Argumento
Kotaro, un veterano samurai curtido en decenas de batallas, y Lin, una joven chica audaz y guerrera, son los dos protagonistas de Ronin Blade. Y más bien que un samurai en toda regla, Kotaro es una especie de samurai desertado, es decir, un "ronin", un samurai sin amo y con un código propio. Hasta aquí, la propuesta parece de lo más emocionante: este comienzo hace suponer acción, emoción y diversión a raudales, pero esperemos a adentrarnos más profundamente en el argumento y desarrollo de este juego. El Japón medieval es un buen género que cuenta con varios fans, pero también con gente que les deja indiferentes y/o aburridos. Así pués, podemos encontrar otros juegos como el genial Tenchu, los originales Bushido Blade, y otros, que han tenido más o menos el éxito esperado en este país. Ronin Blade es una especie de mezcla entre los dos juegos anteriores: del primero, conserva los toques de aventura, y del segundo, los personajes.
Cuando empezamos a jugar con Ronin Blade nos encontramos con una si más no interesante trama, pero con una jugabilidad embarazosa. Sin embargo, al avanzar en la historia y el desarrollo del juego, el argumento nos resulta absurdo y simple mientras que la jugabilidad nos despierta mucho más el interés gracias a la genial variedad de movimientos de ataque que vamos adquiriendo.
Y como no, pocas cosas hay que decir sobre la historia: Kotaro, un samurai reservado y frío, vuelve a casa después de toda una vida viajando y cuando llega no ve nada más que zombies y criaturas monstruosas, y claro, detrás de todo está un supermalo que se ha cargado a su mejor amigo.
Por otro lado, la típica jovenzuela principiante que busca desesperadamente a su hermano, que (adivinadlo) es casualmente el supermalo contra el que Kotaro tiene que luchar.
El sello Konami promete calidad pero... nunca mejor dicho: no os precipitéis ni os dejéis llevcar por las apariencias.
Gráficos
¿Os acordáis de lo que he dicho en la frase anterior? Pués esto es un buen ejemplo. Los gráficos son de muy buena calidad, y más si los ves en unas simples capturas del juego: fondos renderizados, ángulos de cámara espectaculares, personajes definidos, etc. ¡Pero atención! Nada más empezar a jugar, te das cuenta que la lentitud es el problema de este apartado. Si te pareció que en Resident Evil el tiempo en cambiar el ángulo de la cámara o la zona de juego era excesivo, que no te de un susto Ronin Blade, porque el ritmo de juego se verá alterado por este aspecto. Para ser más claros y directos: que para cambiar de habitación en una casa se está dos o tres segundos. No obstante, como ya he dicho, los fondos son de una gran calidad, preciosos, los modelitos de los personajes más que aceptables (siempre con la excepción de los bordes de sierra) y los efectos de luz increíbles.
Sonido
Bueno, bueno, bueno... ¿Qué es lo que podría decir? Pues nada más que los efectos son correctos y las melodías, al principio, enganchantes, tralleras y aceptables, pero al final... ¡Al final! Pués que se vuelven totalmente monótonas, rallantes y aburridas. Cabe destacar que nuestra cabeza no será todo el rato "elogiada" con estas melodías y por suerte habrá momentos (los menos tensos) en que el silencio reinará y los grillos cantarán.
Jugabilidad
¡El aspecto sorpresa de este juego! ¡Ajá!, a diferencia de los apartados anteriores, que al principio parecían geniales y al final aceptables (gráficos) o flojillos (sonido), la jugabilidad nos hace experimentar lo contrario. Me explico: al principio, cuando empezamos a jugar, el control es brusco y se nos resiste, sobre todo la espada y el correr. Pero, tachántachán, a medida que avanzamos se nos hace mucho más asequible, divertido y emocionante. La razón es que cuando le cojemos el truquillo y nos aprendemos las múltiples combinaciones de combos y ataques rajantes y espectaculares, la cosa se nos hace realmente jugosa.
Diversion
Al principio, un poco, entremedio bastante, y al final, aleatoria. Aunque si eres un fan del género, es decir, samurais, katanas, cuchillos, muramasas, masamunes y compañía) la tienes del todo garantizada. Por otro lado, si eres fan de la saga Resident Evil, puede que algunas semejanzas en el desarrollo te atraigan lo suficiente para disfrutar bien este juego, aunque eso sí, no te esperes ningún argumento cinematográfico, ni tan solo de serie B.
Veredicto
La verdad es que un argumento simple, unos gráficos con buen aspecto pero un tanto lentos, un apartado sonoro monótono, una jugabilidad original, variada y divertida y un apartado lúdico correcto, no es una mezcla explosiva pero sí extraña y que dificulta una conclusión de este juego. Sólo una cosa puedo asegurar: si eres un fan de este tipo de juegos, con ambientación y argumento samurai, súmale un par de puntos a la nota final, de lo contrario, réstale la misma cantidad.