Análisis de Lumines Electronic Symphony (PSVITA)

El catálogo inicial de PS Vita cuenta con bastantes juegos, muchos de gran calidad que explotan la potencia o las funciones exclusivas de la consola. Pero si tuviéramos que escoger un solo juego que llevar en un viaje, probablemente ese sería uno de los de apariencia más modesta de todos: Lumines: Electronic Symphony, una nueva edición de este alumno aventajado de Tetris que causó furor en los primeros años de PSP con dos títulos. Algo más tarde dio un salto a consolas domésticas como PlayStation 2, Xbox 360, PlayStation 3 y PC, aunque sin tanta repercusión. Con Electronic Symphony la saga vuelve al lugar donde mejor se mueve: las portátiles, y lo hace manteniendo toda la adicción de uno de los mejores puzles de los últimos tiempos.

¿No conoces el secreto de la fórmula adictiva de Lumines? Q Entertainment dio con ella hace unos años y es muy sencilla. Es un juego de puzles con piezas que caen desde la parte superior con unas reglas algo diferentes a las del conocido título de Alekséi Pázhitnov. Para empezar, las piezas sólo tienen una forma, 2x2 –cuadrados- pero pueden estar compuestas por elementos de hasta dos colores –tres si cuenta con efectos especiales-. Nuestro objetivo es el de formar cuatro o más colores adyacentes en la parte inferior de la pantalla, y cuando lo conseguimos, desaparecen con el paso de la barra vertical. Por ejemplo, puedes eliminar bloques de 2x3 colores o más, dependiendo de la situación sumando más puntos. Y las piezas al caer no son completamente sólidas, si es necesario quedarán "rotas" para no dejar huecos –a diferencia del Tetris-. A grandes rasgos estas son las normas de Lumines, facilísimas de aprender pero complicadas de dominar. Nunca las dominarás realmente, y esa es la gracia de este y otros rompecabezas: siempre puedes mejorar tus decisiones, tus récords, tus reflejos.

Lumines siempre se ha caracterizado también por la música elegida y los gráficos, lo que el juego llama skins, pieles o apariencias. No se trata únicamente de acompañar nuestras partidas de buena música, es que tiene importancia en el ritmo de juego y el diseño de cada pieza. Aunque las bases son las mismas para las piezas –dos únicos colores-, con cada apariencia hay un diseño concreto con el tema que suena, afectando a la animación de fondo, colores e incluso la forma de las fichas. En cierta manera, esto influye también en la dificultad: una apariencia con piezas cuadradas simples son más cómodas a la vista que las arandelas, haciendo que en unas pantallas sea más rápido reconocer los grupos homogéneos.

El juego en PS Vita tiene pequeñas novedades. Por ejemplo, ahora nuestro avatar –una pequeña imagen que aparece en la parte izquierda de la pantalla- cuenta con diferentes habilidades. Hay muchos avatares que desbloquear, al igual que apariencias, y con un pequeño toque a la pantalla táctil activamos sus mejoras cuando el porcentaje indicado es 100%, que puede dar lugar a convertir la siguiente pieza en un bloque cadena, crear varios cuadrados de un solo color o alterar colores. Hay muchas mejoras personalizadas y cada avatar tiene también su habilidad para el modo duelo ad-hoc, con jugarretas como cambiar aleatoriamente la rotación de la pieza del rival o aumentar la velocidad de la caída. Cuando sabes sacar partido de estas mejoras notas sus beneficios en tus puntuaciones, aunque estas habilidades son temporales y para obtenerlas otra vez debes conseguir bonus o acelerar este proceso tocando el panel táctil de Vita. Otras funciones táctiles también permiten desplazar las piezas o girarlas tocándolas, pero no pasan de la anécdota, a efectos prácticos sólo utilizaremos las relativas al avatar y la interfaz, ya que los botones son mucho más rápidos.

Entre las piezas de efectos secundarios, tenemos más novedades, como un bloque aleatorio que cambia los colores de las piezas acumuladas de mantera aleatoria. En más de una ocasión llorarás de alegría al conseguir esta ficha capaz de crear oportunamente las ansiadas formaciones 2x2 entre toda esa montaña que estaba llegando peligrosamente arriba, y en un instante verás limpiada media pantalla en pocos segundos. También podría tener efectos negativos si estabas preparando cuidadosamente una columna para ser eliminada en cadena, pero estas ocasiones son escasas. En cambio los bloques de cadenas afectan a todos los bloques del mismo color adyacentes –excepto los que se encuentran en posición diagonal-. Planear con anticipación este tipo de estrategias es una estrategia avanzada y por nuestra experiencia en Lumines es difícil controlar la situación tanto como para preparar estas formaciones, pero no dudamos que con mucha práctica consigues mantener el orden dentro de este caos de fichas.

Cuanto más juegas, más contenido desbloqueas y más experiencia consigues, subiendo tu nivel. Al empezar el juego, te conectas a PlayStation Network y se cargará una lista de tus amigos con el juego y sus niveles, pudiendo comparar quién es el más enganchado a esta droga legal que es Lumines. Por supuesto, tienes informes detallados de tus logros y los tablones en red, e incluso un "bloque mundial", una opción que muestra un bloque compuesto por dos millones de piezas que los jugadores de todo el mundo deben eliminar de manera conjunta cada día sumando los bloques volatilizados en esas 24 horas para obtener experiencia extra.

El modo principal de juego se llama Viaje y no es más que una partida eterna que terminará cuando seas derrotado, desfallezcas de agotamiento o se acabe la batería de Vita, lo que suceda primero. Con él, repasamos diferentes apariencias una tras otra acumulando puntuación. Las horas pasan volando. Una vez nos sentimos a gusto con la jugabilidad, saltamos al modo maestro, bastante más duro y con cinco niveles de dificultad creciente. La velocidad de las piezas sólo es apta para auténticos expertos y reflejos de oro y sin las ayudas de los avatares. También tenemos el modo duelo, en el que nos enfrentamos a otro jugador, aunque sólo de manera local, no online. Con lista elegimos la sucesión de apariencias desbloqueadas en el orden deseado, tratando los niveles como si fuesen canciones añadidas a tu reproductor de música. Es más útil de lo que parece: aquí puedes poner tus skins favoritos primero para conseguir mejores récords, eliminando los diseños o músicas que por alguna razón no te gustan. Otra opción es contrarreloj, que es tan simple como indica su nombre, conseguir la mejor puntuación en un tiempo límite para llegar a lo más alto de la clasificación. Pon 30 segundos, ¿cuántos bloques eres capaz de eliminar?

Los gráficos de Electronic Symphony tienen más definición que en PSP. Esta es simple y llanamente la gran mejora visual respecto a anteriores versiones portátiles, que de todas formas no es poca cosa teniendo en cuenta que hace todo más cómodo al ojo tras horas de partidas alucinógenas. Ahora se utiliza un motor tridimensional para recrear las fichas en lugar de imágenes 2D, apenas se nota diferencia pero sí es cierto que se aprecia el volumen con la perspectiva entre los bloques de cada extremo y los efectos de luz afectan a estos polígonos. Suma unos animados fondos psicodélicos y tendrás un juego que es un lujo para la vista gracias a la pantalla OLED de PS Vita, aunque realmente está lejos de explotar las posibilidades de la máquina. Es en definitiva agradable y con un estilo muy limpio.

En cambio la música sí es un punto fuerte, con más de tres decenas de temas de artistas que a nada que seas seguidor de la "sinfonía electrónica" te sonarán: Underworld, Pet Shop Boys, Safri Duo, B.T., Amon Tobin, Goldfrapp, The Go! Team, Air, Aphex Twin o The Chemical Brothers con dos temas, uno "Hey Boy Hey Girl", todo un himno de la música techno de finales de los años 90, y otro de su último disco, Dissolve de Further. Además se añade un puñado de temas originales creados para la ocasión. Seguro que echarás de menos a Daft Punk, The Crystal Method o a otro de tus DJ favorito, pero al menos la selección escogida no podría ser mejor gracias a que son músicas cercanas al trance que no desentonan en un juego en el que vas a pensar mucho y deprisa. Al poco tiempo de encender la consola te fundirás con el juego, el sonido, olvidando el resto de tareas que tengas pendientes. Pura adicción y estímulo para tus sentidos.

Conclusiones

Lumines: Electronic Symphony es fácilmente el mejor de la saga y una de las compras obligadas del catálogo inicial de la portátil. No tengas complejos por el hecho de no aprovechar el potencial técnico de tu consola o sus funciones táctiles de una manera original. Si los puzles son lo tuyo, el pique con Lumines te durará semanas, meses, puede que años. Es divertido como pocos, perfecto para jugar en portátil y marcar las diferencias con el catálogo de consolas domésticas.

Está disponible una demostración en PlayStation Store, así que puedes comprobar si su jugabilidad es lo que buscas, y te aseguramos que una vez lo pruebes, no podrás dejar de pensar en otra cosa que no sea girar piezas y buscar patrones de colores. Avisado quedas.