Electronic Arts, quizás de una manera un tanto discreta, no ha dejado de apostar por los estudios independientes. Quizás, eventos como el EA Play son el momento de hacerlos brillar también entre el gran público, darles una oportunidad de descubrir a todos los asistentes que hay vida más allá de FIFA, Madden y Star Wars. Al menos la prensa pudo asistir a una pequeña presentación de Sea of Solitude y sentir de primera mano la pasión de un grupo de 12 desarrolladores independientes alemanes.
Una historia que descubrir
Sea of Solitude es una aventura en tercera persona donde se exploran todo tipo de problemas mentales: inseguridad, depresión, ansiedad… todo ello desde un prisma muy artístico, jugando con las metáforas y la simbología.
Durante la presentación pudimos charlar con dos de las responsables del juego, que nos fueron contando lo que habían intentado conseguir con este proyecto tan personal.
En este título vamos a controlar a Kay, quien tendrá que enfrentarse a muchos de sus problemas emocionales, encarnados como terroríficas criaturas, a lo largo de esta aventura. El juego comienza con nuestra protagonista a la deriva, rodeada de oscuridad, pero con una luz que parece indicar el camino. Éste será un tema recurrente, animándonos a romper la oscuridad y a enfrentarnos a nuestros miedos.
No tardaremos en conocer a nuevos personajes que nos darán herramientas para ayudarnos a encontrar el camino. Por ejemplo, tenemos una bengala que nos servirá para iluminar zonas del escenario –y, consecuentemente, eliminar la oscuridad y estar a salvo– o indicarnos hacia dónde está nuestro siguiente objetivo. Todos los objetos, todos los enemigos, todos los personajes y todas las situaciones tienen su significado.
El juego cambia cuando derrotas a un monstruo; cambia cuando te encuentras con otro personaje. Se trata de una experiencia donde la inestabilidad es constante, donde nunca sabemos qué nos espera. En Sea of Solitude la historia tiene momentos más implícitos y otros más explícitos, y estará en nuestras manos ir uniendo e interpretando todas sus partes para darle forma.
Perdidos en un mar de soledad
Sea of Solitude es un juego semiabierto, con libertad para movernos por los escenarios de una ciudad inundada, aunque sin llegar a ser un mundo abierto; esto nos parece un acierto, ya que los desarrolladores pueden controlar mejor la experiencia. Al asistir a una presentación guiada no sabemos exactamente cuánto margen de libertad tendremos, o hasta qué punto podremos perdernos, pero al menos sí que parece que habrá diferentes caminos a nuestro alcance.
Algunos caminos están consumidos por la oscuridad, y otros tendrán pequeños claros en los que refugiarnos. Para conseguirlo tendremos que movernos en barca, correr, saltar, nadar, trepar… Al final del camino correcto nos espera una especie de «corrupción» que tendremos que eliminar, y esto eliminará a una de las criaturas indestructibles que bloquea nuestro progreso.
Progresar con éxito y, consecuentemente, enfrentarnos a nuestros miedos, hará que la oscuridad desaparezca y el nivel del mar baje. Esto último es particularmente interesante, ya que nos permitirá acceder a nuevas zonas de esta ciudad que, como nota, está inspirado por el pueblecito de Berlín del que son sus creadores. El nivel del mar subirá y bajará dependiendo de nuestras acciones y de la historia, por lo que el entorno cambiará constantemente.
Sólo pudimos ver los 15 minutos iniciales de Sea of Solitude, y consecuentemente no pudimos profundizar mucho en sus posibilidades jugables, pero los desarrolladores nos han asegurado que han intentado ofrecer una buena variedad de situaciones, y que encontraremos momentos de acción o puzles. Por ahora hemos visto bastante exploración y un par de secuencias de huida, y esperamos que la versión final consiga mantener un buen ritmo.
Sí que está claro que en lo visual va a atrapar desde el principio. El diseño de Kay es perturbador, con esos ojos rojos que brillan en un cuerpo totalmente consumido por la oscuridad, así como el de las criaturas. Mención especial también para las animaciones, que nos han gustado mucho, y que tienen ese toque tan personal que les da una buena animación manual. El uso de los colores, las luces y las sombras, el contraste constante entre el brillo y la oscuridad… Tenemos la sensación de que va a dejarnos momentos memorables.
Un juego con sentimiento
No hemos visto demasiado, pero lo poco que hemos visto de Sea of Solitude ha sido suficiente para que no queramos perderle la pista. Es uno de esos juegos difíciles de explicar. Puede parecer un simple título de aventuras, pero hablar con sus creadores te deja ver que hay muchísimo más detrás. Es una historia que quieren contar, emociones personales que quieren proyectar, y sensaciones que permean a través de la experiencia.
No queda ya nada –debuta el 5 de julio– para que podamos disfrutar de Sea of Solitude, y, en realidad, no queremos ver más. Ya nos ha convencido para lanzarnos a ese mar de soledad, para abrazar las sensaciones que quieren transmitir los alemanes de Jo-Mei games. Es muy difícil juzgar cómo puede salir con este primer contacto, pero os podemos asegurar que estamos deseando descubrirlo.
Hemos realizado estas impresiones tras asistir a una presentación en el EA Play del E3 de 2019.