Análisis Phoenix Wright: Ace Attorney Trilogy (Switch, Xbox One, PS4, PC)

Shu Takumi es, sin duda alguna, una de las mayores mentes creativas con las que cuenta Capcom. No en vano, estamos hablando de alguien que nos ha dejado obras maestras como Ghost Trick: Phantom Detective y juegos tan recordados como Dino Crisis 2, pero su mayor legado a la industria del videojuego siempre será la saga Ace Attorney.

Si antes de conocer al bueno de Phoenix Wright nos hubiesen dicho que era posible hacer que un título sobre un abogado que tiene que ganar juicios fuese una de las experiencias más épicas, absorbentes y memorables de la industria, probablemente nos lo habríamos tomado como una broma.

Para sorpresa del todo mundo, Takumi supo hacer posible lo que parecía imposible y acabó ofreciéndonos una de las trilogías más carismáticas y queridas de Capcom, consiguiendo que algo tan aparentemente aburrido como un juicio fuese una experiencia divertidísima y totalmente satisfactoria.

Aunque la serie continuó tras su tercera parte e incluso cuenta con algunos spin-off (el crossover con el Profesor Layton fue una auténtica maravilla), lo que ha permanecido en la memoria de todos fueron sus primeros juegos gracias a sus inolvidables personajes, ingeniosos casos y su fantástica historia, cuyo cierre todavía nos pone los pelos de punta.

Ahora Capcom ha decidido rescatar, una vez más, la trilogía original, relanzándola en PS4, PC, Xbox One y Nintendo Switch, con una conversión de la que esperábamos algo más.

¡Toma ya!

Para quienes nunca hayáis tenido la suerte de disfrutar de esta saga, decir que estamos ante un recopilatorio de tres juegos (Phoenix Wright: Ace Attorney, Phoenix Wright: Ace Attorney Justice For All y Phoenix Wright: Ace Attorney Trials and Tribulations) que mezclan a la perfección elementos propios de una aventura gráfica con los de una novela visual.

En ellos encarnaremos a Phoenix Wright, un joven abogado, quien tiene que resolver diversos casos para encontrar la verdad que se ocultan tras ellos y así demostrar la inocencia de sus clientes.

La historia está brillantemente escrita, los personajes tienen un carisma arrollador (tanto principales como secundarios), el ritmo durante los juicios es vibrante e intenso, y nunca se deja ningún cabo sin atar, lo que se traduce en una experiencia narrativa que, a pesar de sufrir algún que otro pequeño altibajo en momentos muy concretos, resulta de lo más gratificante y absorbente.

A nivel jugable se dividen en dos partes bien diferenciadas: las investigaciones y los juicios. En las primeras tendremos que explorar diversos escenarios al más puro estilo point and click mientras buscamos pistas y pruebas, recopilamos información e interrogamos a posibles testigos. Son las secciones más lentas y "aburridas", pero resultan muy necesarias, ya que nos preparan para encarar nuestros litigios, además de conseguir que los esperemos todavía con más ganas.

Una vez en la corte, tendremos que escuchar atentamente los testimonios de quienes suban al estrado a declarar, con el objetivo de encontrar contradicciones, ya sea presionando para que aclaren ciertos puntos o presentando una prueba concluyente que demuestre que mienten.

Esto propicia una dinámica de juego tremendamente adictiva y muy satisfactoria que nos obligará a usar muchísimo nuestra materia gris y a fijarnos hasta en la última coma para desmontar las declaraciones de los testigos. Además, no os penséis que estos juicios son serios y formales, ya que están plagados de constantes giros de guion, momentos alocados e inverosímiles (el cuarto caso del primer juego tiene cierto interrogatorio que ha pasado a la historia de los mejores momentos de toda la saga por lo extravagante e inesperado que resulta el "testigo"), tienen un ritmo frenético, incluyen elementos sobrenaturales y de ciencia ficción, y los fiscales a los que nos enfrentaremos no nos darán ni un solo segundo de respiro.

Completar la trilogía al completo es algo que os puede llevar entre 60 y 80 horas (dependiendo de vuestra velocidad de lectura y lo que tardéis en encontrar contradicciones), por lo que tenéis diversión garantizada para muchísimo tiempo.

¡Protesto!

En lo que respecta al trabajo de conversión, tenemos que destacar que se toma como base lo visto en la remasterización de la trilogía para dispositivos móviles, recuperándose de este modo el lavado de cara que sufrieron los sprites de los personajes y los escenarios, una decisión que no será del agrado de todos.

En líneas generales suele lucir bien, pero muchos de los elementos "remasterizados" siguen sin convencernos del todo, como las escenas en las que nos muestran toda la corte, las secuencias de vídeo o el aspecto de determinados personajes, con mucho menos encanto que el que tenían originalmente en GBA y Nintendo DS.

De hecho, ahora se ven peor que nunca, ya que al jugar en un televisor y no en una pantalla pequeña dan mucho más "el cante" y se les ven las costuras de una forma muy evidente, por lo que no siempre quedan del todo bien, pervirtiendo en cierta manera el fantástico trabajo de las versiones originales.

Lo que sí nos ha gustado mucho es lo bien que se han adaptado los controles y la interfaz, haciendo muy cómoda la lectura (la fuente de los textos es gigantesca) y la navegación por los diferentes menús a la hora de investigar y comprobar nuestro archivo de pruebas. Además, contamos con un buen número de opciones para configurar multitud de pequeños detalles a nuestro gusto.

El sonido, por su parte, nos deja con la misma banda sonora de siempre, sin cambios de ningún tipo, por lo que nuevamente escucharemos los MIDI originales. Quizá no le habría venido mal una remasterización a este apartado, aunque lo cierto es que las composiciones siguen siendo tan buenas y pegadizas como las recordábamos, adaptándose de maravilla a cada situación. Los efectos son variados y reconocibles, y, por desgracia, las pocas voces que incluye no se han vuelto a grabar, por lo que la calidad de su audio es muy pobre y suenan como si estuviesen enlatadas.

La parte más negativa del conjunto la tenemos en los textos: únicamente en inglés y en japonés (pronto se incluirán también en francés y alemán), así que el español se vuelve a quedar fuera de la ecuación, a diferencia de las versiones originales de Nintendo DS que sí estaban traducidas. Probablemente se deba a un problema de licencias y a estas alturas ya nos hemos acostumbrado a jugar esta serie en la lengua de Shakespeare con sus últimas entregas y remasterizaciones, pero no por ello deja de ser menos decepcionante, suponiendo una inmensa barrera que impedirá que puedan disfrutarlo quienes no dominen el idioma a la perfección. Una auténtica pena.

Conclusiones

Los tres juegos incluidos en Phoenix Wright: Ace Attorney Trilogy siguen siendo una experiencia imprescindible para cualquier fan de las buenas aventuras y las grandes historias, aunque esta nueva conversión se nos ha quedado un poco coja, ofreciéndonos un lavado de cara que no nos terminó de convencer en su momento y al que se le notan las costuras de forma muy evidente jugando en un televisor, así como una ausencia total de extras. Pero, sin duda, lo más decepcionante es que nos vuelve a llegar sin traducir, lo que le resta mucho valor respecto a las versiones de Nintendo DS, al menos en nuestro territorio. De todos modos, si no tenéis problemas con el idioma y os apetece descubrir los motivos por los que este carismático abogado de traje azul es tan querido, aquí encontraréis una buena opción.

Hemos realizado este análisis en su versión de PS4 con un código que nos ha facilitado Koch Media.