos invitado a través de la Conexión Wi-Fi de Nintendo, previo intercambio de claves de amigo, por supuesto, y cuando un amigo se encuentre en la isla, podrá pasear por ella y bucear en cualquiera de las localizaciones que estén abiertas llevándole como compañero.
Buceando en la jugabilidad.
Los programadores de Arika han remodelado totalmente la jugabilidad de esta nueva entrega de aventuras submarinas. Así, el juego no sólo se limita a ir buceando por diferentes parajes submarinos e ir reconociendo peces por aquí y por allá con el fin de ser el una especie de rey pescador, sino que se han introducido especies nuevas y también una más que generosa cantidad de tesoros, monedas antiguas, y objetos recuperables como por ejemplo botellas, libros, tarros o muñecas, que sin duda ayudan a sacar nuestra vena de cazatesoros a lo largo de los siete mares.
Además, todos esos objetos supondrán dinero que luego podremos utilizar para comprar diverso material de buceo, como reguladores o botellas de oxígeno auxiliares que nos permitirán a su vez llegar a mayores profundidades donde, sin duda, encontraremos los sorprendentes peces abisales, acompañados de nuevos tesoros en el lecho marino. Por tanto, nos veremos obligados a cumplir ciertos requisitos antes de poder acceder a nuevas áreas, de tal manera que no sólo habrá que avanzar en la historia, sino que nuestra capacidad de encontrar cosas para conseguir dinero con el que equiparnos mejor, juega un importante papel.
Al contrario que en la primera entrega de Endless Ocean, ahora dispondremos de un objeto que nos avisará de la presencia de algún tesoro interesante en nuestras inmediaciones; se trata de una especie de radar que nos dará indicaciones del tipo de material de qué está construido lo que nos vamos a encontrar, y de su ubicación, lo cual facilita bastante una tarea que en su día supuso una auténtica tortura.
La forma de interactuar con los animales no ha variado, podremos acariciarlos y darles de comer, y en cuanto tengamos al animal clasificado en nuestra base de datos, podremos conocer al momento en su ficha algunas de sus costumbres o curiosidades, así como los lugares donde es frecuente localizarlo y en qué condiciones ambientales. Las reacciones de los peces están muy bien conseguidas, y no dudarán en seguirnos si les damos comida o se sienten agraciados con nuestra presencia; incluso con algunos mamíferos, como los delfines, podremos generar unos importantes lazos de amistad, y dicha simpatía se verá reflejada en dos aspectos. Por un lado podremos entrenarlos para que realice diferentes piruetas, y a medida que se vaya perfeccionando la técnica, irá aprendiendo otras nuevas con las que luego podremos impresionar a la clientela de nuestro acuario, que a su vez redundará en dinero para mejorar nuestro equipamiento.
La otra vertiente de la amistad implicará una asistencia extra durante nuestras inmersiones, ya sea ayudándonos a avanzar más rápido cuando nos agarremos a ellos, o bien señalando lugares de interés en los que por norma general habrá escondido algún objeto coleccionable. Otra de las novedades a la hora de interactuar con las criaturas marinas es mediante el púlsar. En determinado punto de la aventura, tendremos acceso a este aparato que tendrá una utilidad un tanto antagonista, ya que será capaz de curar animales enfermos, y de calmar a aquellos que representen algún comportamiento hostil hacia nosotros.
Efectivamente, si en el anterior juego un tiburón blanco suponía la misma amenaza que un salmón, en Aventuras bajo el mar se ha implementado cierto grado de agresividad en aquellos animales que en la vida real supongan un peligro para cualquier buceador, y por lo tanto surgirán situaciones en las que nuestra integridad correrá cierto riesgo, proporcionando cierto grado de emoción a la aventura. Los animales también muestran cierto comportamiento entre ellos, y podremos ser testigos de algunas circunstancias que sin duda nos sorprenderán, como por ejemplo ver a un ballenato mamando de su madre. También se ha incluido un sistema de títulos en el juego, hasta 155 que reflejarán nuestras actuaciones bajo la superficie, y son tan variados como por ejemplo completar capítulos, alcanzar determinado porcentaje de fauna marina registrada, descubrir algún animal muy extraño, haber gastado determinada cantidad de dinero, etc.
Gráficamente el juego luce muy bien, representando el fondo marino y su hábitat de una forma magistral, quizás gracias en parte a que no hace falta mostrar elementos en la lejanía. En general los movimientos de las plantas y animales marinos se comportan tal y como cabría esperar de ellos, siguiendo el vaivén de las corrientes marinas para la flora y con movimientos erráticos para la fauna, aunque en estos últimos se pueden apreciar movimientos robóticos y antinaturales, como giros y desplazamientos que dejan a uno un tanto perplejo, y que aunque son pocos, no dejan de llamar la atención al tener como fondo la enorme naturalidad conseguida en el ambiente.
Los movimientos de los personajes también están bastante conseguidos, aunque pecan en los mismos defectos de los peces y con mayor frecuencia, dado que se mueven bajo nuestras órdenes y es inevitable forzar situaciones. El control sin embargo es tan simple como apuntar hacia la pantalla e indicar mediante un puntero luminoso la dirección hacia donde queremos movernos, y presionar un botón para avanzar. Dado que hay situaciones de riesgo en las que algunas criaturas pueden intentar hacernos daño, también se ha dotado a los submarinistas de un movimiento de evasión, que se realiza agitando el mando.
Como novedad, resaltar que en esta ocasión habrá un límite de tiempo en nuestras incursiones por las profundidades del mar, marcado por la cantidad de oxígeno de nuestra bombona, que se irá gastando lento pero sin pausa, aunque los momentos de tensión supondrán un mayor gasto del aire, sin embargo existe equipamiento que permite pasar más tiempo en el mar. En cuanto al sonido, sigue en la misma línea que el mundo que pretendemos explorar, con melodías suaves y efectos sonoros acordes. El único defecto en este sentido es la eliminación de la posibilidad de poder escuchar las canciones que hayamos metido en la tarjeta SD, tal y como sucedía en el primer Endless Ocean, sin embargo sí se nos permite la posibilidad de pasar las fotos que saquemos a dicha tarjeta y así poder compartir los retratos de nuestras vivencias con quien queramos.
Conclusiones
Endless Ocean 2: Aventuras bajo el mar sorprende por lo bien que han sabido explotar el potencial que guardaba en su primera entrega en Wii. No sólo han metido más cantidad de todo, sino que además han sabido darle una forma agradable, de tal manera que el jugador pueda conseguir más cosas cuantas más horas le dedique al juego. Es cierto que algunos movimientos desentonan, pero es que han hecho un entorno natural tan vivo y natural que consigue que nos olvidemos por un momento que estamos frente a un videojuego. También adolece de otro handicap, y que paradójicamente es precisamente su mayor virtud: su ritmo es lento y parsimonioso, como el de un buceador en las profundidades del océano, y eso puede que no sea del agrado del jugador acostumbrado a mayores dosis de acción. No obstante, es el juego perfecto para momentos en los que apetece liberarse de tensiones y empaparse de la paz que proporciona la vida bajo la superficie del mar.