Análisis Sea of Solitude, el Director's Cut de una cuidada aventura narrativa (Switch)
Con el increíble éxito comercial que está protagonizando Switch, la cual tiene todos los visos de superar todo tipo de récords para la compañía de Kioto, la inmensa mayoría de las compañías y estudios de desarrollo se están volcando a la hora de adaptar muchas de sus producciones previas a la híbrida de Nintendo. Algo muy comprensible teniendo en consideración las más de 80 millones de consolas distribuidas en todo el mundo. Y un buen ejemplo de esto que os comentamos es Sea of Solitude: the Director’s Cut, una producción que apareció hace ya algún tiempo para el resto de formatos y que fue bien recibida por la crítica. No en vano, nosotros otorgamos a esta propuesta una nota notable en el análisis que realizamos en su día.
Eso sí, es necesario dejar claro que como vamos a explicaros en un momento, no estamos ante un título para todo tipo de paladares. De hecho, se trata de una producción bastante pausada, sosegada y con un ritmo un tanto irregular, por lo que obviamente aquellos usuarios que busquen momentos de acción constantes y mecánicas jugables complejas aquí no las van a encontrar.
Vamos, que no hay ni rastro de ninguno de estos dos aspectos que os acabamos de comentar. Pero una vez dicho esto, nos hallamos ante una producción tan imperfecta como absorbente una vez te dejas seducir por las virtudes que integra, las cuales están perfectamente delimitadas: su narrativa, aspecto estético y sensibilidad.
Un viaje muy extravagante
Metiéndonos ya en harina, la protagonista del juego es Kay, una joven… a la que le sucede "algo". Todo comienza un día de lluvia en mitad de un océano con una lancha medio perdida en la que se encuentra la chica, si bien pronto nos topamos con ciertos personajes y monstruos que van ganando cada vez más peso. Bien, pero, ¿qué trasfondo narrativo une a todo el conjunto? Pues los problemas más o menos comunes a los que nos enfrentamos todos cada día, lo cual nos parece un acierto y es una forma de "acercar" bastante la temática que propone este título a los jugadores que se sumergen en él. ¿Y de qué tipo de problemas hablamos? Pues de la carga que trae consigo el trabajo, de las relaciones familiares, de los abusos que sufren algunos niños en los colegios… y, por supuesto, de la soledad. Unos temas que nos parecen muy interesantes, aunque a veces nos da la sensación de que no han terminado de estar bien planteados ni "resueltos", por así decirlo. Pero bueno, eso es cuestión de gustos y no creemos que sea un inconveniente.
Por desgracia, lo que sí que es más criticable tiene que ver con el desarrollo del título en sí, al que le faltan mimbres claramente. Nuestro cometido consiste, básicamente, en explorar los escenarios (muy variados pero no tan amplios como parece al principio) y tratar de ir solucionando los problemas que van surgiendo, buscando algún que otro coleccionable por el camino y sorteando las arremetidas de ciertos adversarios. También hay algo de plataformeo, pero muy sencillito y con cuentagotas, nada de atravesar secciones complicadas en las que es necesario calcular al milímetro cada salto. Todo lo contrario. La fórmula de juego que plantea esta obra es muy relajada. Se apoya mucho en la narrativa, la cual ha sido reescrita en esta edición Director's Cut, así como en ciertos momentos… "álgidos" que de vez en cuando nos ofrece la aventura (no son muchos).
¿Y qué más debemos hacer? Pues usar bengalas, dialogar (en perfecto español, por cierto) con algunos personajes y monstruos… y poco más. De hecho, a veces nos ha dado la sensación de atravesar ciertas zonas en plan walking simulator, algo que no termina de encajar en un planteamiento como el que en un principio acapara esta aventura. Por todo esto, estamos ante una producción que presenta muchos contrastes, combinando grandes ideas y muy buenas maneras en general con una alarmante escasez de elementos de juego reales y un ritmo que en algunas ocasiones decae de manera extrema. Por eso mismo se trata de una obra muy particular, de esas que seguramente no terminarán de convencer a ciertos usuarios pero que atrapará a otros: no hay medias tintas. Una versión, por cierto, que más allá de un par de mejoras que han sido implementadas como el nuevo doblaje, la integración de modo foto y alguna cosa más, es la misma que ya apareció en el resto de formatos, por lo que no merece la pena ser rejugada de nuevo si ya lo hicisteis en su momento.
Para terminar, su acabado gráfico es otro de los puntos más destacados de todo lo que nos ofrece esta obra. Sin ser ningún prodigio gráfico (se trata de un juego indie a fin de cuentas), la dirección estética que ha sido integrada en este título nos ha parecido sensacional. De hecho y en lo que va de año, pocos juegos de Switch pueden competir de igual a igual en cuanto a belleza y finura se refiere. Además la variedad de localizaciones es muy loable, existiendo un buen puñado de lugares que han sido recreados con bastante acierto. Un apartado artístico muy destacado al que se añade un buen doblaje a nuestro idioma, melodías bien compuestas y una colección de efectos un tanto escasa pero funcional en cualquier caso.
Una producción arriesgada y particular
De un tiempo a esta parte la verdad es que aparecen juegos para todos los gustos. Y los hay de esos aptos para todo tipo de usuarios con independencia de su edad, gustos generales y demás, y los hay mucho más particulares y orientados a ser degustados por un grupo selecto de jugadores. Este último caso es claramente el que se da con esta obra del equipo de Jo-Mei Games (y avalado nada menos que por el sello de distribuidor de Quantic Dreams), una producción que se deja ver en Switch después de haber aparecido en el resto de formatos con una edición más pulida. Se trata de un viaje en el que el componente plataformero (y muy llevadero) y la exploración acaparan todo el protagonismo junto a su interesante (aunque mejorable) historia, dejando de lado casi cualquier otro atisbo de aspecto jugable que se os pueda venir a la cabeza. El ritmo al que transcurre todo es muy parsimonioso, puede que incluso demasiado en ocasiones, pero a cambio obtenemos una elegancia estética muy meritoria y una elevada capacidad de absorción una vez te metes dentro del papel de la protagonista. Un título único.
Hemos realizado este análisis mediante un código enviado por Meridiem Games.